Redacción
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha emitido un comunicado oficial en el que alerta sobre los riesgos que supondría el traspaso de los beneficiarios de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) al Sistema Nacional de Salud (SNS), una medida que actualmente está siendo evaluada por el Ministerio de Sanidad. La SEMG considera que esta propuesta podría generar graves problemas organizativos, económicos y de equidad, con un impacto significativo tanto para los usuarios actuales como para los nuevos beneficiarios.
Uno de los principales desafíos señalados es la sobrecarga asistencial que supondría la incorporación de más de un millón de funcionarios al SNS. Según la SEMG, esta integración aumentaría considerablemente la presión en los centros de salud y hospitales, lo que podría traducirse en un empeoramiento de las listas de espera y una reducción de la calidad asistencial. Para evitar este colapso, sería imprescindible una reorganización a gran escala de los recursos humanos, las infraestructuras y los presupuestos, algo que requeriría una planificación detallada y financiación adicional.
La integración aumentaría considerablemente la presión en los centros de salud y hospitales
En el ámbito administrativo, la SEMG advierte de la incompatibilidad entre los sistemas de Muface y la Seguridad Social, que operan bajo normativas y procesos distintos. La unificación de ambos modelos supondría un proceso técnico y económico complejo, con un coste significativo para las arcas públicas. Asimismo, se prevé una resistencia por parte de los funcionarios, quienes podrían percibir esta medida como una pérdida de sus derechos actuales, incluyendo la posibilidad de elegir entre sanidad pública y privada.
Además, la SEMG subraya el riesgo de que esta medida aumente las desigualdades territoriales en la atención sanitaria, dado que el SNS está descentralizado y cada comunidad autónoma gestiona sus propios recursos. Este desequilibrio podría acentuarse, afectando especialmente a los pacientes crónicos, quienes verían comprometido el acceso a una atención primaria de calidad. Según la SEMG, el modelo planteado prioriza el control hospitalario, restando protagonismo a la atención primaria, que es clave para garantizar la coordinación y la equidad en el sistema sanitario.
Los pacientes crónicos verían comprometido el acceso a una atención primaria de calidad
Por último, la SEMG pone de manifiesto los conflictos legales y normativos que esta medida podría generar. La modificación de las regulaciones que afectan a Muface, la Seguridad Social y los derechos de los funcionarios requeriría cambios legislativos complejos, que podrían enfrentarse a trabas políticas y judiciales.
Ante este panorama, la SEMG solicita al Ministerio de Sanidad un análisis exhaustivo de las implicaciones de esta medida y reclama un compromiso firme para preservar la sostenibilidad, la accesibilidad y la equidad del sistema sanitario. La sociedad médica insiste en que cualquier reforma debe garantizar que no se comprometan los estándares de calidad ni los derechos de los usuarios, priorizando siempre el fortalecimiento de la atención primaria como eje vertebrador del SNS.
Este debate plantea interrogantes sobre el futuro de la sanidad pública y la capacidad del sistema para absorber nuevos desafíos sin poner en riesgo la calidad asistencial.