La obesidad y su conexión con el cambio climático: genera hasta el 1,6% de las emisiones globales de efecto invernadero

Según Marta Giralt Oms, existen estimaciones que indican que una persona con sobrepeso genera "aproximadamente una tonelada más" de dióxido de carbono al año que una persona delgada

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Redacción
La obesidad, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo, también tiene un impacto directo en el medioambiente. Según Marta Giralt Oms, catedrática del Departamento de Bioquímica y Biomedicina Molecular de la Universitat de Barcelona (UB), “la actual epidemia mundial de obesidad se produce en paralelo al calentamiento global asociado al cambio climático”, ha manifestado  en el marco del XX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo).

En este foro la catedrática ha analizado la relación recíproca y de retroalimentación entre la obesidad y el calentamiento global asociado al cambio climático. “Hay estimaciones que indican que una persona con sobrepeso genera aproximadamente una tonelada más de dióxido de carbono al año que una persona delgada, con lo que la obesidad podría suponer el 1,6% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, según ha dicho la experta catalana.

“La actual epidemia mundial de obesidad se produce en paralelo al calentamiento global asociado al cambio climático”

No obstante, como ha matizado, “es fundamental utilizar y difundir adecuadamente los datos objetivos sobre la contribución de la población con sobrepeso y obesidad al aumento del calentamiento global, para evitar contribuir inadvertidamente a la estigmatización de las personas que viven con obesidad o sobrepeso”.

Ante esta situación, como demanda la catedrática de la UB, “nuestra sociedad debe hacer el máximo esfuerzo posible para prevenir el cambio climático, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial; ello, sin duda, repercutirá positivamente en la prevención de la obesidad. Recíprocamente, cualquier acción eficaz dirigida a la prevención y tratamiento de la obesidad, como las que se promueven desde la Seedo, puede tener efectos positivos no sólo en las personas individuales sino también a nivel global, favoreciendo la ralentización del calentamiento global.

“Nuestra sociedad debe hacer el máximo esfuerzo posible para prevenir el cambio climático, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial”

Calentamiento global como inductor de la obesidad

El cambio climático está incidiendo en un aumento de las temperaturas ambientales. Hace poco más de una década se demostró la relevancia del tejido adiposo pardo activo en personas adultas, así como la existencia de células adiposas beigedispersas en depósitos de tejido adiposo blanco, pero con propiedades termogénicas. De esta forma, se podido evidenciar la importancia de estos procesos de termogénesis adaptativa en respuesta a la temperatura ambiental en la población humana.

Así, se considera que bloquear estos procesos en condiciones de altas temperaturas proporciona una explicación fisiopatológica del efecto inductor del calentamiento global sobre la obesidad. “En nuestro laboratorio de Metabolismo Molecular y Patologías Asociadas de la UB estamos trabajando para comprender el impacto de la represión de la grasa parda mediada por calor en la salud metabólica en roedores y humanos”, ha informado Marta Giralt.

El caso de España

Estudios pioneros (como el estudio Di@bet.es) realizados en población española de diferentes zonas geográficas mostraron que, independientemente de múltiples factores biológicos y socioeconómicos, existe una relación significativa entre la temperatura ambiental y la prevalencia de obesidad, observándose un gradiente norte-sur de mayor riesgo de desarrollo de obesidad asociado al aumento de temperatura ambiental.

“Se ha observado una disminución relevante en la expresión de genes implicados en el pardeamiento del tejido adiposo de individuos que viven en zonas con altas temperaturas ambientales”

No es el único estudio que arroja luz sobre esta relación entre calentamiento global y obesidad en nuestro país. Este año se ha publicado otro estudio en población española que confirma el mismo gradiente norte-sur; en concreto, “se ha observado una disminución relevante en la expresión de genes implicados en el pardeamiento del tejido adiposo de individuos que viven en zonas con altas temperaturas ambientales”, ha explicadoMarta Giralt. Así pues, “esta represión estable de la capacidad termogénica podría contribuir a la mayor prevalencia de obesidad.

Como mensaje final, la investigadora de la Universitat de Barcelona, ha recalcado que promover la prevención de la obesidad o revertir esta enfermedad no sólo tiene efectos directos sobre la salud individual, sino que también puede generar beneficios sustanciales para el medio ambiente y, consiguientemente, para la salud global”.

Guías para cambiar el rumbo de la obesidad

La Seedo ha presentado la versión actualizada de la Guía GIRO, un documento clave para el manejo integral y multidisciplinar de la obesidad en adultos. Esta actualización, que ha triplicado la participación de sociedades científicas y asociaciones de pacientes en solo cinco meses, busca un abordaje más transversal y efectivo de la obesidad. Inspirada en una guía canadiense y adaptada al contexto español, GIRO incluye novedades como un algoritmo de tratamiento farmacológico basado en evidencia, subrayando la necesidad de tratar la obesidad como una enfermedad crónica y multifactorial.

Además de GIRO, Seedo ha desarrollado otras guías prácticas, como la destinada al diseño de programas de ejercicio físico para personas con obesidad. Esta guía busca estandarizar la práctica profesional, promover la colaboración interdisciplinar, mejorar la calidad de vida de los pacientes y fomentar la investigación. Es un recurso esencial que proporciona pautas claras y efectivas para intervenciones personalizadas, centrándose en la condición física, metabólica y psicológica de los pacientes, y en la progresión integral de sus capacidades.

También se han presentado documentos específicos para áreas como la obesidad y los tratamientos endoscópicos, con pautas para nutricionistas y especialistas en actividad física, y para el manejo de la obesidad en enfermedades inflamatorias intestinales. Este último incluye recomendaciones sobre obesidad sarcopénica y el uso de análogos de GLP-1, destacando la necesidad de estrategias adaptadas a las características individuales y la sintomatología de los pacientes.

Por último, las guías dietéticas Seedo 2024 ofrecen mensajes clave para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos, enfatizando la importancia de la adherencia terapéutica, la personalización de las intervenciones dietéticas y el déficit calórico. Estas guías destacan la relevancia de combinar conocimientos científicos con la práctica clínica, adaptándose a las necesidades de cada paciente para lograr resultados sostenibles a largo plazo.

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