Dra. María Cordón Muro, candidata a vicepresidenta primera y vocal de sanidad privada del Icomem del equipo de Primero, médicos
La sanidad madrileña se enfrenta a retos que, aunque complejos, no son insalvables. Estos desafíos no son exclusivos de Madrid, pero nuestra comunidad cuenta con una de las mejores infraestructuras sanitarias de España. Sin embargo, el sistema está lejos de ser perfecto. Como médico con experiencia en gestión privada y miembro de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid (Icomem), creo firmemente que la colaboración entre el ámbito privado y el público es clave para superar estas dificultades y avanzar aún más.
La colaboración entre el ámbito privado y el público es clave para superar las dificultades del sistema madrileño de salud y avanzar aún más
La sanidad no debe ser un campo de batalla político, sino un espacio de cooperación donde prime el beneficio del ciudadano y el cuidado de los profesionales médicos. Los discursos polarizadores que enfrentan a la sanidad pública y privada no contribuyen a este objetivo, ya que ambos sectores tienen un papel esencial en la salud de los madrileños. En la Comunidad de Madrid, donde contamos con un tejido sanitario privado robusto y una red pública de altísima calidad, la colaboración es el camino para garantizar la sostenibilidad y la excelencia del sistema.
La sanidad debe ser accesible para todos, pero también debemos aceptar que los recursos públicos son limitados. Aquí es donde el sector privado puede actuar como un aliado estratégico, ayudando a descongestionar las listas de espera, ofreciendo tecnología de vanguardia y aportando flexibilidad e innovación en la gestión. Según los últimos datos disponibles, el tiempo medio de espera para una cirugía no urgente en España asciende a 121 días, y para una prueba diagnóstica sencilla de radiología se extiende a 15 días. Estos datos, aunque mejores en Madrid, son inaceptables para los pacientes y frustrantes para los profesionales médicos. Imaginemos el impacto de una verdadera colaboración público-privada: más quirófanos operativos, más horas de atención y, en consecuencia, menos espera para los ciudadanos, médicos mejor retribuidos y más dedicados a los pacientes.
La sanidad no debe ser un campo de batalla político, sino un espacio de cooperación donde prime el beneficio del ciudadano y el cuidado de los profesionales médicos
Coordinación: el gran desafío
Uno de los principales problemas del sistema sanitario en nuestro país, y también en Madrid, es la falta de coordinación. Nos encontramos con 17 sistemas autonómicos que operan de manera independiente, dificultando la creación de sinergias y el aprovechamiento óptimo de recursos. En Madrid, esta situación se complica por la amplia red privada que opera, en muchos casos, de manera aislada del sistema público.
Uno de los principales problemas del sistema sanitario en nuestro país, y también en Madrid, es la falta de coordinación
Desde el Icomem, tenemos la oportunidad de liderar un cambio. Proponemos un modelo donde los sistemas público y privado trabajen de la mano, con protocolos comunes, tecnología compartida y un enfoque integral que sitúe al paciente en el centro de todas las decisiones. Esto no solo mejoraría la eficiencia del sistema, sino que también reduciría la carga administrativa para los profesionales sanitarios.
La digitalización y la inteligencia artificial, sin descuidar la humanización, son herramientas que pueden transformar radicalmente nuestro sistema sanitario. Automatizar tareas administrativas, digitalizar historias clínicas y optimizar flujos de trabajo permitiría a los médicos centrarse en lo que realmente importa: el cuidado del paciente. Madrid puede ser un referente en la aplicación de tecnología sanitaria, pero esto requiere inversión y, nuevamente, coordinación. Una mejor colaboración público-privada podría acelerar la implementación de estas innovaciones, garantizando que todos los madrileños se beneficien de los avances más recientes.
Automatizar tareas administrativas, digitalizar historias clínicas y optimizar flujos de trabajo permitiría a los médicos centrarse en lo que realmente importa: el cuidado del paciente
Madrid enfrenta un futuro marcado por el envejecimiento de su población, el aumento de las enfermedades crónicas y la creciente demanda de servicios sanitarios. Abordar estos desafíos requiere un enfoque estratégico, basado en la colaboración y la innovación. La colaboración entre la sanidad pública y privada también debe extenderse al ámbito profesional. Promover la formación conjunta, fomentar la movilidad entre ambos sectores y reconocer la valía de todos los profesionales, independientemente de dónde trabajen, son pasos fundamentales para construir un sistema sanitario más fuerte y unido. No podemos permitir que la sanidad se utilice como arma arrojadiza en los debates políticos. Debemos trabajar juntos, dejando a un lado las diferencias ideológicas, para apuntalar un sistema sanitario que continúe siendo motivo de orgullo para todos los madrileños.
Soy candidata a vicepresidenta primera y vocal de sanidad privada del Icomem, y parte del equipo que lidera Manuel Martínez-Sellés. Mi compromiso es claro: trabajar para que los médicos tengan las herramientas, condiciones y motivación necesarias para desempeñar su labor. Esto implica no solo mejorar las infraestructuras y los recursos, sino también garantizar un entorno profesional favorable, con menos burocracia y más apoyo.
Mi compromiso es claro: trabajar para que los médicos tengan las herramientas, condiciones y motivación necesarias para desempeñar su labor
Desde Primero, médicos tenemos una visión clara de cómo lograrlo. Con experiencia, compromiso y un enfoque basado en la colaboración, podemos relanzar la sanidad madrileña para que continúe siendo un modelo de referencia para el resto del país. Convoco a todos mis colegas médicos a votar el próximo 17 de diciembre y a hacerlo por nuestro proyecto.