Redacción
El diagnóstico precoz del cáncer de páncreas requiere una acción conjunta y coordinada de todos los especialistas sanitarios, comenzando por atención primaria, para detectar aquellos casos en los que existan signos de alarma de padecer este tumor y conseguir así disminuir su elevada mortalidad. En este sentido, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), se suma a la celebración del día mundial contra el cáncer de páncreas, celebrado el 21 de noviembre, para incidir en su relevancia, mortalidad y en la importancia de mejorar su diagnóstico temprano.
El cáncer de páncreas es uno de los pocos tumores que sigue manteniendo sus elevadas cifras de mortalidad con el paso del tiempo porque, entre otros factores, “no se ha conseguido avanzar en el diagnóstico precoz”, indica el Dr. Julio Iglesias-García, tesorero de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) y jefe de Sección del Área de Endoscopias Digestivas del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. A pesar de los avances en las técnicas de imagen, “sigue habiendo un problema con la sospecha diagnóstica“. Por ello, tenemos que trabajar en educarnos todos empezando por la atención primaria y, así, tanto radiólogos como gastroenterólogos podremos intentar detectar los tumores lo antes posible”.
Dr. Julio Iglesias-García: “A pesar de los avances en las técnicas de imagen, sigue habiendo un problema con la sospecha diagnóstica”
Para mejorar el diagnóstico precoz, “uno de los síntomas que nos tiene que alertar son las personas con diabetes diagnosticadas recientemente, que no son el típico perfil de diabetes tipo 2 con obesidad o sobrepeso”, sino aquellos “recientemente diagnosticados, pero más bien delgados”, subraya el doctor. Además, aquí también se incluyen los pacientes que comienzan de repente con un mal control de la diabetes y con una pérdida de peso excesiva. “Ambas situaciones nos pueden indicar que hay un problema en el páncreas más grave detrás”, explica el Dr. Iglesias-García.
Los antecedentes familiares y las mutaciones genéticas también son factores de riesgo importantes que deben ser tenidos en cuenta y requieren seguimiento porque tienen más probabilidades de desarrollar este tumor. “Realizar un buen historial clínico que incluya la anamnesis de antecedentes familiares puede llevarnos al diagnóstico antes de que aparezcan los síntomas” añade el doctor. También puede influir en la aparición de este tumor, el consumo de alcohol y el tabaquismo.
“Realizar un buen historial clínico que incluya la anamnesis de antecedentes familiares puede llevarnos al diagnóstico antes de que aparezcan los síntomas”, explica el Dr. Iglesias-García
Tratamiento
Una vez existe la sospecha de la presencia de cáncer de páncreas, la ecoendoscopia es la herramienta más útil para su detección. “Desarrollar unidades de ecoendoscopia con acceso fácil y rápido para los pacientes es crucial para identificar estos tumores, especialmente los más pequeños”. Después, se realizan pruebas complementarias como el TAC, resonancia…, pero “tenemos que ser conscientes de que para el diagnóstico en fases iniciales la prueba por excelencia es la ecoendoscopia y nos permitirá confirmar la sospecha diagnóstica de este tumor”.
Dr. Iglesias-García: “Tenemos que ser conscientes de que la econendoscopia es la prueba por excelencia en fases iniciales del diagnóstico
El tratamiento del cáncer de páncreas es multifactorial y se debe tratar de una manera individualizada por paciente. En este sentido, no solo necesita un enfoque oncológico centrado en quimioterapia, si no que “se necesita un tratamiento de soporte”, apunta el experto. Esto incluye un tratamiento enzimático sustitutivo, ya que muchos pacientes padecen insuficiencia pancreática. Además, “optimizar el tratamiento del dolor, abordar la malnutrición y un tratamiento local de los nervios que dirigen el dolor pancreático son esenciales para mejorar la calidad de vida del paciente”. Por otro lado, se están explorando nuevas estrategias de tratamiento local guiado por ecoendoscopia como, por ejemplo, el uso del fósforo-32 y, aparte, la radiofrecuencia. “Todo esto suponen nuevas ventanas de oportunidad para el tratamiento y las opciones que podemos ofrecer a los pacientes”, concluye el Dr. Julio Iglesias-García.