Redacción
Los pacientes con enfermedad renal crónica que realizan tratamiento renal sustitutivo (TRS) a través de técnicas de diálisis y hemodiálisis en el propio domicilio del paciente presentan una menor afectación emocional y menos niveles de ansiedad y depresión que los pacientes que realizan hemodiálisis en los hospitales o que han sido trasplantados de riñón.
Así lo ha determinado un estudio realizado por nefrólogos e investigadores del Servicio de Nefrología del Hospital Lucus Augusti de Lugo y una psicóloga general sanitaria de la Universidad de Santiago, cuyos resultados encontraron diferencias significativas en la frecuencia y en los niveles de depresión y ansiedad de los pacientes renales según las diferentes modalidades de diálisis.
El estudio comparó la prevalencia de la sintomatología depresiva y de ansiedad en pacientes en diálisis en su domicilio con pacientes en hemodiálisis hospitalaria o con trasplante renal
Según numerosos estudios, la depresión y la ansiedad se asocian con frecuencia a la enfermedad renal crónica condicionando tanto la calidad de vida de los pacientes como la eficacia de la diálisis. La Sociedad Española de Nefrología destaca que hasta la fecha hay pocos estudios que comparen la frecuencia de estos trastornos emocionales en las técnicas domiciliarias -diálisis peritoneal y hemodiálisis domiciliaria-, con otras modalidades de TRS. Por ello los investigadores compararon la prevalencia de la sintomatología depresiva y ansiosa en pacientes en diálisis domiciliaria con pacientes en hemodiálisis hospitalaria o con trasplante renal.
Para el estudio se utilizaron diferentes análisis para registrar la ansiedad y depresión en los pacientes, en concreto una entrevista con la psicóloga y dos escalas. En la entrevista con la psicóloga la frecuencia de depresión fue más baja en los pacientes en diálisis domiciliaria (un 16%) y presentaba valores mayores en los pacientes en hemodiálisis en centro hospitalario y en trasplante (18% y 19%).
La frecuencia de depresión fue más baja en los pacientes en diálisis domiciliaria, con un 16%, frente a los pacientes en hemodiálisis en centro hospitalario y en trasplante, con el 18% y el 19%, respectivamente
En cuanto a la escala de evaluación de depresión, los pacientes en hemodiálisis hospitalaria tenían una mayor puntuación que los de diálisis domiciliaria y trasplante renal, mientras que en la escala de evaluación de ansiedad los pacientes en hemodiálisis y trasplante tenían mayor puntuación que los de diálisis en el domicilio.
Asimismo, en el análisis multivariante realizado, la diálisis en domicilio se asoció a menor sintomatología depresiva frente a la hemodiálisis hospitalaria y a menor sintomatología ansiosa comparada con la hemodiálisis hospitalaria o con el trasplante renal. Además, no se encontraron diferencias significativas en ansiedad y depresión entre las dos técnicas domiciliarias analizadas (hemodiálisis domiciliaria o diálisis peritoneal).
Los autores de la investigación concluyeron que los pacientes en técnicas domiciliarias presentan menor afectación emocional al compararlos con aquellos en hemodiálisis hospitalaria, además de menores niveles de ansiedad que la población trasplantada, aun cuando esta última tiene menor comorbilidad.
En la escala de evaluación de ansiedad y de depresión los pacientes en hemodiálisis y trasplante tenían mayor puntuación que los de diálisis en el domicilio
La investigación también señala que son necesarios más estudios centrados en determinar el impacto de la diálisis domiciliaria tanto en los aspectos emocionales de los pacientes renales como en la calidad de vida, así como su influencia en los criterios de toma de decisiones compartidas a la hora de elegir la modalidad de TRS.
En el estudio se analizaron un total de 181 pacientes que estuvieron al menos tres meses en Tratamiento Renal Sustitutivo, a los que se midieron y controlaron diversas variables clínicas como diabetes, hemoglobina, albúmina o tiempo en el TRS, además de otras variables sociodemográficas como la edad, sexo, estado civil, nivel de estudios y nivel socioeconómico.
La investigación se presentó en el 54º Congreso de la S.E.N. y el IX Congreso Iberoamericano de Nefrología e Hipertensión, que reunió en el mes de noviembre en Valencia a unos 1.000 médicos nefrólogos, investigadores y expertos de todo el país y diferentes países de Latinoamérica y Portugal.
El 17% de los pacientes que inician enfermedad renal crónica ya realizan diálisis en el domicilio
La sociedad científica destaca en que los resultados de la investigación coinciden con la apuesta que llevan a cabo para fomentar las técnicas de diálisis en el domicilio en España. El 17% de los pacientes que inician enfermedad renal crónica ya realizan diálisis en el domicilio.
Una cifra que no es suficiente para los nefrólogos y especialistas sanitarios, teniendo en cuenta los beneficios que conllevan, según afirma la S.E.N. en cuanto a mejora de la calidad de vida de los pacientes y en diversos aspectos clínicos. Estas técnicas domiciliarias son más flexibles y personalizadas que otras terapias tradicionales como la hemodiálisis en hospital, y mejoran la autonomía y la calidad de vida de las personas que requieren diálisis. También se reducen los desplazamientos al hospital o centros de diálisis y, con ello, el estrés, la fatiga y la carga física y emocional de los pacientes.
Para el presidente de la S.E.N., el Dr. Emilio Sánchez, «las autoridades sanitarias deberían apostar más firmemente por estas técnicas que facilitan el tratamiento renal sustitutivo en un entorno cercano y familiar, con beneficios muy notables para los pacientes, y también para el sistema sanitario, ya que también es más sostenible e incluso tiene un menor impacto ambiental en comparación con la hemodiálisis en hospital».