Redacción
Un estudio del Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC), centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, ha identificado que la acumulación de beta amiloide puede, por si sola, causar daño cerebral en etapas tempranas del alzhéimer, incluso sin niveles elevados de la proteína tau.
El hallazgo, publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, proporciona nuevas claves sobre cómo se desarrolla la enfermedad, que afecta a más de 900.000 personas en España, informa la Fundación Pasqual Maragall en un comunicado de este lunes.
Hasta ahora se creía que la neurodegeneración en el alzhéimer se producía únicamente cuando estaban presentes las proteínas beta amiloide y tau
Hasta ahora se creía que la neurodegeneración en el alzhéimer, especialmente la que afecta al lóbulo temporal medial del cerebro, región esencial para la función de la memoria, se producía únicamente cuando estaban presentes las proteínas beta amiloide y tau. Sin embargo, el trabajo sugiere que la acumulación de la beta amiloide puede, por si sola, causar daño cerebral y pérdida de memoria en las primeras etapas, incluso sin la presencia de altos niveles de tau.
Para llegar a la conclusión, el equipo de investigadores ha trabajado con dos cohortes independientes de personas sin deterioro cognitivo, voluntarios de la cohorte Alfa impulsada por la Fundación La Caixa, para analizar datos a través de resonancias magnéticas de alta resolución y marcadores de la enfermedad.
El Dr. Cacciaglia explica que la beta amiloide parece afectar directamente el hipocampo, por lo que actuar de forma anticipada podría reducir «significativamente» los riesgos asociados al alzhéimer
Los resultados demuestran que la acumulación de beta amiloide puede ser un indicador de cambios estructurales en el cerebro y de un posible deterioro de la memoria antes de la aparición de síntomas evidentes.
El investigador del BBRC y líder del estudio, Raffaele Cacciaglia, explica que la beta amiloide parece afectar directamente el hipocampo, por lo que actuar de forma anticipada podría reducir «significativamente» los riesgos asociados al alzhéimer.