AseBio celebra 25 años cultivando el crecimiento de ecosistema biotecnológico en España

La Asociación Española de Bioempresas, AseBio, celebró su cuarto de siglo repasando la trayectoria de la entidad y los hitos logrados por el sector biotecnológico durante estos años

AseBio

Nieves Sebastián Mongares
Durante sus 25 años de historia, AseBio ha estado “bioinspirada” para impulsar el desarrollo y avance de la biotecnología. Así lo expuso durante el evento en el que se conmemoró este cuarto de siglo de la Asociación Española de Bioempresas (AseBio) el exsecretario general de la entidad, Jorge Barrero. Y este primer impulso fue esencial para el desarrollo que ha tenido la asociación hasta el momento actual. De hecho, en palabras de Ion Arocena, actual director general de la entidad, “este inicio creó una reputación fantástica que nos permitió construir sobre esa base”.

Ahora, indicó Arocena, este camino debe continuar. “Nos tenemos que quitar complejos” aseveró el director general de AseBio. Y es que, como agregó, “es un gran éxito haber aunado a todo el ecosistema sectorial y a través de la diversidad territorial”, en un periodo de tiempo en que “se ha ido creciendo, incorporando nuevos socios y trabajando para que AseBio sea reconocida”. Por ello, con la mirada puesta en el futuro, ahora la actividad de la asociación pasa según Arocena por “ser propositivos en generar materiales, documentos y propuestas de valor”.

Desde los orígenes hasta la actualidad

Marisa Poncela, subdirectora General de Innovación y de Programas Tecnológicos en el Ministerio de Industria y en el Ministerio de Ciencia y Tecnología entre 1993 y 2004 y Fernando Royo, presidente de AseBio entre 2001 y 2004, fueron parte del germen de la asociación.

Poncela, desde su cargo en el ministerio, recibió la información de que había un grupo de empresas del sector biotecnológico, que estaba experimentando un gran crecimiento en otros países. “Vi que era una industria naciente que había que apoyar”, apuntó. “En ese momento había 50 empresas muy pequeñas, pero con mucha ciencia, mucha tecnología y había que protegerlo; se vio que había que crear una asociación y necesitábamos que creciese por lo que podían llegar a conseguir y ahora esas empresas están en áreas de gran importancia como las terapias génicas”, desarrolló Poncela. Y Royo puso de relieve el esfuerzo que se hizo en estos orígenes, con subvenciones que se conseguían poco a poco. “Intentamos ser desde el principio lo que llamamos una patronal del siglo XXI, ser una asociación empresarial, pero incorporando paulatinamente una serie de actores muy relevantes como universidades o centros públicos de investigación”, destacó.

Desde el inicio de AseBio, las personas involucradas vieron que había un pequeño grupo de empresas con mucha ciencia y tecnología que había que proteger e impulsar

Entre 2005 y 2008 Cristina Garmendia ocupó la presidencia de AseBio. “Nos dimos cuenta de que, al contar nuestra historia, esta tenía interés, nos recibían del ministerio… y pensamos que podría tener su espacio, ya que además las empresas de biotecnología empezaron a tener un movimiento interesante”, expresó Garmendia. En este momento apareció el dilema de cómo, con el crecimiento que estaba experimentando la asociación, se podían lograr fondos para sobrevivir, y se tomó una decisión que Garmendia tildó de difícil, que fue la de subir las cuotas, aun a expensas de que algunos socios no pudieran permitírselo, para poder fichar a un equipo dentro de AseBio y seguir la tendencia creciente.

En 2008, Cristina Garmendia fue nombrada ministra de Ciencia e Innovación y José María Fernández Sousa recogió el testigo de la presidencia en un momento clave para la financiación e internacionalización del sector. “Nuestra cuenta de resultados era muy pobre, y después del BioSpain que se celebró en Pamplona obtuvimos un resultado positivo”. En este hito, Sousa destacó el equipo humano que hubo detrás de este avance y para conseguir el apoyo de diferentes entidades del sector.

En 2011 Regina Revilla relevó a Sousa en la presidencia de AseBio. Esto sucedió en un momento en el que como destacó Revilla, “los medios empezaron a demandar entrevistas e información, impulsamos el Premio en Comunicación y se pusieron en marcha las redes sociales también para acercar la biotecnología al gran público”. Revilla resaltó que en 2014 el sector biotecnológico vivió “un despegue enorme” y un avance que cada vez era mayor, llegando incluso a celebrarse reuniones en Latinoamérica ‘BioLatAm’.

Durante su desarrollo, AseBio fue consiguiendo socios y fondos que le ayudaron a crecer e ir cumpliendo objetivos

Tras Regina Revilla, llegó Jordi Martí a la presidencia. Ocupando el cargo entre 2016 y 2019. “Hemos sido autoexigentes y hay que celebrarlo, ya que las cosas no pasan por casualidad”. Además, Martí resaltó que durante sus años en el cargo uno de los grandes trabajos fue el de ver “cómo seguir profesionalizando la asociación y ponerla como portavoz para todo lo que tuviera que ver con innovación y biotecnología”.

Ana Polanco presidió AseBio entre 2020 y 2023, periodo que como ella misma destacó estuvo marcado por el Covid-19. “Nos pusimos a trabajar con una agilidad espectacular con los socios y el sector reorientó sus actividades, poniendo a disposición de los pacientes hasta 170 soluciones”. De hecho, se llegó a poner en marcha dentro de la asociación un grupo de trabajo de test diagnósticos. También, como destacó Polanco, “surgieron las primeras vacunas de ARN mensajero, en las que ya se venía trabajando para agentes infecciosos o cáncer, lo que da un mensaje claro: trabajar en biotecnología es trabajar en el futuro”. Prueba de ello, indicó Polanco, es aparte de la respuesta ante retos puntuales o amenazas sanitarias como el Covid-19, la biotecnología ofrece soluciones ante retos como el envejecimiento de la población y la consiguiente tensión sobre los sistemas sanitarios.

En la pandemia el sector biotecnológico mostró su músculo, ofreciendo soluciones diagnósticas y terapéuticas así como vacunas que fueron esenciales en la lucha contra el Covid-19

Actualmente es Rocío Arroyo quien preside AseBio. Y lo hace en un momento en el que, como ella misma manifestó, “las empresas invierten mucho más en ciencia e I+D, se genera más empleo y se manejan cifras de negocio mucho mayores”. “Hace 25 años veíamos la secuencia completa del genoma por primera vez y ahora estamos con terapias dirigidas y seleccionando respondedores por su perfil genético o usando terapias como las CAR-T, con avances en diagnóstico como los del Covid-19, vacunando con ARN mensajero o viendo la evolución de la edición genética y las Crispr”, desarrolló Arroyo. Por ello, la presidenta de AseBio puso en valor la fortaleza del sector biotecnológico y la capacidad de crear comunidad para construir el ecosistema del sector en el país, todavía con afán de crecimiento y expansión.

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