Nieves Sebastián Mongares
El envejecimiento de la población conlleva una reconfiguración de los sistemas sanitarios en los que, de cara a optimizar la atención a los pacientes y los recursos, la atención intermedia jugará un papel cada vez más importante. Juan Francisco Seco, gerente de los hospitales San Juan de Dios de León y Burgos, pone en valor la atención que se presta tanto a nivel de estos centros como de atención domiciliaria para mejorar el bienestar del paciente y fomentar su autonomía.
¿Cómo es el trabajo que se hace a diario desde la gerencia de estos centros para garantizar que se ofrece una asistencia óptima?
Poder prestar un conjunto de cuidados a aquellos enfermos, generalmente crónicos, que pueden beneficiarse de una actuación sinérgica y simultánea de los servicios sanitarios y sociales con la finalidad de aumentar su autonomía, paliar sus limitaciones o sufrimientos y reinserción social, es altamente complejo. Nuestro trabajo diario con la atención intermedia tiene una gran importancia. Se trata por lo general de un paciente altamente vulnerable, de edad avanzada, pluripatológico, que ha sufrido un agravamiento repentino de su enfermedad y que se complica por otra serie de patologías adicionales que desgraciadamente, arrastra desde hace tiempo.
“Nuestro trabajo diario con la atención intermedia se trata por lo general de un paciente altamente vulnerable, de edad avanzada, pluripatológico”
Nuestro trabajo consiste en facilitar una recuperación lo más rápida posible, teniendo en cuenta su situación de base. Esto implica una intervención multidisciplinar donde deben colaborar distintas especialidades médicas y diagnósticas, para llegar a un diagnóstico lo más preciso posible e iniciar el proceso de recuperación. En este apartado, es básica la intervención del personal de enfermería, encargado de curar y cuidar a los pacientes, ejecutando las órdenes pautadas por el equipo médico. Todo ello lo tratamos de realizar con cercanía, prestando una atención lo más personalizada posible, involucrando a la familia en el proceso de cuidados, preparándola para el momento del alta e involucrando al paciente en la medida de sus posibilidades en la toma de decisiones en conjunto con el equipo asistencial.
¿Cómo se coordina la actividad con los centros de agudos que derivan a estos pacientes? ¿Y con la atención primaria?
En San Juan de Dios la colaboración conjunta con el personal de referencia que nos remite los pacientes es fundamental. Hay que tener presente que se trata de una intervención limitada en el tiempo, donde el perfil de los pacientes, los puntos de entrada y salida, deben estar muy bien definidos. Para conseguirlo, es preciso una excelente coordinación y continuidad de cuidados entre los hospitales y atención primaria. En nuestro caso, el Caule es el hospital de referencia para León y el Caubu para el caso de Burgos.
Tenemos que estar muy agradecidos por el nivel de interlocución diaria y de colaboración que mantenemos con ambos, tanto con los servicios de referencia que nos suelen derivar estos pacientes (urgencias, medicina interna, geriatría, neumología, cuidados paliativos, etc.) y también con los servicios de admisión. Desde luego, este buen trabajo de los equipos asistenciales de nuestros centros de referencia y de nuestros hospitales no sería posible sin el alineamiento que mantenemos desde las direcciones de ambos centros.
“Con atención primaria también existe un buen nivel de coordinación, sobre todo con los equipos de atención domiciliaria”
Con atención primaria también existe un buen nivel de coordinación, sobre todo con los equipos de atención domiciliaria. Hay que tener en cuenta que es habitual que estos pacientes tengan que ser hospitalizados de manera recurrente durante los últimos años de su vida, y ello exige que la atención primaria cuente con información y soporte suficiente. Sin embargo, creemos que en este ámbito existe aún margen de mejora, puesto que lamentablemente, con el sistema actual, nuestro trabajo finaliza con el alta hospitalaria del paciente y las necesidades del paciente y su familia pueden haberse modificado, porque han superado el proceso agudo, pero no han desaparecido las necesidades de cuidados para la convalecencia y recuperación que seguramente necesite seguir recibiendo.
¿Cómo se coordina desde la gerencia el trabajo multidisciplinar en los centros de León y Burgos?
Es preciso y necesario desarrollar estructuras asistenciales adecuadas y adaptadas a los recursos disponibles e integrarlas de forma efectiva en nuestro entorno sanitario. El peso y la importancia que tiene en nuestro trabajo este tipo de pacientes es muy alto. Anualmente, entre Burgos y León hospitalizamos a más de 3.000 pacientes de estas características, que generan más 60.000 estancias anuales de hospitalización.
“Diariamente más de 300 profesionales prestan atención directa a estos pacientes y sus familias, a los que hay que unir los de otros servicios soporte”
Nuestro servicio pretende facilitar al paciente y a sus familias una atención técnica de alta calidad, humana, profesional, personalizada y cercana. Ello implica que múltiples profesionales tengan que coordinarse diariamente para prestar la atención de calidad que pretendemos: médicos especialistas, enfermeros y personal auxiliar de enfermería, nutricionistas, fisioterapeutas, terapeutas… Pero también es prioritaria la participación de otros servicios, como la farmacia hospitalaria, los trabajadores sociales, psicólogos, rehabilitadores, atención al paciente… diariamente más de 300 profesionales prestan atención directa a estos pacientes y sus familias, a los que hay que unir los de otros servicios soporte, como los ya mencionados, pero también la limpieza y la alimentación.
