Fátima Del Reino Iniesta (Alicante)
Aunque tradicionalmente la migraña se ha asociado a edades más tempranas, el Dr. Rogelio Leira, jefe de la Unidad de Cefalea del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, señaló que cada vez es más común entre pacientes mayores de 60 años, especialmente en mujeres. La persistencia y cronificación de los síntomas, sumadas a la complejidad de la medicación, plantean importantes retos para la medicina actual.
Durante el seminario Lundbeck Migraña: en cada capítulo de la vida, celebrado el pasado viernes en Alicante, el Dr. Leira explicó que el aumento de la esperanza de vida y la calidad de esta han contribuido a que muchas personas lleguen a la etapa de la madurez con “una buena salud general”, permitiendo la aparición de migrañas más persistentes a edades avanzadas. “En mis casi 40 años de experiencia, he visto cómo la percepción de la edad ha cambiado. Hoy, muchos pacientes de 80 o incluso 90 años son tratados de migraña”, comentó.
“Actualmente, muchos pacientes de 80 o incluso 90 años son tratados de migraña”
Sintomatología en mayores
La migraña en personas mayores presenta ciertos matices en comparación con la que se diagnostica en adultos jóvenes. Entre las características distintivas en este grupo etario, el Dr. Leira señaló una menor incidencia de síntomas de fotofobia y fonofobia, síntomas que suelen definir la migraña en personas jóvenes. No obstante, otros síntomas que caracterizan esta enfermedad permanecen presentes, aunque con variaciones. “Los episodios tienden a ser más bilaterales y menos pulsátiles, lo que puede dificultar el diagnóstico”, explicó el Dr. Leira.
A pesar de estos matices, el tratamiento de la migraña en personas mayores presenta desafíos únicos debido la necesidad de combinar múltiples medicamentos para tratar otras enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes y enfermedades cardíacas. Este tipo de tratamiento supone una carga farmacológica importante, que puede interferir con los medicamentos empleados en el manejo de la migraña, además de aumentar el riesgo de efectos secundarios.
Comorbilidad y polifarmacia, un obstáculo en el tratamiento
El experto en neurología explicó la importancia de la “polifarmacia” en este grupo, ya que en muchos casos estos pacientes ya están tomando medicación para sus condiciones de salud preexistentes, lo que limita las opciones de tratamiento disponibles para la migraña. “No es lo mismo administrar ciertos medicamentos a un paciente de 25 años que a uno de 65 o más. Con el paso de los años, los tejidos se deterioran y las arterias se endurecen, afectando el funcionamiento de ciertos fármacos”, detalló el Dr. Leira.
“Con el paso de los años, los tejidos se deterioran y las arterias se endurecen, afectando el funcionamiento de ciertos fármacos”
Además, muchos medicamentos comúnmente utilizados para la migraña, como los triptanes y los antiinflamatorios, presentan riesgos elevados en personas mayores. Los tratamientos preventivos como betabloqueantes y antidepresivos pueden ser menos efectivos o tener efectos adversos significativos debido a la interacción con otros medicamentos que los pacientes ya toman por sus enfermedades crónicas. “Una dosis eficaz en jóvenes podría resultar peligrosa para los mayores, quienes tienen un mayor riesgo de sufrir efectos secundarios”, advierte el especialista.
Investigación y nuevas perspectivas en tratamiento
El Dr. Leira subrayó la necesidad de que la investigación sobre la migraña se amplíe para incluir a personas mayores, un grupo que actualmente carece de datos específicos en la mayoría de los estudios. Los nuevos medicamentos específicos para la migraña, diseñados para ser más seguros y eficaces, muestran gran potencial, pero los ensayos clínicos generalmente excluyen a personas de más de 65 años, lo cual limita su acceso.
“Debemos considerar la incorporación de estos tratamientos en la población mayor, pues presentan menores efectos adversos y podrían proporcionar mejores resultados en este segmento de la población”, destacó el neurólogo.
“Una persona con migraña crónica que sufre de dos a cuatro episodios al mes, puede llegar a perder hasta un año de vida activa en un período de dos décadas”
La migraña en adultos mayores, en muchos casos, es una condición crónica que ha acompañado a los pacientes desde la juventud y puede representar una carga emocional significativa que afecta en la calidad de vida. Según el Dr. Leira, “una persona con migraña crónica que sufre de dos a cuatro episodios al mes, puede llegar a perder hasta un año de vida activa en un período de dos décadas, lo que representa una carga considerable”.
Ante el envejecimiento de la población y el aumento de pacientes mayores con migrañas crónicas, el Dr. Leira concluyó su intervención haciendo una llamada a la comunidad médica para priorizar el manejo integral y personalizado de esta condición para garantizar una mejor calidad de vida a estos pacientes.