Redacción
Los trastornos del espectro autista (TEA) presentan un grupo de trastornos con sintomatología semejante y niveles de severidad diferente. La formación y sensibilización para identificar signos de alarma en los profesionales es fundamental para un diagnóstico temprano en niños con TEA. Los especialistas tienen la percepción de un aumento considerable de casos en los últimos años, pero el diagnóstico sigue siendo un reto, sobre todo en el género femenino. Los especialistas aseguran que la derivación inmediata a atención temprana, «aunque el diagnóstico no sea claro», favorece el pronóstico en los niños.
A pesar de que en estudios epidemiológicos poblacionales la prevalencia en niños es tres veces más frecuente que en niñas. «El diagnóstico precoz, aunque no siempre se pueda confirmar de inmediato, es fundamental para que los niños reciban la intervención adecuada durante el periodo crítico del neurodesarrollo», afirma la Dra. Eva Ximénez, vocal de AEPap de Castilla La Mancha. Este periodo, conocido como la «ventana terapéutica», hace que la estimulación adecuada tenga un impacto positivo en el desarrollo de los niños con TEA. Los pediatras subrayan la importancia de crear un vínculo terapéutico adecuado con las familias para reducir la carga de enfermedad y mejorar la calidad de vida de los niños diagnosticados.
Los pediatras subrayan la importancia de crear un vínculo terapéutico adecuado con las familias para reducir el impacto del TEA y mejorar el diagnóstico
Así lo han puesto de manifiesto los pediatras de atención primaria reunidos en el marco del 21º Congreso de Actualización en Pediatría de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), que se ha celebrado entre el 20 y el 22 de febrero en Madrid. De acuerdo con los especialistas, los trastornos emocionales están con frecuencia asociados al autismo. Estos aspectos pasan inadvertidos y aumentan el riesgo de conductas suicidas y suicidio consumado. No existe un tratamiento farmacológico para los síntomas nucleares de autismo y los tratamientos farmacológicos van dirigidos a tratar la comorbilidad.
«El diagnóstico precoz de TEA es fundamental para que los niños reciban la intervención adecuada durante el periodo crítico del neurodesarrollo», afirma la Dra. Eva Ximénez
Tal y como recoge la quinta edición revisada del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5-TR) de la Asociación Norteamericana de Psiquiatría, los principales criterios de diagnóstico son, entre otros, deficiencias persistentes en la comunicación e interacción social que se presentan en diferentes contextos, ya sea en la actualidad o en el pasado y presencia de patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidas y repetitivas. Además, los síntomas deben presentarse en el periodo del desarrollo temprano, aunque no siempre se presenten todos a la vez.
Un tema importante discutido en la mesa redonda fue el infradiagnóstico de TEA en niñas. Las niñas con buenas habilidades intelectuales y lingüísticas pueden manifestar un autismo más «social», a menudo desinhibido, lo que puede dificultar su diagnóstico temprano. La Dra. Ximénez destacó que, debido a la mejora de los síntomas con la edad y la presencia de comorbilidades emocionales, este tipo de autismo puede ser fácilmente confundido con otros trastornos. «El camuflaje social y la aparición de síntomas emocionales como trastornos alimentarios o conductas autolesivas son frecuentes en mujeres, lo que complica aún más el diagnóstico en la edad adulta», explicó la experta.
A día de hoy «no es posible evitar el diagnóstico de TEA, con los escasos estudios que hay sobre sus potenciales causas», según la Dra. Ximénez
Importancia de la prevención y sensibilización en pediatría
A día de hoy «no es posible evitar el autismo, con los escasos estudios que hay sobre sus potenciales causas», según la Dra. Ximénez. A pesar de ello, la moderadora indicó que, según las neuropediatras y psiquiatras, «evitar el uso de pantallas, especialmente en menores de dos años y animar a los padres a que jueguen con sus hijos estimulando su neurodesarrollo puede tener un papel, si no en la prevención primaria, sí en la secundaria o identificación precoz de la enfermedad».
Además del análisis sobre los trastornos TEA, el Congreso de AEPap ha contado con una mesa redonda sobre prevención. Más en concreto, sobre el programa de salud infantil, también conocido como del «niño sano» y su implementación. Es una oportunidad clave para que los pediatras de atención primaria mejoren sus habilidades de diagnóstico y atención.