Nieves Sebastián Mongares
En el abordaje de la salud mental, la atención intermedia también puede ser de gran relevancia en aspectos como el manejo de descompensaciones en trastorno mental grave. Como indica la Dra. Alexandra Noguero Alegre, psiquiatra de la Unidad de Hospitalización a Domicilio de Psiquiatría, del Hospital Universitario Infanta Leonor, tanto en centros específicos como en el entorno domiciliario, este nivel asistencial favorece la humanización y se erige como una alternativa eficaz y eficiente para estos pacientes.
¿En qué patologías relacionadas con la salud mental juega un papel más importante la atención intermedia?
En mi opinión, la atención intermedia es especialmente relevante para las personas con trastornos mentales graves, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Estas patologías suelen tener un curso caracterizado por períodos de estabilidad psicopatológica y episodios de descompensación aguda o subaguda. En los períodos de estabilidad, la persona realiza seguimiento ambulatorio en el centro de salud mental, mientras que, en los episodios de descompensación aguda, puede ser necesario el ingreso hospitalario.
Sin embargo, existen situaciones intermedias, como cuando aparecen los primeros síntomas de descompensación (llamados pródromos), los cuales, si se detectan y tratan a tiempo, permiten una mejor evolución del episodio y evitan el ingreso hospitalario. Las personas con trastorno mental grave requieren un abordaje continuo, individualizado y ajustado a sus necesidades en cada momento, lo que hace que los modelos de atención intermedia como la hospitalización domiciliaria o los hospitales de día sean tan relevantes.
“Existen situaciones intermedias, como cuando aparecen los primeros síntomas de descompensación que, si se detectan y tratan a tiempo, permiten una mejor evolución y evitan el ingreso hospitalario”
¿Cómo puede ayudar la atención intermedia, tanto desde los centros destinados a este tipo de asistencia como mediante la atención domiciliaria al manejo y seguimiento de patologías de salud mental?
La hospitalización domiciliaria proporciona un modelo de intervención para situaciones tanto agudas como subagudas, que es comparable al tratamiento brindado en un ingreso hospitalario convencional, pero en el entorno domiciliario del paciente. Esta modalidad de abordaje favorece la humanización de la atención al paciente, ya que se intenta que la persona sea tratada en el ambiente menos restrictivo posible y con la mínima ruptura de su vida.
En mi opinión, este aspecto es especialmente relevante por dos motivos: en primer lugar, el respeto a la autonomía del paciente y, en segundo lugar, facilita el vínculo entre el equipo profesional y el paciente. Considero que un buen vínculo es fundamental para que el paciente se implique activamente en su proceso de recuperación y mantenga una adecuada adherencia al seguimiento y tratamiento, factores estrechamente relacionados con el pronóstico.
“Esta modalidad de abordaje favorece la humanización de la atención al paciente, ya que se intenta que la persona sea tratada en el ambiente menos restrictivo posible y con la mínima ruptura de su vida”
Además, facilita el abordaje «in situ» de aspectos relacionados con el autocuidado, los hábitos de vida saludables, los estresores cotidianos y, especialmente, las dinámicas familiares en el domicilio. Estos factores, a menudo subestimados en su influencia sobre las personas con trastornos mentales graves, son fundamentales para asegurar una buena evolución. Algunos pacientes, tras un ingreso convencional, empeoran al regresar a casa y reingresan enseguida, por lo que es crucial asegurar la estabilidad clínica en el entorno habitual.
Por todo esto, la hospitalización domiciliaria se presenta como una alternativa eficaz y necesaria, ya sea la forma de abordaje inicial o para permitir el alta precoz de la planta y asegurar la estabilidad del paciente en su domicilio.
En el contexto de esta atención intermedia, ¿Qué perfiles han de involucrarse en la atención a estos pacientes y cómo debe coordinarse el trabajo entre ellos?
El trabajo multidisciplinar es fundamental en la atención intermedia, ya que la salud mental de una persona depende de múltiples factores, desde los genéticos y biológicos hasta los socioeconómicos y relacionales. Por ejemplo, un buen tratamiento farmacológico y psicoterapéutico puede ser insuficiente si una persona enfrenta dificultades económicas que le generan estrés y le dificultan mantener una estructura en su vida diaria.
En este sentido, el abordaje idealmente debería incluir a profesionales de psiquiatría, psicología clínica, enfermería especializada en salud mental, trabajo social, terapia ocupacional y otros especialistas según las necesidades individuales del paciente. La coordinación es esencial para ofrecer una atención integral que considere cada uno de estos factores y adapte el tratamiento a las características y circunstancias de cada persona.
¿Cómo es la interlocución entre los servicios de psiquiatría de agudos y los recursos de atención intermedia enfocados en salud mental?
Los dispositivos de hospitalización a domicilio habitualmente tienen su base en el propio hospital, lo que facilita la coordinación y colaboración con el equipo de hospitalización convencional y urgencias. Esta colaboración permite que los pacientes realicen la transición de un entorno hospitalario a uno domiciliario de manera segura, garantizando que las intervenciones se ajusten al estado clínico del paciente en cada momento.
“Esta colaboración permite que los pacientes realicen la transición de un entorno hospitalario a uno domiciliario de manera segura»
En algunas ocasiones, un paciente puede recibir un alta precoz de la unidad de hospitalización convencional para ingresar en hospitalización domiciliaria, si se considera que el abordaje en su entorno habitual es más beneficioso para su recuperación. En contraposición, puede ser necesario realizar un ingreso convencional si se detecta algún riesgo para el paciente o para terceros en el domicilio. La comunicación efectiva entre los equipos que ofrecen ambos tipos de atención es fundamental para garantizar un soporte continuo que favorezca una recuperación adecuada y segura.
¿Cuáles son los retos pendientes en el abordaje de la salud mental en cuanto a la atención intermedia?
La hospitalización domiciliaria en salud mental sigue siendo un modelo emergente en España y aún no está implementado en todos los hospitales. Un primer reto sería, por tanto, garantizar el acceso generalizado a este recurso en todo el territorio. Para lograrlo, es esencial promover políticas sanitarias que aseguren la integración de estos recursos en la red de salud mental de forma equitativa y que favorezcan su crecimiento y desarrollo.
“La hospitalización domiciliaria en salud mental sigue siendo un modelo emergente en España y aún no está implementado en todos los hospitales”
El siguiente paso sería desarrollar programas específicos e individualizados que permitan un abordaje aún más preciso y adaptado a cada paciente. Por ejemplo, en nuestra área, hemos puesto en marcha recientemente un subprograma especializado para el tratamiento con clozapina, dirigido a pacientes con esquizofrenia resistente. Dado que la clozapina requiere una monitorización estrecha de efectos secundarios y controles analíticos frecuentes, especialmente durante las primeras 18 semanas, facilitamos este seguimiento en el domicilio del paciente, garantizando su seguridad y comodidad mientras recibe el tratamiento más adecuado a su situación clínica.