Juan León García
Comenzaba el otoño de 1928 cuando el científico Alexander Fleming cambió la historia de la humanidad. Desarrolló el primer antibiótico, la penicilina, que desde entonces salvaría millones de vidas gracias a su acción frente a bacterias patógenas. La revolución que supuso en la medicina llevó además a hallar, en las siguientes décadas, nuevas moléculas que dieron con más medicamentos de este tipo. Pero la evolución se estancó. El abanico de antibióticos era suficiente y efectivo, y el acceso a ellos se hizo realmente fácil, en especial en países desarrollados.
A punto de cumplir un siglo desde el descubrimiento de Fleming, cada vez más voces hablan hoy de la “era posantibiótica”. Lo hacen en señal de alarma: el consumo desbocado ha hecho que los enemigos a los que atacaban, las bacterias, desarrollen resistencias. Lo que se conoce como las resistencias antimicrobianas. El problema es de tal magnitud que la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora una semana entera a la concienciación frente a las resistencias a los antimicrobianos (RAM), que para 2050 se estima causarán 39 millones de fallecimientos. La semana este año se ha celebrado del 18 al 24 de noviembre.
Con motivo de esta efeméride, iSanidad ha invitado a una de las voces más reputadas para hablar sobre esta amenaza, que ya es un problema de salud pública y que tiene muchas papeletas para convertirse en la próxima pandemia. Bruno González Zorn, microbiólogo, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) donde es director de la Unidad de Resistencia a los Antibióticos y asesor de la OMS, suscribe el lema de este año: ‘Educa. Defiende. Actúa ahora’.
González Zorn pide “incentivar desde los estamentos públicos a la industria farmacéutica para que vuelva al desarrollo de antibióticos”
La necesidad de hacer algo, y de hacerlo ya, es uno de los leitmotiv de González Zorn. “La resistencia a los antibióticos está avanzando. Como hemos visto en el último informe del ECDC, incluso ha aumentado ligeramente el consumo de antibióticos en Europa en medicina humana. Y eso es raro, porque llevamos una tendencia negativa durante varios años”, alerta.
E insiste: “Debemos atajar este problema de forma contundente. Pero realmente no hay una conciencia social, y menos en España, de que este es un problema”. Como expone durante la entrevista, ya no son solo bacterias multirresistentes a los antibióticos, sino que en los entornos hospitalarios ya se identifican otras panresistentes. En otras palabras: “Que resisten a todos los antibióticos disponibles en la práctica clínica”.
Por eso, también reseña la importancia de establecer políticas de salud basadas en un enfoque One Health que aúne la esfera humana, la animal y la medioambiental. Porque estas dos últimas pueden tener “un efecto devastador” sobre la humanidad.
De entre las soluciones, el científico muestra varias: desde las vacunas, que podrían reducir por sí mismas el consumo de antibióticos en un 22%, según un reciente estudio de la OMS. Y, también, “incentivar desde los estamentos públicos a la industria farmacéutica para que vuelva al desarrollo de antibióticos que nos va a hacer falta cuando estemos en una UCI”.