J.P.R.
Cuenta atrás en Muface. El 15 de enero es la fecha límite para concurrir a la licitación. Las tres aseguradoras prestadoras del servicio en Muface se mueven a velocidades diferentes. Adeslas ya ha dicho que no continuará y el 31 de enero dejará de ofrecer atención sanitaria. DKV y Asisa aún deshojan la margarita y aseguran que continúan estudiando los pliegos. Las dudas parecen mayores en DKV que tanto en su página web como en el teléfono de atención insta a los mutualistas a cambiar de compañía.
A poco más de una semana de la fecha tope, los mutualistas mantienen una incertidumbre que se prolonga ya más de cuatro meses. En ese periodo, el Ministerio para la Transformación Digital y Función Pública ha presentado dos pliegos diferentes que no han terminado de convencer a las aseguradoras. Al comienzo del proceso eran mil millones de euros el montante que separaba al Gobierno de las aseguradoras, pero la situación se ha enquistado a medida que avanzaban las negociaciones.
La última licitación se acercaba más a las peticiones de las aseguradoras, un incremento de la prima del 33% que se traducía en un 19,37% más en 2025; un 7,25% en 2026, y solo un 4,32%, en 2027. Precisamente es el tercer año de convenio el que más dudas genera entre las compañías y el que ha provocado la negativa definitiva de Adeslas.
Si las aseguradoras no concurren al concierto de Muface la lista de espera quirúrgica podría aumentar un 115%
Si finalmente ninguna de las tres acude al nuevo convenio se presenta un panorama complicado para el Gobierno y las comunidades autónomas. Las aseguradoras tienen claro que una vez finalizada su vinculación con Muface la fecha estipulada para finalizar la asistencia sanitaria es el 31 de enero. No lo ven así desde el Gobierno, que considera que al quedar desierta la licitación, las tres prestadoras estarían obligadas a dar el servicio durante nueve meses, atendiendo a circunstancias de interés público.
Ante las diferencias de apreciación, Gobierno y comunidades autónomas se preparan para un posible escenario post-Muface. Alrededor de 1,68 millones de asegurados pasarían directamente a la sanidad pública. Un informe de la Fundación IDIS, entidad cuyo patronato reúne a 35 grupos implicados en la sanidad privada, ya advertía el pasado septiembre que la lista de espera de consultas externas aumentaría un 266%, lo que agravaría unos datos que no han dejado de empeorar desde la irrupción de la pandemia de Covid-19. Así consta en el informe Impacto de las mutualidades en el sistema sanitario, que situaría la demora en 227 días, frente a los 85 actuales. La lista de espera quirúrgica, por su parte, sufriría también un notable incremento. Ascendería un 115%.
Alrededor de 1,68 millones de asegurados pasarían directamente a la sanidad pública
Pero el impacto tiene una vertiente no solo de salud sino también económica. Sin Muface, 20 hospitales privados de 19 provincias españolas podrían verse abocados al cierre, lo que se traduciría en el despido de 13.062 trabajadores y el cierre de 2.140 camas. En términos de gasto, el desembolso que anualmente las administraciones públicas destinan a sanidad aumentaría un 1,3%, en un contexto marcado por las tensiones presupuestarias, según el mismo informe de la Fundación IDIS.
Otro problema que afrontaría el sistema sanitario sería la incorporación de las historias clínicas de los ciudadanos que han escogido el modelo Muface. Precisamente uno de los objetivos del Ministerio de Sanidad es conseguir esa interoperabilidad de la historia entre las comunidades autónomas. «Aquellos funcionarios que tengan toda su trayectoria centrada en la privada, en el caso de que no se llegara a consenso, y todos estos funcionarios pasaran de manera directa al Sistema Nacional de Salud no tendrían historia», subrayó hace apenas tres meses Marta Villanueva, directora general de IDIS, en los podcast de iSanidad.









