Fátima Del Reino Iniesta
La diabetes tipo 1 es una de las enfermedades crónicas más complejas de gestionar ya que requiere un manejo continuo y personalizado, exige tomar un gran número de decisiones relacionadas con la dieta, la actividad física y la medicación, y para los pacientes y sus familiares tiene una gran carga emocional y psicológica. Por ello, Luis Castaño, expresidente y miembro del grupo de trabajo de diabetes de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) y profesor del departamento de pediatría del Hospital Universitario Cruces y de la UPV/EHU, e investigador del Ciberdem y de la red europea Endo-ERN, ha subrayado que los programas de detección de la diabetes tipo 1 en la población pediátrica en España permitirían reducir la incidencia de casos graves en niños, como la cetoacidosis diabética, del 40% al 4%.
“Un 30-40% de los pacientes debutan con cetoacidosis diabética”
“En España y en otros países, aproximadamente el 40% de los niños debutan con diabetes presentando cetoacidosis diabética. Sin embargo, nuestros datos muestran que, al implementar programas de cribado, este porcentaje se puede reducir al 4%”, ha subrayado durante la jornada A tiempo para cambiar vidas: la urgencia de detectar precozmente la diabetes tipo 1, organizado por la Federación Española de Diabetes (FEDE) con la colaboración de Sanofi.
Durante el marco de la jornada, FEDE ha presentado este lunes el movimiento social #CrecerSinDiabetes, que aboga por el diagnóstico temprano de la diabetes tipo 1 en la población pediátrica en España. Tal y como ha comentado Ana Tormos, vocal de la Asociación Valenciana de Diabetes y madre de Valeria, una niña diagnosticada de forma tardía a los tres años con diabetes tipo 1, “la detección precoz no solo salva vidas, sino que reduce el miedo constante con el que vivimos los familiares. Los programas de cribado podrían evitar que otras familias pasen por situaciones críticas como la que vivió mi hija que fue ingresada en la UCI por una cetoacidosis diabética grave”, ha asegurado.
“La detección precoz no solo salva vidas, sino que reduce el miedo constante con el que vivimos los familiares”
Al hilo del testimonio de la vocal de la asociación valenciana, Castaño ha destacado que “Ana mencionaba que su hija tuvo que ingresar en la UCI debido a un diagnóstico tardío, una realidad que todavía afecta a muchos niños. En nuestro centro, el 23% de los casos de debut con diabetes requerían cuidados intensivos pediátricos. Gracias al cribado, hemos logrado reducir este porcentaje al 0%, demostrando que estas complicaciones graves se pueden prevenir”.
Además, el expresidente de la SEEP ha subrayado que detectar la diabetes en fases tempranas abre la puerta a tratamientos innovadores que frenan la progresión de la enfermedad. “Podemos evitar que el páncreas se destruya completamente, algo esencial para transformar la práctica clínica y el futuro de los pacientes. La detección precoz permite no solo prevenir complicaciones, sino también preparar mejor a los pacientes y sus familias para gestionar la enfermedad”, ha asegurado
“La detección precoz permite no solo prevenir complicaciones, sino también preparar mejor a los pacientes y sus familias para gestionar la enfermedad”
Impacto psicológico
Otro de los aspectos más destacados durante la jornada ha sido la carga emocional que supone gestionar la diabetes tipo 1. María Alonso González, psicóloga especializada en diabetes, ha explicado que el 80% de las personas con esta enfermedad experimentan estrés agudo relacionado con su manejo diario.
“La diabetes implica tomar unas 180 decisiones diarias, algo que genera una carga emocional significativa para los pacientes y sus familias. Por ello, invertir en salud mental no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también reduce la carga asistencial para los profesionales sanitarios”, ha comentado.
“La inversión en salud mental es clave para una gestión integral de la diabetes”
Asimismo, ha insistido en que los programas sanitarios deben incluir atención psicológica para garantizar una gestión integral de la enfermedad. “La salud mental es un pilar esencial, y su integración en los programas sanitarios aliviaría tanto a los pacientes como a los profesionales. Sin salud mental, no hay una diabetes bien gestionada”.
Nuevos abordajes
La jornada también ha abordado avances en el manejo de la diabetes tipo 1. Se ha destacado la importancia de los ensayos clínicos y los tratamientos en fases tempranas. La Dra. Nerea Itza, adjunta del servicio de endocrino infantil en el Hospital de la Paz de Madrid, ha detallado las tres fases principales de la diabetes tipo 1 y cómo la detección temprana de anticuerpos pancreáticos puede marcar la diferencia.
“Identificar a los pacientes en fases iniciales no solo reduce hospitalizaciones, sino que también permite seleccionar a quienes podrían beneficiarse de ensayos clínicos. Esto nos abre nuevas oportunidades terapéuticas”, ha afirmado.
Por su parte, Dr. Fernando Gómez Peralta, jefe de la Unidad de Endocrinología y Nutrición Hospital General de Segovia, ha insistido en que la medicina preventiva debe convertirse en una prioridad. “No queremos tratar solo a las personas con diabetes, queremos evitar que la enfermedad avance. Estos nuevos enfoques no solo benefician a los pacientes, sino que también refuerzan la sostenibilidad del sistema sanitario”.