Paula Baena (León)
“Hoy en día, todas las decisiones médicas se basan en información digital, ya sea introducida por el profesional o generada por dispositivos médicos”, añadió Carlos Gallego, director de Transformación Digital en Salud en la Fundació TIC Salut Social, durante el III seminario Diálogos MSD Inventing for Life, ‘El valor del dato en la investigación biomédica y científica’, celebrado en León. A lo largo de la jornada, los especialistas subrayaron la importancia de contar con datos fiables y bien gestionados para poder desarrollar la inteligencia artificial (IA) en el ámbito sanitario.
La inteligencia artificial ofrece oportunidades transformadoras en salud, como la personalización de tratamientos, diagnósticos más rápidos y la automatización de tareas repetitivas. Sin embargo, su efectividad depende de la calidad de los datos que la sustentan.
“Sin datos de calidad, no hay conocimiento, y sin conocimiento, la inteligencia artificial no puede aportar valor real”, señaló Dolores Ruiz, miembro de la Junta Ejecutiva de la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS). Ruiz incidió en que el dato trasciende a la digitalización. Según la experta, su relevancia radica en su validez, trazabilidad y en la forma en que se recoge, ya sea en papel o en formato digital.
Dolores Ruiz: “Sin datos de calidad, no hay conocimiento, y sin conocimiento, la inteligencia artificial no puede aportar valor real”
Asimismo, el éxito de la IA también dependerá de la confianza que los profesionales sanitarios depositen en ella. “Los médicos necesitan confiar en la IA tanto como en cualquier otro procedimiento médico, y eso solo se logra con datos bien gobernados y estándares de calidad estrictos”, afirmó Gallego. Ejemplos como la detección precoz de retinopatías diabéticas o la automatización del análisis radiológico ilustran cómo la IA puede liberar a los profesionales de tareas repetitivas, permitiéndoles centrarse en intervenciones de mayor valor clínico.
La gobernanza, un desafío para las administraciones
La calidad de los datos no es solo una cuestión técnica, sino un reto estructural en el que las administraciones juegan un papel crucial. Dolores Ruiz enfatizó que “la gobernanza del dato comienza por garantizar que las instituciones que toman decisiones lo hagan basándose en información de calidad”. Según Ruiz, no todos los datos tienen el mismo valor, y corresponde a las administraciones establecer estándares claros que aseguren su fiabilidad.
“Un sistema nacional de salud que no priorice la calidad y el gobierno de los datos estará construyendo sobre arenas movedizas”, advirtió Ruiz, destacando la importancia de evaluar la calidad de los registros clínicos, desde las historias médicas electrónicas hasta los informes de alta.
Carlos Gallego añadió que, aunque España ha avanzado en interoperabilidad, como con la historia clínica resumida y la receta electrónica, estas iniciativas deben extenderse para evitar la fragmentación de los datos en silos. “Las administraciones deben liderar la consolidación de un modelo de datos que sea accesible, interoperable y transparente”, afirmó.
La confianza de los ciudadanos, crucial para la obtención de datos
Paula Ramírez, associate director de Government Affairs en MSD España, destacó el papel de los datos para entender mejor las necesidades reales de los pacientes y la población en general. “Los datos nos permiten identificar patrones, detectar necesidades no cubiertas y enfocar los esfuerzos en problemas concretos que requieren soluciones ágiles. Por ejemplo, podemos comprender mejor la resistencia a los antimicrobianos o las necesidades específicas de ciertas poblaciones vulnerables”, explicó.
La capacidad de utilizar datos bien recogidos y anonimizados no solo permite desarrollar tratamientos personalizados, sino también mejorar la equidad en salud. “La investigación puede beneficiarse de datos secundarios para crear hipótesis más precisas, optimizar recursos y llegar más rápido a resultados que beneficien a todos”, añadió Ramírez. Sin embargo, subrayó la necesidad de educar a la ciudadanía sobre el uso ético y seguro de estos datos, pues “si no explicamos claramente por qué y para qué se utilizan, corremos el riesgo de que muchos ciudadanos opten por no compartir su información”, incidió. Además, añadió que la falta de participación de los ciudadanos podría generar sesgos en las investigaciones.
Un llamado a fortalecer la colaboración público-privada
Los ponentes coincidieron en que la gobernanza del dato debe ser un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado. Los especialistas destacaron que, a pesar de que España ha logrado avances importantes, aún persisten fisuras estructurales que deben ser resueltas. “Estamos en un momento crítico para aprovechar el impulso europeo y garantizar que los datos, como piedra angular del cambio, se conviertan en el motor de una sanidad más innovadora, eficiente y accesible”, concluyó Ruiz.
De esta manera, los expertos hicieron un llamado a priorizar la calidad del dato y su gobernanza como base para una inteligencia artificial que realmente transforme la sanidad, asegurando siempre la protección y confianza de los pacientes.