Redacción
La embolia pulmonar (EP) es una enfermedad cardiovascular grave con una mortalidad de hasta el 15-20%, que afecta a un millón de personas al año en el mundo. A pesar de su gravedad y prevalencia, la embolia pulmonar sigue siendo una patología poco conocida. No existe un código de actuación específico para su tratamiento, como sí ocurre con otros episodios cardiovasculares como el ictus o el infarto de miocardio.
El diagnóstico precoz es el principal desafío para reducir la mortalidad, ya que los síntomas son inespecíficos y muchas veces son detectados en fases tardías, lo que aumenta el riesgo para los pacientes. En este contexto, el Barcelona Respiratory Network (BRN) ha dedicado su jornada científica BRN Fórum a la embolia pulmonar. Los objetivos de dicho evento son sensibilizar sobre esta enfermedad y promover un diálogo especializado para mejorar el diagnóstico y tratamiento.
El diagnóstico precoz es el principal desafío para reducir la mortalidad, ya que los síntomas son inespecíficos
Según el Dr. Diego Rodríguez, coordinador de la jornada y Jefe de Neumología en el Hospital del Mar de Barcelona, el principal reto es mejorar el proceso diagnóstico y evitar el retraso en la identificación de la enfermedad. En más del 90% de los casos, el coágulo de sangre comienza en una vena profunda de la pierna y viaja hasta los pulmones, bloqueando el flujo sanguíneo. Aunque en raras ocasiones el coágulo puede originarse en otros órganos como los riñones, hígado o las extremidades superiores, la mayor parte de los casos provienen de las venas profundas de las piernas.
Además, el Dr. Rodríguez destaca que la embolia pulmonar es un «diagnóstico difícil de realizar», ya que sus síntomas son inespecíficos y se confunden con otras enfermedades respiratorias. Esto, sumado a la falta de un protocolo de actuación a nivel hospitalario, complica la intervención rápida, esencial para salvar vidas.
En más del 90% de los casos, el coágulo de sangre comienza en una vena profunda de la pierna y viaja hasta los pulmones
La respuesta más eficaz ante los casos graves de embolia pulmonar es la creación de Grupos Multidisciplinares de Respuesta a la Embolia Pulmonar (PERT, por sus siglas en inglés). Estos equipos están compuestos por neumólogos, cardiólogos, hematólogos, radiólogos y otros profesionales de la salud. Trabajan en conjunto para proporcionar un tratamiento adecuado a los pacientes en riesgo y evitar complicaciones.
El tratamiento, que incluye anticoagulantes orales o procedimientos más invasivos como la disolución del coágulo con catéteres, puede salvar vidas si se realiza de manera oportuna. No obstante, algunos pacientes pueden enfrentar secuelas a largo plazo, tanto físicas como psicológicas. La inmovilidad es común en personas mayores que permanecen en reposo o en cama debido a enfermedades médicas. Así como en pacientes que se someten a grandes intervenciones quirúrgicas.
Pueden enfrentar secuelas a largo plazo, tanto físicas como psicológicas: «Dejan de salir y tienen más ansiedad», añade el doctor Rodríguez
«También podemos destacar las secuelas psicológicas que sufren algunos pacientes afectados. Por temor reducen su actividad física, dejan de salir y tienen más ansiedad, que muchas
veces es infravalorada en la evolución de estos pacientes», añade el Dr. Rodríguez. Además, el doctor alerta sobre el «síndrome de la clase turística». Se asocia a viajes largos en avión, autobús o tren, debido a la inmovilidad durante estos trayectos. Es fundamental que los pasajeros se movilicen cada pocas horas para prevenir riesgos.