Redacción
El dolor neuropático periférico es una patología compleja que afecta a más de tres millones de personas en España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Un 77% de estos pacientes sufren esta condición de forma crónica, lo que puede impactar gravemente su calidad de vida. Las personas afectadas suelen enfrentar limitaciones en su actividad diaria, alteraciones del sueño, y problemas emocionales como ansiedad y depresión. Para abordar esta realidad, el Consejo General de Enfermería, a través de su Instituto de Investigación y con la colaboración de Grünenthal, ha publicado una Guía de Recomendaciones Prácticas en Enfermería en Dolor Neuropático Periférico.
Este documento, elaborado por expertos en el tema, proporciona información clave sobre el manejo del dolor neuropático, con un enfoque práctico para que las enfermeras puedan identificar y tratar a los pacientes de manera temprana y eficaz.
«Las enfermeras son los profesionales que más tiempo pasan con los pacientes, lo que les otorga una oportunidad única para identificar el dolor de forma temprana y comenzar con los tratamientos adecuados», afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería. En su opinión, esta guía es una herramienta indispensable para el ejercicio profesional de las enfermeras, que podrán mejorar tanto las estrategias preventivas como el seguimiento de los pacientes.
Este documento proporciona información con un enfoque práctico para que las enfermeras puedan identificar y tratar a los pacientes de manera temprana y eficaz
El dolor neuropático periférico es causado por diversos factores, como las neuropatías periféricas asociadas a la diabetes, el cáncer, las neuralgias posherpéticas, o las lesiones traumáticas en los nervios. Según Ana Esquivias, directora del departamento médico de Grünenthal, la complejidad de esta enfermedad requiere de un abordaje integral y las enfermeras desempeñan un papel crucial en la mejora de la calidad de vida de los pacientes, a través de un manejo adecuado y basado en la evidencia científica.
La guía también subraya la importancia de la educación para la salud, que juega un papel preventivo, sobre todo en la reducción de accidentes y en la promoción de hábitos saludables. De hecho, la prevención primaria, impulsada por las enfermeras, puede ayudar a evitar algunas de las causas más comunes de este dolor, como las lesiones nerviosas traumáticas.
Por otro lado, la prevención secundaria se enfoca en el diagnóstico temprano del dolor neuropático, permitiendo una intervención más eficaz, mientras que la prevención terciaria se centra en el seguimiento y la identificación de complicaciones.
Esta guía cuenta con el respaldo de importantes sociedades científicas, como la Sociedad Española del Dolor (SED), la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (Semdor), y la Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (Aecpal), entre otras, lo que resalta la calidad y relevancia del contenido.
La publicación de esta guía es un paso más en el compromiso del Consejo General de Enfermería con la mejora continua de la práctica enfermera y la calidad de atención a los pacientes con dolor neuropático periférico. A través de este tipo de iniciativas, se busca mejorar el abordaje de esta enfermedad y, en última instancia, mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados.
