J. L. G.
El debate electoral del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem) ha tenido lugar este lunes, a apenas una semana de que se celebren los comicios en los que los miles de colegiados madrileños decidirán el 17 de diciembre la próxima Junta Directiva que tomará las riendas de la institución colegial. Las candidaturas son tres: una continuista, la del actual presidente, el Dr. Manuel Martínez-Sellés; y dos nuevas, la de la Dra. Esther Rubio González y la del Dr. Tomás Merina Ortega. Los tres candidatos participaron en el único cara a cara que habrá. Y lo hicieron en la sede del Icomem, ante un auditorio prácticamente lleno.
El interés que parece haber en presidir la institución ha quedado también patente en el número de candidaturas presentadas: hasta cuatro. Aunque solo tres han sido finalmente las aceptadas por la Junta Electoral. Y, según advirtieron los candidatos durante el debate, el gran objetivo es que estas elecciones movilicen de forma destacada a los miles de colegiados madrileños que están inscritos. Las últimas elecciones, en 2020, apenas llegaron a una participación del 13%.
En la actualidad, están llamados a votar 52.256 colegiados a un proceso que la Junta Electoral, presidida por el Dr. Rafael del Río Villegas, velará por que “sea limpia y democrática”.
Los candidatos han reivindicado un colegio más “independiente” de los intereses políticos, sindicales o empresariales. Si bien desde distintos puntos de vista: el Dr. Martínez-Sellés lo ha dicho en el sentido de la institución y la profesión; Merina, respecto a no depender de “aseguradoras o grupos hospitalarios” y, en el caso de la Dra. Rubio, a la hora de situarse como una candidatura “de gente nueva” y libre de “ataduras”.
El presidente de la Junta Electoral aseguró que velarán por que las elecciones vivan un proceso “limpio y democrático” para los más de 50.000 colegiados madrileños
En este sentido, el primero de los tres bloques en los que se dividió la cita electoral abordó el papel que debería tener el Icomem y las medidas para mejorar su visibilidad. La Dra. Rubio ha enfatizado que el colegio esté del lado de “todos los médicos”. Por ejemplo, en la lucha por las guardias: “Se luchó y no se consiguió nada”, ha añadido, en referencia a las 10 horas que ahora o se rechazan (con la correspondiente pérdida económica) o se trabajan.
El Dr. Merina ha hecho un repaso por algunos de los principales puntos en los que quiere trabajar su candidatura. Entre otras, en atención primaria desburocratizar las consultas o materializar “agendas digeribles”; en hospitalaria, atajar la precariedad o reducir el burnout.
Por su parte, el Dr. Martínez-Sellés ha incidido en la importancia de respetar el tiempo de docencia e investigación en las 37,5 horas semanales y potenciar la digitalización del colegio. Momento en que anunció que, si sale elegido, creará un Observatorio de la IA aplicada a la Medicina “para conocer e incorporar” los avances en este campo. No obstante, y en respuesta a sus contrincantes, ha asegurado que “actualmente se trabaja mejor en primaria y hospitalaria que hace cuatro años”.
El debate tuvo también momentos de tensión por los reproches que los doctores Merina y Martínez-Sellés se intercambiaron. En especial, referidos a las cuentas de la actual Junta Directiva y, por otro lado, de las dudas sobre la integridad de la candidatura apoyada abiertamente por el sindicato Amyts (la del Dr. Merina).
Financiación del Icomem
Era una de las cuestiones más polémicas y también tuvo cabida durante el debate. La financiación del colegio de médicos madrileño y la necesidad de una mayor transparencia en las cuentas actuales. Así al menos lo manifestaron tanto la Dra. Rubio como el Dr. Merina, quienes abogaron por impulsar auditorías, no tanto para arrojar luz sobre las anteriores cuentas, sino para mostrar la transparencia de sus hipotéticos mandatos. Por parte de la primera, detalló que impulsará informes económicos “visibles, comprensibles y accesibles a todos” los colegiados.
En paralelo, el Dr. Martínez-Sellés puso de relieve las inversiones hechas durante estos cuatro años al frente. Que quedan patentes, explicó, en la reforma interior de la sede colegial o en la nueva cafetería. Todo ello reporta anualmente, añadió, en torno a un millón de euros anuales en concepto de alquiler de espacios para eventos.
Salió a colación también la cuestión de las sedes del Icomem, ubicadas tanto en la calle Santa Isabel como en Esparteros. A juicio del Dr. Merina, un gasto que no ha retornado; para el Dr. Martínez-Sellés, una necesidad en infraestructuras que estaban abandonadas y en riesgo de ocupación, como la de Santa Isabel.
Jubilados y residentes
A su vez, todas las candidaturas quisieron atraer el voto de algunos de los principales grupos de colegiados: tanto los médicos jóvenes como los jubilados, que en total representan en torno al 30% del total de la masa colegial. Las medidas para llegar a ellos pasan desde la que reiteró el Dr. Martínez-Sellés con la reducción de cuotas colegiales (un 25% general y más en el caso de residentes), hasta poner en valor la figura del médico jubilado, como defendió el Dr. Merina, de cara a mentorizar a los jóvenes. Incluso agregó la figura de otro profesional, como la del forense, para que cuenten con un número personal.
También se preguntaron por la formación. Según reprochó la Dra. Rubio, “la realidad que se vive en Madrid es que los compañeros preguntan y no saben para qué sirve lo que pagan [de cuota]”. De ahí que criticase al Dr. Martínez-Sellés que en los últimos cuatro años no habían conseguido “llegar a la gente que se quiere formar”, y lamentó el desaprovechamiento, en su opinión, que hay de los múltiples espacios con que cuenta el colegio.
Otra de las promesas del Dr. Merina fue que, de proclamarse vencedor en los comicios, trabajará para proporcionar “IA premium” para todos los médicos de Madrid.
Todos los candidatos subrayaron también la importancia de fortalecer los lazos con las facultades de Medicina y reivindicar también la figura del médico en ejercicio privado.