“La cirugía robótica en urología aporta calidad de vida, porque mejora los resultados en incontinencia o evita la disfunción eréctil”

Entrevista al Dr. Ángel Tabernero, coordinador del Área de Urología Robótica del Hospital Universitario HLA Moncloa

N.S.M./J.P.R.
La cirugía robótica ha supuesto un punto de inflexión para los pacientes con tumores urológicos. Además de la mejora que supone por ser una técnica menos invasiva que cuando se operaban estas neoplasias con cirugía abierta, aporta grandes ventajas a nivel de precisión que permiten evitar secuelas propias de estas intervenciones, mejorando notablemente la calidad de vida de los pacientes. Por ello, desde el HLA Hospital Universitario Moncloa, con amplia experiencia en el uso de estas técnicas, el Dr. Ángel Tabernero, coordinador del Área de Urología Robótica, explica qué aporta el uso de estos dispositivos y las perspectivas de futuro que se esperan con su uso.

¿Qué papel diría que juega en el momento actual la cirugía robótica en los tumores urológicos? ¿Qué cambios ha supuesto en la práctica quirúrgica?
La urología es una especialidad que siempre ha ido a la vanguardia de todas las especialidades. os primeros que empezamos a usar la cirugía robótica fuimos los urólogos, sobre todo porque tenemos un cáncer, el de próstata, en el que no sólo es útil para curarlo, sino que tiene unos muy buenos resultados funcionales en cuanto a incontinencia y potencia sexual. Fuimos los primeros en introducirnos en la cirugía robótica, en la que ya existen más de 8.300 dispositivos para ello y, sólo en España, más de 150. Entonces, los primeros que entramos fuimos los urólogos y prácticamente en todos los sitios que hay un robot está la urología haciendo cirugía robótica.

“Los primeros que empezamos a usar la cirugía robótica fuimos los urólogos, sobre todo porque tenemos un cáncer, el de próstata, que no sólo es útil para curarlos, sino que tienen unos muy buenos resultados funcionales”

Teniendo en cuenta la importancia de la cirugía en el pronóstico de diferentes tipos de cáncer dentro de este ámbito, ¿cómo definiría la aportación de este tipo de dispositivos en cuanto a la eficacia del tratamiento y la calidad de vida de los pacientes?
Fundamentalmente la cirugía robótica en urología se puede utilizar y cada vez se va a utilizar en más procedimientos; tenderemos a usarlo en toda la cirugía ya que la cirugía laparoscopia lo normal es que desaparezca y lo hagamos todo por robot. Pero las dos principales cirugías que hacemos son la prostatectomía radical robótica por cáncer de próstata y la nefrectomía parcial robótica.

Por ejemplo, hay que tener en cuenta que en la cirugía de cáncer de próstata que, recuerdo, es el cáncer más frecuente entre hombres en España, con más de 34.000 casos diagnosticados el año pasado, no sólo hay que curar al paciente, porque cuando lo hacíamos con cirugía abierta o cirugía laparoscópica los resultados oncológicos de curación son iguales; pero sobre todo, lo que aporta la cirugía robótica en urología es calidad de vida porque mejora los resultados en incontinencia y hace que un paciente no esté un gran número de meses con pañal o evita que tenga disfunción eréctil

Entonces, fundamentalmente lo que aporta la cirugía robótica es la mejora es en los temas funcionales, con lo cual, es calidad de vida para el paciente, un paciente al que no sólo hay que curar del cáncer sino procurar que vuelva a su vida normal, en la que es mejor no llevar un pañal que te recuerde cada día que has tenido un cáncer de próstata, así como mantener la función sexual que es también muy importante ya que, además, operamos cada vez a gente más joven.

“Fundamentalmente lo que aporta la cirugía robótica es la mejora es en los temas funcionales, con lo cual, es calidad de vida para el paciente”

¿Qué importancia tiene el diagnóstico temprano de las neoplasias que abarca esta especialidad en cuanto a la eficacia de las técnicas quirúrgicas de este tipo? Es fundamental el diagnóstico precoz porque, cuanto más pequeño diagnosticamos el tumor, mejores resultados vamos a tener, ya que vamos a hacer una técnica en la que vamos a quitar la próstata tocando lo menos posible los haces neurovasculares que hay alrededor, que son los que tienen que ver con lo que comentábamos. Entonces, cuando detectamos estos tumores muy precozmente, podemos hacer una técnica muy buena y que da muy buenos resultados.

