“Si demostramos que con compuestos del aceite de oliva puedes tener una dieta antiinflamatoria, se debería trasladar desde los colegios”

La Dra. de Andrés lidera un trabajo sobre la búsqueda de biomarcadores epigenéticos en la prevención de la artrosis, que se hizo con el segundo premio de las Ayudas a la Investigación en Nutrición

Mª Carmen de Andrés dieta aceite de oliva

Nieves Sebastián Mongares
Gabriela Vázquez Vegas (Fotografía y vídeo)
Cada vez más estudios reflejan la importancia de la alimentación por el impacto que tiene sobre la salud. Concretamente, productos como el aceite de oliva virgen extra han mostrado ya múltiples beneficios. Por ello, la Dra. Mª del Carmen de Andrés, directora del Grupo de Investigación en Reumatología (GIR) del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC), que lidera el proyecto de investigación ‘Búsqueda de biomarcadores epigenéticos en la prevención de artrosis con la dieta mediterránea’ busca demostrar cómo este alimento puede ayudar a prevenir o controlar la sintomatología asociada a la artrosis.

La alta calidad del diseño metodológico y el impacto que pueden tener estos hallazgos sobre los pacientes, han hecho que este proyecto se haga con el segundo premio en la II Edición de las Ayudas a la Investigación en Nutrición que convocan iSanidad y Herbalife.

¿Qué indicios o datos llevaron a iniciar esta investigación para ver el impacto de la nutrición como parte del tratamiento no farmacológico en artrosis?
Este proyecto se basa en un estudio que se llama Predimed (Prevención con dieta mediterránea), que es bastante conocido, porque es un estudio multicéntrico de los mayores que hay en España en enfermedades cardiovasculares. En este se vio que, con una mayor adherencia a la dieta mediterránea, había un menor índice de episodios cardiovasculares. Entonces, el equipo de Predimed está incluido en el proyecto y de aquí surge un poco la idea.

“En Predimed se vio que, con una mayor adherencia a la dieta mediterránea, había un menor índice de episodios cardiovasculares”

¿Por qué se han enfocado en la búsqueda de estos biomarcadores para la prevención de la patología y cómo se espera que el control de la dieta pueda contribuir a la remodelación de las marcas epigenéticas?
El campo en el que trabajamos nosotros en el laboratorio es la influencia del ambiente en los genes. El ambiente puede ser la dieta, el tabaco, la contaminación… Yo estoy especialmente interesada en la dieta, ya que en investigaciones anteriores hemos visto como la epigenética está regulada en la artrosis. Entonces, el objetivo es ver cómo la dieta podría regular modificaciones reversibles y poder hacer algo, cambiando el pensamiento que había hasta ahora de que la artrosis era una enfermedad de la vejez en la que no se podía hacer nada.

¿Qué impacto se espera que tenga intervenir a nivel de dieta en estos pacientes? ¿Han obtenido, a día de hoy, algún hallazgo o conclusión relevante?
En el laboratorio, el mayor impacto que queremos ver son las marcas epigenéticas, que no son más que biomarcadores que ayudan a predecir el curso de la enfermedad. Pero lo más importante es que los pacientes tengan menos dolor. No tenemos de momento ningún resultado por la crisis mundial que ha habido con el aceite de oliva, en el que se ha triplicado su precio, por lo que nos ha costado mucho conseguirlo. El aceite llegó hace dos semanas al hospital y vamos a empezar ya mismo a reclutar pacientes, para lo que estamos viendo temas de ética o cómo incluirles para empezar cuanto antes.

“En el laboratorio, el mayor impacto que queremos ver son las marcas epigenéticas, que no son más que biomarcadores que ayudan a predecir el curso de la enfermedad. Pero lo más importante es que los pacientes tengan menos dolor”

En el estudio se enfatiza en la importancia de la adherencia en este tipo de intervención. ¿Cómo se incluye dentro de la investigación el refuerzo de este aspecto?
Como contexto hay que explicar que yo concretamente soy bióloga y trabajamos en un grupo de reumatología. Pero este estudio es parte del grupo de endocrinología. Hemos visto, haciendo encuestas a pacientes, que a la gente no le gusta reconocer que no come bien. Entonces, es importante que les refuerces llamándoles y motivándoles. En Predimed tiene un protocolo específico para ello, y van a ser ellos los que nos enseñen a nosotros, en Coruña, que somos los expertos en epigenética y a otro grupo de Sabadell que es el de reumatología, que no sólo es darles el aceite, sino que hay que llevarles un poco de la mano para motivarles y que se adhieran a la dieta.

“Hemos visto, haciendo encuestas a pacientes, que a la gente no le gusta reconocer que no come bien. Entonces, es importante que les refuerces llamándoles y motivándoles”

¿Cómo es el equipo que trabaja en este proyecto y cómo es la coordinación dentro del mismo?
Es un proyecto multicéntrico, de tres centros y nace un poco con el equipo de Cataluña que fueron los que lideraron el protocolo de artrosis. Por mi parte, yo me encargo de la epigenética y luego un grupo de las Palmas es experto en Predimed. Es un triángulo en el que los tres vértices aportan algo. Yo soy la coordinadora y de mí partió la idea de pedir al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) que lo financiara. Es complicado coordinar a tanta gente, pero como todos los agentes involucrados tienen ganas de hacerlo y están motivados, esto ayuda bastante.

Lo que hemos hecho hasta el momento, ya que no hemos podido empezar a reclutar a los pacientes, es reunirnos telemáticamente. Sobre todo, con las personas que se encargan del aceite, que de hecho hemos tenido más evaluación por parte de ellos que del ISCIII, porque son muchos litros de aceite. Este es otro punto de adherencia que comentábamos; es importante que toda la familia coma lo mismo para lograrlo, no cocinar específicamente para cada persona. Esto se ha tenido que modificar de la misma manera que en la segunda parte de Predimed, que se denomina Predimed Plus, y solo se incluye al paciente, básicamente por el precio.

“Otro punto de adherencia es que es importante que toda la familia coma lo mismo para lograrlo, no cocinar específicamente para cada persona”

Una vez se complete la investigación, si efectivamente se demuestra el efecto de la dieta mediterránea en los pacientes que incluye el proyecto, ¿Cómo ha de trasladarse esta información a los especialistas implicados en el manejo de la artrosis?
Creo en un manejo de la artrosis desde la prevención. Una vez está avanzada, no es que no haya nada que hacer. Hay que curar el dolor. Pero es más difícil revertirlo por la naturaleza de la enfermedad. Si un paciente de artrosis va a la consulta lo primero que le van a decir es que baje de peso, camine… Esto también se traslada a tener una buena nutrición. En el caso de que podamos demostrar que, con compuestos del aceite de oliva, los polifenoles, puedes tener una dieta antiinflamatoria, que básicamente es lo que hacemos, se debería trasladar desde los colegios.

Es un cambio de mentalidad, que la gente se nutra bien. Parece que como estamos en un país mediterráneo, todo el mundo toma aceite de oliva virgen extra. Pero no es así; no todo el mundo se lo puede permitir y es sólo el virgen extra el que tiene estas características. Entonces, si se ve que tiene un efecto beneficioso, ha de transmitirse a los niños y a las familias, mediante actividades como en el Día de la Ciencia, en la calle o en los colegios. Es necesario ir cambiando la mentalidad de que si se come bien va a tener una repercusión beneficiosa, en las articulaciones en este caso. Pero se extiende a más aspectos, porque se ha visto ya que es beneficioso para muchas cosas.

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