Redacción
Las palaras son clave en la interacción entre los profesionales sanitarios y los pacientes, así como en la comunicación con los mayores y niños. Por ello, cada 23 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Palabra, un día dedicado a poner en valor las palabras como herramientas esenciales para el diálogo, la relación y el entendimiento entre los seres humanos. La forma en que se expresa el profesional en el ámbito hospitalario, su tono de voz, el ritmo de la conversación y los gestos, que forman parte del lenguaje no verbal, dan forma a esa relación tan directa con el enfermo.
Julio García Gómez, experto en comunicación de la Fundación Casaverde y docente del diploma y curso de comunicación en salud de la Fundación Economía y Salud, subraya la relevancia de las palabras en la construcción de una comunicación efectiva. Las palabras acompañan cada momento del proceso de atención sanitaria. Desde el primer contacto entre el paciente y el médico, hasta el acompañamiento en procesos de rehabilitación. La forma en que los profesionales sanitarios se expresan, su tono de voz y sus gestos, son esenciales para generar confianza y comprensión en los pacientes.
Las palabras acompañan cada momento del proceso de atención sanitaria, desde el primer contacto hasta el acompañamiento médico-paciente
En el caso de los más mayores, tanto en sus hogares como en las residencias, la palabra cobra un gran valor para expresar sus emociones, inquietudes y planes de vida. Es vital que los profesionales de la salud y las familias se involucren en una comunicación cercana. Lo mismo ocurre en la infancia, la palabra es fundamental en el proceso de aprendizaje. Además, la comprensión entre el entorno familiar y social es primordial para el desarrollo de los niños.
Aún tiene valor sellar un acuerdo con “te doy mi palabra” y que las palabras sean el vehículo del diálogo interpersonal, tanto físico como en nuevos canales. La tecnología también ha transformado la comunicación, permitiendo que las palabras se transmitan no solo de forma verbal, sino también mediante herramientas digitales, redes sociales y la inteligencia artificial. Esta última puede incluso convertir nuestras palabras en imágenes, demostrando la flexibilidad y alcance de la palabra en el contexto actual.
“No hay palabra mal dicha, sino mal interpretada”, destaca García Gómez
Las palabras no solo se pronuncian con una intención específica, sino que también son parte de la cultura y tradición heredada de generación en generación. El acento, determinado por las particularidades fonéticas, rítmicas y melódicas del habla de una región, es una herramienta clave en la comunicación, y debe ser defendido como un aspecto esencial de la identidad cultural de cada persona y territorio. La importancia de las palabras va más allá de su simple pronunciación. Como señala García Gómez, “no hay palabra mal dicha, sino mal interpretada”, que refleja cómo la efectividad de la comunicación depende del uso de las palabras.
Redactar un texto con estilo, con la ortografía correcta, la puntuación precisa, los
verbos y adjetivos adecuados, nos muestra la dimensión más útil y práctica del arte
de encadenar palabras para expresar ideas. En la situación actual del auge de las tecnologías, es necesario redactar con cuidado para evitar malentendidos y conseguir eficiencia en la expresión. Las palabras son un factor clave para el diálogo, la negociación, las relaciones familiares y sociales. La comunicación entre personas hace uso de la palabra para designar ideas y pensamientos y a la vez es la herramienta más eficaz en cualquiera de los ámbitos donde nos desenvolvemos cada día.