Redacción
La Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (Fenaer) ha celebrado que la guía presentada este lunes por el Ministerio de Sanidad para la prescripción sostenible de inhaladores priorice el criterio clínico sobre el medioambiental a la hora de decidir sobre estos dispositivos.
“Tras analizar el documento de recomendaciones”, apuntan desde la federación de pacientes respiratorios, “comparte con el Ministerio su decisión” de anteponer la estabilidad clínica del paciente a los criterios medioambientales. “Desde Fenaer se apoya al Ministerio de Sanidad en su objetivo de una descarbonización del SNS equitativa, segura y centrada en el paciente, sin estigmatizar a ningún usuario por sus necesidades clínicas”, añaden.
El documento pone el foco sobre todo en los pacientes de enfermedades como epoc o asma, representados “mayoritariamente” por Fenaer. Sobre estos y otros pacientes respiratorios, Sanidad subraya que cualquier decisión relacionada con la elección de inhaladores debe tomarse “de forma individualizada y consensuada con el paciente, priorizando siempre el criterio clínico y el óptimo control de la enfermedad por encima de la huella de carbono individual del inhalador”.
Asimismo, el documento que ha tenido en cuenta las visiones de diferentes sociedades científicas también recoge que prevalezca siempre el óptimo control de la enfermedad. Por este motivo, “el mejor inhalador posible es aquel que contribuye a conseguir un control óptimo de la enfermedad, mejora la adherencia del paciente y minimiza los efectos secundarios”.
“Desde Fenaer se apoya al Ministerio de Sanidad en su objetivo de una descarbonización del SNS equitativa, segura y centrada en el paciente”
La guía hace un repaso por distintos escenarios en los que se desaconseja el uso de inhaladores de polvo seco (más sostenibles). Fenaer cita del documento de Sanidad también que los inhaladores son medicamentos “no sustituibles sin la autorización expresa del profesional sanitario prescriptor”.
Asimismo, desaconseja también “el cambio de inhalador en pacientes clínicamente controlados por motivos exclusivamente medioambientales”, sino que debe realizarse “únicamente siguiendo criterios clínicos”, mientras que para nuevos diagnosticados recomienda la prescripción de dispositivos con menos huella de carbono, solo en el caso de que “la edad, las características del paciente y su situación clínica lo permitan”.
Combatir el infradiagnóstico
Por otra parte, la guía hace hincapié sobre la necesidad compartida de Fenaer de combatir el infradiagnóstico y promover la educación de los pacientes en el uso correcto de los inhaladores. De esta forma se avanza hacia una mejor adherencia al tratamiento, señalan desde Fenaer, lo que reduce la necesidad de acudir a inhaladores de rescate, las visitas a urgencias y las hospitalizaciones, “todas ellas actividades con alto impacto medioambiental”.
En último lugar, desde la federación de pacientes respiratorios se alinean también con las recomendaciones para facilitar el reciclaje de los inhaladores una vez agotados, depositándolos en los puntos SIGRE habilitados en las farmacias.