Nieves Sebastián Mongares
En un contexto de envejecimiento de la población y de aumento de la esperanza de vida, el papel de los especialistas en geriatría va ganando cada vez más relevancia. Además, precisamente por estos motivos, se erigen como el profesional que orquesta la atención de los pacientes en la atención intermedia. De hecho, como explica José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la entidad cuenta con un grupo de trabajo específico para este nivel asistencial.
¿Qué papel juega la atención intermedia hospitalaria en geriatría, como recurso entre la atención en hospitales de agudos y la atención primaria?
Juega un papel fundamental porque se encarga de que aquellas personas que necesitan recuperación funcional después de una enfermedad aguda o un accidente puedan volver a su domicilio en las mejores condiciones desde un punto de vista funcional y de tratamiento. Un ejemplo sería una persona mayor que tiene una fractura de cadera por una caída; la atención intermedia es capaz, una vez pasada la fase aguda, de hacer la recuperación y la fisioterapia para que esta persona vuelva a caminar.
Otro ejemplo: una persona con ictus, con consecuencias como dificultad para movilizar una parte del cuerpo o andar correctamente, ya que tiene disartria, una hemiparesia, y necesita rehabilitación. En este caso, se requiere fisioterapia, a veces también terapia ocupacional, soporte psicológico, y toda esta aproximación interdisciplinar una vez ha pasado la fase aguda es muy importante para que la persona sea lo más autónoma posible.
“La aproximación interdisciplinar una vez ha pasado la fase aguda es muy importante para que la persona sea lo más autónoma posible”
Son recursos muy importantes y que, en el futuro, lo serán cada vez más, porque al tener una población con más envejecimiento o más longeva, acaban teniendo en edades avanzadas este tipo de enfermedades. Cada vez tendremos que atender en el sistema sanitario a más pacientes con estas características.
¿Cómo se combinan la atención intermedia hospitalaria y la domiciliaria en estos pacientes, en un contexto de envejecimiento de la población con el aumento de enfermedades crónicas que esto conlleva?
Después de la fase aguda, como geriatras defendemos siempre que haya unidades de hospitalización de agudos en los hospitales, porque creemos que atendemos de forma más interdisciplinar y completa a las personas mayores complejas, con más enfermedades crónicas, y en situación de debilidad social o fragilidad. En esta fase de agudos se puede hacer la recuperación funcional en domicilio o en unidades hospitalarias. En ambos casos se dispensa una atención interdisciplinar con médico, enfermera, trabajador social, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional y, en muchos casos, también atención psicológica. Sin embargo, depende de si hay recursos o no: hay zonas que no tienen ningún tipo de atención ni otra, y hay escasa recuperación funcional en lugares como toda Valencia o toda Andalucía. Y en otras zonas hay disponibilidad de recursos.
En estos casos, es necesario el ingreso porque son clínicamente complejos que requieren tratamientos que solo se pueden dispensar dentro de un hospital. Por ejemplo, un control radiológico, o seguimiento con un cardiólogo, o que el paciente no tenga capacidad de regresar a su domicilio porque no cuenta con soporte suficiente, como un cuidador adecuado. En ese caso se ingresa al paciente en una unidad de ingreso, pero cuando no es posible, poder hacerlo en domicilio es mejor porque el paciente en general se siente más cómodo y la familia también. Para eso se necesita un cuidador no profesional, generalmente un familiar, y un domicilio en condiciones que permita que un fisioterapeuta pueda hacer la terapia, o un terapeuta ocupacional.
“Se ha empezado a elaborar un censo de los recursos en España, diferenciando si son de tipo ambulatorio, domiciliario, y cómo están ligados a los hospitales agudos”
Además, disponemos de más medios tecnológicos, para poder contactar con las personas en domicilio, no solo por teléfono, sino también por videollamada y monitorizar con dispositivos de tensión arterial, frecuencia cardíaca, oxígeno en sangre, etc.
¿Cómo se configura el trabajo multidisciplinar en atención intermedia y qué papel juegan los especialistas en geriatría?
En general, el especialista en geriatría es el líder de los equipos interdisciplinares, quien marca la pauta. El equipo interdisciplinar evalúa los problemas del paciente, la mayoría de índole clínica, pero también de tipo funcional o social. Por ejemplo, si un paciente tiene enfermedades pulmonares, cardíacas y diabetes, el seguimiento lo lleva un especialista en geriatría junto con la enfermera, pero muchas veces también tienen problemas de movilidad y necesitan un fisioterapeuta, o requieren soporte social.
“El equipo interdisciplinar evalúa los problemas del paciente, la mayoría de índole clínica, pero también de tipo funcional o social”
Un profesional tiene que darles solución y hacer un seguimiento, ya que pueden quedar con una pequeña dependencia y no ser capaces de comer o moverse por sí solos. El equipo interdisciplinar evalúa en conjunto cada caso en sus aspectos clínicos, funcionales, de terapia ocupacional, sociales, emocionales y mentales, para lo cual es importante contar con un psicólogo. Este equipo establece objetivos a cumplir, realiza un seguimiento periódico y evalúa el progreso del paciente; si los objetivos se logran o si hay estancamiento, se da el alta y se pasa a la atención domiciliaria.
¿Cuáles son las principales líneas de trabajo que se están siguiendo en la actualidad dentro del grupo de trabajo de atención intermedia de la SEGG?
El grupo de atención intermedia se constituyó hace relativamente poco. Se ha hecho una primera aproximación interesante, pues se ha empezado a elaborar un censo de los recursos en España, diferenciando si son de tipo ambulatorio, domiciliario, y cómo están ligados a los hospitales de agudos. Este estudio, que esperamos publicar en los próximos meses, será muy importante para planificar y hacer seguimiento.
“Se ha empezado a elaborar un censo de los recursos en España, diferenciando si son de tipo ambulatorio, domiciliario, y cómo están ligados a los hospitales de agudos”
Además, se están actualizando los protocolos de actuación en patologías frecuentes, como la atención intermedia en fracturas de cadera, ictus, inmovilización tras periodos de agudización en enfermedades crónicas como EPOC e insuficiencia cardíaca. Muchas veces, estas reagudizaciones requieren tratamiento de baja complejidad, pero con cuidados de movilidad y rehabilitación, incluyendo valoración social para apoyo en el hogar.
¿Cuáles considera que son las principales necesidades no cubiertas en geriatría dentro de la atención intermedia y cómo cree que se ha de avanzar para solventarlas?
Es necesario implementar unidades de rehabilitación geriátrica, tanto de internamiento como domiciliarias, en todo el país. Hay grandes zonas que necesitan inversión para incrementar estas unidades de atención geriátrica de internamiento. Por ejemplo, Madrid tiene varias de media estancia en Guadarrama, Fuenfría o Villa del Prado, pero sería bueno tenerlas en la capital, donde hay mayor población. Castilla-La Mancha y Andalucía también tienen pocas. La atención domiciliaria está en expansión, especialmente en Cataluña, pero requiere una fuerte inversión.