Redacción
Un equipo de investigación dirigido por investigadores del Centro Oncológico Integral Jonsson de UCLA Health (Estados Unidos) ha demostrado que la combinación de pembrolizumab, un fármaco de inmunoterapia, con quimioterapia estándar puede mejorar los resultados del tratamiento para pacientes con cáncer de vejiga de células pequeñas y cáncer de próstata de células pequeñas/neuroendocrino.
En concreto, el estudio en etapa temprana, publicado en Cell Reports Medicine, demuestra que el uso de pembrolizumab con quimioterapia resultó en que el 43% de los pacientes tuvieran una regresión parcial o completa de la enfermedad, y que el 86% de los pacientes con cáncer de vejiga y el 57% de aquellos con cáncer de próstata de células pequeñas/neuroendocrino vivieron dos años.
“La combinación de pembrolizumab y quimioterapia presenta un nuevo enfoque de tratamiento prometedor para estos cánceres raros y difíciles de tratar y podría ser un gran avance para el cuidado del paciente”
Los carcinomas de células pequeñas pueden surgir en diversos tejidos, como la vejiga, la próstata, los pulmones, los ovarios y la mama, y son conocidos por su rápida progresión, su tendencia a la recaída después del tratamiento inicial y sus bajas tasas de supervivencia general. El tiempo de supervivencia de los pacientes con cáncer de vejiga de células pequeñas avanzado es de tan solo 7 a 13 meses y de tan solo 7 a 9 meses para los pacientes con cáncer de próstata de células pequeñas/neuroendocrino.
“La combinación de pembrolizumab y quimioterapia presenta un nuevo enfoque de tratamiento prometedor para estos cánceres raros y difíciles de tratar y podría ser un gran avance para el cuidado del paciente”, explica el Dr. Arnold Chin, profesor de Urología en la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA y autor principal del estudio.
Los tratamientos inmunitarios, como el pembrolizumab, han demostrado ser eficaces en el tratamiento de pacientes con diversos tipos de cáncer avanzado o metastásico, incluidos pacientes con cáncer de pulmón microcítico avanzado. Investigaciones previas de laboratorio en la UCLA, dirigidas por el Dr. Owen Witte, Chin y sus colegas, han demostrado que los cánceres microcíticos de vejiga, pulmón y próstata comparten muchos rasgos biológicos.
“Estos resultados sugieren que la terapia combinada podría brindar un beneficio de supervivencia sustancial”
Basándose en estos hallazgos, Chin y su equipo desarrollaron el concepto de que los enfoques de tratamiento deberían dirigirse a los cánceres en función de similitudes moleculares. Diseñaron un ensayo clínico en todos los cánceres urológicos microcíticos/neuroendocrinos combinando pembrolizumab y quimioterapia como terapia de primera línea para los cánceres microcíticos de vejiga y próstata.
En el ensayo participaron 15 pacientes que se dividieron en dos cohortes. La primera incluyó a siete participantes con cáncer de vejiga de células pequeñas avanzado o metastásico, mientras que el otro grupo incluyó a ocho pacientes con cáncer de próstata primario de células pequeñas o neuroendocrino. El estudio fue diseñado para pacientes que normalmente recibirían quimioterapia como parte de su atención estándar.
Los investigadores descubrieron que los pacientes mostraron respuestas favorables con este régimen de tratamiento
Los investigadores descubrieron que los pacientes mostraron respuestas favorables con este régimen de tratamiento. En el grupo de cáncer de vejiga, solo uno de cada siete pacientes experimentó progresión de la enfermedad después de un seguimiento medio de casi tres años. Para el grupo de cáncer de próstata, la supervivencia media de los pacientes con cáncer de próstata de células pequeñas/neuroendocrino en el ensayo alcanzó los 27 meses, lo que es más largo de lo esperado en comparación con el promedio histórico de solo 7 a 9 meses. El tratamiento combinado también fue bien tolerado y ningún paciente tuvo que interrumpir la terapia debido a los efectos secundarios.
“Estos resultados sugieren que la terapia combinada podría brindar un beneficio de supervivencia sustancial”, finaliza Chin. Además de las alentadoras tasas de supervivencia, el equipo descubrió que la expansión clonal de células T CD8 + en la sangre, un tipo de célula inmunitaria, en respuesta al tratamiento se correlacionaba con una mejor supervivencia sin progresión de la enfermedad. Esto indicaba que un análisis de sangre podría predecir la respuesta al tratamiento de los pacientes en el futuro. Los hallazgos respaldan la necesidad de realizar ensayos clínicos más amplios para confirmarlos.