“En España hay cerca de 120.000 altas hospitalarias por ictus y más de un tercio necesita rehabilitación intensiva y temprana”

Entrevista a Alberto Giménez Ramón-Borja, director general de Grupo Casaverde durante el Especial de Atención Intermedia

Nieves Sebastián Mongares 
Cuando una persona supera un ictus puede hacerlo sin secuelas o con consecuencias tanto a nivel físico como cognitivo. En este segundo caso, llevar a cabo un proceso de neurorrehabilitación que atienda a los problemas asociados a cada paciente, será clave de cara al futuro de los pacientes. Aquí, los centros que brindan este tipo de asistencia a los pacientes juegan un papel muy importante en este proceso.  Alberto Giménez Ramón-Borja, director general de Grupo Casaverde, en el que se ofrece este tipo de atención explica cómo se aborda el manejo de estos pacientes y los retos pendientes. 

Más de la mitad de casos de personas que sobreviven a un ictus requiere rehabilitación. ¿En qué consiste este proceso y cómo se lleva a cabo? 
El Ictus ocasiona en las persones que lo sobreviven déficits funcionales que afectan a la marcha, a movimientos físicos, a la deglución, a la memoria, trastornos de conducta y emocionales, dependiendo de la zona del cerebro dañada. Estos déficits son recuperables si sometemos a los pacientes a procesos rehabilitadores tempranos e intensivos con equipos multidisciplinares de profesionales. En base a nuestros estudios cerca del 70% de los pacientes que ingresaban en nuestros centros con una dependencia grave o severa alcanzaban la independencia o cuidados mínimos en un periodo medio de ochenta días.

 ¿Qué papel juega la atención intermedia en este proceso? ¿Es posible que esta se preste en centros de atención intermedia y, además, en modalidad de atención domiciliaria? 
El papel que juegan los centros especializados es clave para conseguir la recuperación. Estos centros bien sean hospitalarios o ambulatorios deben ser altamente especializados y a ser posible con carácter monográfico para que tanto los profesionales como los pacientes estén centrados en la proximidad y conocimiento del paciente tanto de sus déficits como de sus circunstancias personales para trabajar la motivación; esencial para seguir un tratamiento temprano e intensivo donde el paciente tiene que poner mucho de su parte. 

“La atención multidisciplinar debidamente coordinada entre ellos y con un intercambio de información alta sobre la evolución de cada paciente y las distintas terapias a implantar es fundamental” 

¿Qué perfiles profesionales participan en esta rehabilitación? ¿Qué importancia tiene esta atención multidisciplinar y cómo debe ser la coordinación entre los profesionales involucrados? 

El equipo debe estar formado por un neurólogo, un médico rehabilitador, médico general, fisioterapeutas, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales y logopedas. La atención multidisciplinar debidamente coordinada entre ellos y con un intercambio de información alta sobre la evolución de cada paciente y las distintas terapias a implantar es fundamental y sinérgica para alcanzar los mejores resultados posibles. 

Dentro del Grupo Casaverde, ¿Cuáles diría que son los factores diferenciadores en cuanto a la rehabilitación de los pacientes de ictus? 
La primera diferencia es el carácter monográfico de nuestros hospitales y clínicas. Ello permite que todas las instalaciones desde las salas de gimnasio, piscinas, salas de terapias, de descanso, jardines terapéuticos y otras estén pensadas para el confort y motivación de los pacientes. En rehabilitación, a diferencia de un proceso agudo, el paciente tiene que esforzarse conscientemente en cada terapia, poniendo de su parte toda su voluntad. Esto se consigue con instalaciones adecuadas y un personal, desde la dirección hasta los auxiliares clínicos, próximo y motivador. A ello hay que unirle excelentes profesionales perfectamente conectados entre sí junto con herramientas e instrumentos de alta tecnología que les ayudan al proceso rehabilitador 

“El carácter monográfico de nuestros Hospitales y Clínicas permite que todas las instalaciones estén pensadas para el confort y motivación de los pacientes” 

¿Cuáles son las necesidades no cubiertas o desafíos pendientes en cuanto al abordaje del ictus en la atención intermedia? 
En España hay cerca de 120.000 altas hospitalarias por Ictus. De ellas, más de un tercio necesita rehabilitación intensiva y temprana. Estamos hablando   de cerca de cincuenta mil personas. Si no las tratamos van a permanecer de por vida en una silla de ruedas. Y estos no sólo es un problema de salud grave para la persona y sus familiares sino un coste económico para el sistema que puede evitarse creando plazas hospitalarias y ambulatorias de rehabilitación especializadas con una insuficiencia muy alta, quizás cercana al treinta por ciento. 

Estas cifras van en aumento no solo por el incremento de la incidencia del Ictus sino por el éxito cada vez mayor en la fase aguda que salva más vidas pero que aumenta la necesidad de su tratamiento posterior de rehabilitación. No debemos olvidar que la salud no sólo es ausencia de enfermedad sino calidad de vida según nos recuerda la OMS. 

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