La elastografía de transición reduce las biopsias hepáticas y facilita el diagnóstico de fibrosis

El Hospital Universitario Quirónsalud Madrid aplica la elastografía de transición para medir la fibrosis hepática sin necesidad de punciones, ofreciendo una alternativa segura y precisa a la biopsia hepática tradicional

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Redacción
La elastografía de transición, una técnica no invasiva que evalúa la rigidez del hígado mediante ondas sonoras, se está consolidando como una herramienta clave para medir el grado de fibrosis hepática sin necesidad de biopsias. Este método, que evita la extracción de tejido hepático, se está utilizando en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid para diagnosticar y monitorizar a pacientes con enfermedades hepáticas como las hepatitis virales, hepatitis autoinmunes y aquellas causadas por el consumo de alcohol o ciertos fármacos.

“Medimos la fibrosis de forma indirecta a través de una sonda que emite un pulso de sonido de baja amplitud y frecuencia”, ha explicado el Dr. Álvaro Rojas, especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. “La velocidad con la que esta onda atraviesa el hígado permite deducir el grado de fibrosis: si la onda viaja rápido, significa que el hígado está más rígido, lo cual indica un mayor grado de fibrosis; si la onda es más lenta, la fibrosis es menor”, ha señalado. Así, este método innovador, comercializado como FibroScan, proporciona una estimación indirecta de la fibrosis, comparable en precisión con la biopsia tradicional.

Dr. Álvaro Rojas: “La velocidad con la que esta onda atraviesa el hígado permite deducir el grado de fibrosis”

El procedimiento, que se realiza en consulta, se basa en la escala Metavir para clasificar el grado de fibrosis en cuatro estadios. Comprende desde la ausencia o fibrosis leve (F0-F1) hasta la cirrosis (F4). La técnica ha permitido realizar cerca de 900 pruebas en Quirónsalud Madrid, de las cuales el 80% han mostrado resultados de F0 o F1. Esto reduce significativamente el uso de biopsias hepáticas invasivas en estos pacientes.

La elastografía de transición emplea tres sondas: una ecográfica para localizar el hígado y dos sondas adicionales. Están diseñadas para pacientes estándar y para aquellos con obesidad o con hígados en posiciones más profundas. La medida de la dureza hepática se expresa en kilopascales, que se correlacionan con el grado de fibrosis según la etiología de la enfermedad.

El Dr. Rojas ha destacado que esta prueba es útil para múltiples especialidades médicas. Por un lado, puede beneficiar a médicos de atención primaria que necesitan información sobre el estado hepático de pacientes con alteraciones en las transaminasas. Por otra parte, será de utilidad para endocrinólogos y especialistas en Medicina Interna que buscan ajustar tratamientos en casos de hígado graso y hepatitis.

De esta manera, Quirónsalud reafirma su compromiso con la innovación médica a través de tecnologías como la elastografía de transición, proporcionando a los pacientes técnicas de diagnóstico avanzadas que mejoran la precisión y comodidad en los tratamientos.

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