“La cúrcuma posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes mucho más potentes que los compuestos testados anteriormente”

La investigación liderada por la Dra. Soto Montenegro sobre el potencial de la cúrcuma en enfermedades con neuroinflamación obtiene el primer premio de las Ayudas a la Investigación en Nutrición de Herbalife e iSanidad

Nieves Sebastián Mongares
Gabriela Vázquez Vegas (Foto y vídeo)
La cúrcuma es una planta herbácea a la que la investigación biomédica asocia cada vez más propiedades sobre la salud. Para ahondar sobre su potencial en diferentes enfermedades, un grupo de investigación liderado por la Dra. Mª Luisa Soto Montenegro, líder del grupo de Neuroimagen Preclínica en el Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (IiSGM) está llevando a cabo un proyecto en este sentido. Así, el trabajo ‘¿Cómo Actúa La Cúrcuma En El Eje Cerebro-Intestino? Importancia En El Tratamiento De Patologías Que Cursan Con Neuroinflamación’ tiene como objetivo profundizar en el conocimiento sobre este compuesto y sus potenciales utilidades.

Teniendo en cuenta el impacto que puede suponer en diferentes grupos poblacionales, el Comité Científico de las Ayudas a la Investigación en Nutrición impulsadas por iSanidad y Herbalife ha otorgado a este proyecto el primer premio en su segunda edición. La Dra. Soto Montenegro explica los detalles de este proyecto.

¿De dónde surge la idea de iniciar el proyecto y cuáles son las líneas de investigación y los objetivos que se persiguen?
El estudio surge de una línea de investigación que tenemos en el hospital. Estamos testando diferentes compuestos con actividad antiinflamatoria y antioxidante para prevenir la aparición de esquizofrenia y de patología mental en modelos animales. Actualmente, hemos probado diferentes compuestos, como la N-acetilcisteína, los ácidos grasos omega-3 y también el cannabidiol, que es un compuesto no psicotrópico del cannabis. Todos ellos tienen actividad antiinflamatoria y antioxidante, y los resultados que hemos obtenido han sido muy reveladores y bastante buenos. Hemos observado que son capaces de alterar y mejorar algunos déficits cognitivos y también algunas alteraciones neuroanatómicas y metabólicas del cerebro.

“La cúrcuma tiene dos inconvenientes: no es soluble en agua y su biodisponibilidad es escasa; aquí juegan un papel muy importante las nanopartículas”

Ahora, en los últimos años, ha tomado una gran relevancia la curcumina, y entonces nos planteamos trabajar con ella. No es más que un compuesto natural derivado del tallo de la cúrcuma, una especia culinaria asiática que se usa en la medicina tradicional china desde la antigüedad. Tiene una característica muy importante que nos interesa mucho: posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes mucho más potentes que los compuestos testados anteriormente. Por ello, pensamos que era necesario aprovechar y trabajar con ella.

Sin embargo, tiene dos inconvenientes: no es soluble en agua y su biodisponibilidad es escasa. Aquí juegan un papel muy importante las nanopartículas. En el proyecto en el que vamos a trabajar, la cúrcuma está encapsulada en nanopartículas para solventar estas limitaciones en un modelo animal.

¿A qué grupos concretos de pacientes se dirige esta investigación?
Ahora, hay varios ensayos clínicos que están evaluando la eficacia de la cúrcuma. Se está estudiando en depresión, esquizofrenia, alzhéimer… pero como coadyuvante a la medicación tradicional, no en nanopartículas, sino en polvo. Se están obteniendo resultados bastante buenos, ya que parece que potencia la medicación tradicional. Sin embargo, nadie está utilizando la cúrcuma como terapia preventiva, como monoterapia ni en pacientes de alto riesgo. Lo que proponemos es utilizar nanopartículas de cúrcuma durante la adolescencia, en un estadio en el que los animales todavía no tienen la enfermedad, con el fin de prevenir los déficits cognitivos y las alteraciones estructurales en el cerebro.

Otro grupo de pacientes que se podría beneficiar son los adultos mayores, para frenar el envejecimiento, ya que presentan inflamación crónica de bajo grado debido a las patologías asociadas a la edad. Pensamos que aquí también sería una buena opción usar la cúrcuma.