Es un trabajo cada vez más complejo, ya no sólo por la situación clínica de los pacientes, sino por los problemas y necesidades familiares y sociales que presentan: soledad no deseada, pérdida de vínculos familiares, situaciones económicas complejas, el temor al alta hospitalaria y a encontrarse sin el soporte del hospital…
“Entre Burgos y León hospitalizamos a más de 3.000 pacientes de estas características, que generan más 60.000 estancias anuales de hospitalización”
¿Qué necesidades o retos pendientes considera que existen en el momento actual respecto a la atención intermedia en España?
Actualmente, la oferta de atención intermedia en España es insuficiente y asimétrica. Pero este problema no sólo afecta al número de camas disponibles, también a la atención domiciliaria. La adaptación al nuevo escenario demográfico y epidemiológico es un reto crucial para el Sistema Nacional de Salud.
A menudo, el foco de los problemas de la sanidad se centra en las listas de espera quirúrgicas y diagnósticas y los problemas accesibilidad del sistema sanitario. Pero no somos conscientes del enorme campo de acción que tiene la atención intermedia. Se calcula que en 2030 en España habrá 12 millones de personas mayores de 65 y que en 2050 esta población superará los 16 millones de personas. En consumo de recursos, el 65% de las camas de los hospitales están actualmente ocupadas por pacientes mayores de 65 años, el 25% por pacientes mayores de 80 años.
“La adaptación al nuevo escenario demográfico y epidemiológico es un reto crucial para el Sistema Nacional de Salud”
Esta situación está cerca de convertirse en insostenible desde el punto de vista asistencial y económico. Y el problema se agravará como consecuencia del envejecimiento progresivo, las situaciones de soledad, la falta de apoyo familiar o la insuficiencia de profesionales sanitarios especializados. El paradigma de la atención intermedia debe cambiar inmediatamente. Los objetivos deben ser promover la máxima autonomía y una calidad de vida superior a estos pacientes evitando ingresos innecesarios o su institucionalización, realizando intervenciones sanitarias de corta duración y favoreciendo el retorno a su domicilio.
¿Cuáles cree que son las perspectivas de futuro de la atención intermedia española o hacia dónde cree que debe dirigirse?
De cara a los próximos años, la única alternativa será desarrollar una oferta suficiente de cuidados intermedios, tanto en instituciones u hospitales dedicados a ello, como en cuidados domiciliarios. Lo importante es que garanticen una transición efectiva del hospital de agudos a los servicios sanitarios de base. Esto permitirá liberar el uso inadecuado de camas actuales y poder absorber el crecimiento de ingresos agudos, así como de listas de espera quirúrgicas.
“El paradigma de la atención intermedia debe cambiar inmediatamente”
Ante este panorama el paradigma actual de la atención intermedia debe cambiar radicalmente. El coste y el consumo de recursos sanitarios no va a ser sostenible en un corto espacio de tiempo y es imposible continuar con la atención a estos pacientes en hospitales de agudos donde el coste de una cama supera los 700 euros diarios y el del proceso de hospitalización de estos pacientes puede superar los 15.000 euros. Desde los Hospitales San Juan de Dios de Burgos y León apostamos por un nuevo modelo de atención que denominamos “hospital sin paredes”, basado en un alto nivel de colaboración y organización entre los hospitales de referencia, los hospitales intermedios, atención primaria y los recursos sociales.
Creemos en un nuevo modelo donde podamos dar una asistencia remota a los pacientes, ya sea en su domicilio, en su residencia de mayores, u otros modelos como el cohousing, donde podamos tener monitorizados a los pacientes de manera remota y desde el propio hospital a través de dispositivos médicos asociados a la salud digital, alimentados por sistemas de inteligencia artificial que nos ayuden a triar, intervenir e incluso anticiparnos a una complicación del estado de ese paciente. Debemos desarrollar equipos asistenciales capaces de prestar atención domiciliaria en estas situaciones, y acudir a un ingreso hospitalario de corta estancia cuando las circunstancias lo requieran, para reintegrarlo a su vida habitual en el espacio más corto de tiempo.
“Desde los Hospitales San Juan de Dios de Burgos y León apostamos por un nuevo modelo de atención que denominamos ‘hospital sin paredes’, basado en un alto nivel de colaboración y organización”
El objetivo general es proporcionar una alta calidad de vida y nivel de autonomía, es decir, asegurar su bienestar. Y para ello, entendemos prioritaria la participación, junto con el equipo asistencial de atención remota, domiciliaria y hospitalaria, de otros profesionales como los trabajadores sociales, integradores sociales, terapeutas, que faciliten a estos pacientes otras necesidades, como el control de su nutrición, ayudas para actividades de la vida diaria y actividades de ocio. Y, naturalmente, con la participación del voluntariado de San Juan de Dios en el acompañamiento a estas personas que supone un trato diferencial en calidez, pero básico para el objetivo de asegurar su bienestar.
En este momento, desde San Juan de Dios en León y Burgos estamos trabajando en varios proyectos en colaboración con diversas startups, y contamos con una estrategia de desarrollo de sistemas de salud digital, porque tenemos que estar preparados lo antes posible para este cambio de escenario que se producirá en un corto espacio de tiempo.