En cuanto a la metodología, ¿Cómo ayuda el uso de la nanotecnología a través la encapsulación de la curcumina en vesículas extracelulares naturales, así como la administración intranasal para lograr los objetivos marcados?
La nanotecnología es esencial debido a las limitaciones que mencionábamos de la cúrcuma: baja solubilidad y biodisponibilidad. Por eso, es necesaria esta tecnología, que nos ayudará a solventarlas. Basándonos en la experiencia previa del grupo, vamos a utilizar nanopartículas naturales procedentes de la leche, específicamente vesículas extracelulares, que han demostrado ser excelentes vehículos para la liberación de fármacos. Además, usaremos leche de cabra, que presenta ventajas frente a otras nanopartículas, como menor inmunogenicidad.

“La nanotecnología es esencial debido a las limitaciones de la cúrcuma: baja solubilidad y biodisponibilidad”

Estas vesículas extracelulares también tienen capacidad antiinflamatoria, lo que, combinado con la cúrcuma, potenciará esta cualidad. Respecto a la administración intranasal, esta vía mejorará la biodisponibilidad en el sistema nervioso central, facilitando el paso a través del tejido cerebral y el acceso a áreas inflamadas.

¿Cómo está avanzando la investigación? ¿Han logrado algún hallazgo relevante o conclusión a destacar por el momento?
El estudio que hemos presentado se engloba en un proyecto más amplio dentro del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Acabamos de llevar resultados preliminares al Congreso de Imagen Molecular en Oporto y al de Vesículas Extracelulares en Palma de Mallorca. Lo que hemos mostrado es que, utilizando partículas de cúrcuma administradas durante la adolescencia en un modelo animal de esquizofrenia, hemos logrado revertir el déficit de atención que presentan estos animales y prevenir las alteraciones estructurales en el hipocampo y los ventrículos.

Con esta ayuda esperamos determinar cómo funciona, ya que, aunque hemos obtenido muy buenos resultados, desconocemos el mecanismo exacto en el cerebro y su beneficio a nivel cognitivo. A través de esta financiación realizaremos estudios de biodistribución, toxicidad, estabilidad gastrointestinal y neuroplasticidad para entender mejor cómo actúan estas nanopartículas a nivel antiinflamatorio y antioxidante.

“Con esta financiación realizaremos estudios de biodistribución, toxicidad, estabilidad gastrointestinal y neuroplasticidad para entender mejor cómo actúan estas nanopartículas a nivel antiinflamatorio y antioxidante”

¿Cómo es el equipo que está trabajando en el proyecto y cómo se está coordinando?
Es un grupo pequeño y multidisciplinar. Estamos cuatro investigadores sénior: dos biólogos; un compañero de la Universidad de Valencia, el Dr. Nacher, especialista en neuroplasticidad cerebral; y yo, que llevo la parte de neuroimagen preclínica del instituto y lidero el proyecto. También contamos con la Dra. Salinas, química y líder del grupo de sondas moleculares, experta en el diseño de nanopartículas para la liberación de fármacos. Además, el Dr. Desco, ingeniero y jefe de la unidad de medicina y cirugía experimental del hospital, es el experto en imagen. Contamos con dos compañeras que están haciendo la tesis doctoral con nosotros, un ayudante de investigación y un técnico de laboratorio. Aunque somos un equipo pequeño, hemos colaborado en otros proyectos con éxito, y creemos que este también lo será.

En cuanto al impacto sanitario, teniendo en cuenta la capacidad de la cúrcuma para reducir la inflamación y el estrés oxidativo, ¿podrían extrapolarse los resultados de alguna manera a otras patologías que cursen con inflamación?
Las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes de la cúrcuma son muy prometedoras y pueden ser útiles en patologías donde la regulación del estrés oxidativo y la inflamación no funcionan correctamente, o donde exista neuroinflamación. Hay ensayos clínicos en patología neurodegenerativa y psiquiátrica que muestran resultados alentadores. Estas patologías podrían beneficiarse no solo de la cúrcuma, sino también de estas nanopartículas en el futuro, para liberar medicación en órganos específicos, como el cerebro, aunque también podrían aplicarse en otros.

“Las propiedades  de la cúrcuma son muy prometedoras y pueden ser útiles en patologías donde la regulación del estrés oxidativo y la inflamación no funcionan correctamente, o donde exista neuroinflamación”

Asimismo, en el envejecimiento, estas nanopartículas podrían utilizarse como suplemento alimenticio para frenar la inflamación y oxidación asociadas a la edad.

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