“Es fundamental el diagnóstico precoz porque, cuanto más pequeño diagnosticamos el tumor, mejores resultados vamos a tener”

¿Cómo definiría la formación que reciben los especialistas para aplicar la cirugía robótica en la actualidad? ¿Qué cree que queda por hacer en este sentido?
Ahora mismo están llegando equipos robóticos prácticamente a todos los hospitales del país. Esa es la realidad, pero hay un problema que es que, como todavía se está iniciando, están cogiendo experiencia en lo que llamamos curvas de aprendizaje, los jefes de servicios, jefes de sección, adjuntos y, por último, los residentes. Entonces, si los que se forman no tienen tanto recorrido en su carrera profesional, este conocimiento no recae del todo bien en los residentes. El residente ahora mismo no se forma en cirugía abierta porque prácticamente no se lleva a cabo, la cirugía laparoscópica está desapareciendo y están iniciándose los programas de formación de cirugía robótica en jefes y adjuntos, entonces a ellos les llega muy poco.

Más allá de las aplicaciones que ya se realizan en la actualidad, ¿existen investigaciones en curso para ampliar u optimizar el uso de esta tecnología, o ampliarla a otro tipo de tumores?
Yo creo que se va a acabar todo lo que hacíamos por laparoscopia o incluso por cirugía abierta, porque ya incluso se hacen trasplantes robóticos. La robótica la vamos a aplicar a todas las cirugías en que sea posible y el objetivo es tratar de aplicar nuestra técnica a prácticamente toda la cirugía urológica.

“Tener un robot en un hospital no sirve para nada si no tienes la experiencia para operar con él, porque hay que aprender a usarlo”

En cuanto a investigación, la velocidad a la que avanza esto, ya la conocemos. Hay nuevos equipos, nuevos modelos del robot Da Vinci que permiten más sensibilidad a la hora de operar o incluso de tener tacto, cosa que no tienen los actuales modelos. Llegará la inteligencia artificial, que todo el mundo habla de ella, pero nadie sabe dónde va a llegar.

Lo que sí tenemos que saber es que el robot no es otra cosa que una herramienta más que nos permite hacer las cosas bien, mejorar nuestra visión, mejorar la técnica, pero no es que llegue un robot al quirófano y se ponga a operar. Quizá la pregunta es esa, cuando llegará un robot a quirófano que se ponga a operar. Hoy por hoy no lo sabemos y es una herramienta que nos ayuda a nuestro trabajo, pero, de hecho, tener un robot en un hospital no sirve para nada si no tienes la experiencia para operar con él, porque hay que aprender a usarlo y como decía esto tiene una curva de aprendizaje.

No obstante, la tecnología va tan rápido que cada día hay nuevos modelos, mejores y con más facilidades, que nos vienen muy bien para hacer las cosas mejor.

“La tecnología va tan rápido que cada día hay nuevos modelos, mejores y con más facilidades, que nos vienen muy bien para hacer las cosas mejor”

En concreto en el centro HLA Moncloa, ¿cómo es el uso que se hace de estos dispositivos y qué balance hace desde que comenzó su utilización?
En nuestro hospital empezamos a usarlos en 2017 y tanto desde el grupo HLA como desde el Hospital de Moncloa en concreto depositaron la confianza en nuestro equipo, principalmente en urología, para poner en marcha el programa robótico. Cabe destacar que en los últimos cinco años, y me acaban de informar que también en 2024, hemos sido el centro que registra el mayor número de procedimientos robóticos en urología. O sea, lo aplicamos prácticamente a todo lo que hacemos porque tenemos mucha experiencia, que es fundamental para ello, y ya éramos grandes expertos en laparoscopia, aunque en la actualidad prácticamente no la hacemos porque nos dimos cuenta de que con cirugía robótica los resultados eran mucho mejores.

“En los últimos cinco años, y también en 2024, hemos sido el centro que registra el mayor número de procedimientos robóticos en urología”

Ahora, somos hospital de referencia en cirugía robótica y viene gente de todas partes para que les operemos, sobre todo en cáncer de próstata, porque como muchas veces digo parece que quien inventó este robot pensaba en el cáncer de próstata, ya que con su uso los resultados funcionales cambian espectacularmente.

A este respecto, ¿existen datos o resultados que pongan en cifras cómo ha cambiado el paso de la cirugía laparoscópica a la robótica en términos de recuperación, altas y calidad de vida?
En altas e ingresos, la introducción de la cirugía robótica no cambia respecto a la laparoscopia. Al fin y al cabo, operamos por unos orificios también y el paciente en alrededor de 48 horas está en su casa en más del 95% de los casos. Lo que cambia, sobre todo, es que como nos permite hacer las cosas con más precisión, lo hacemos mejor, y esto mejora los resultados funcionales que mencionaba.

Y es que, al paciente de cáncer de próstata cuando le retiras la sonda 10 días después de la intervención, muchas veces había pérdidas de orina; la incontinencia precoz, por lo menos en nuestras manos, ha mejorado de manera espectacular y cerca del 90% de pacientes controlan muy bien la orina en el periodo desde que se les retira la sonda a las dos o tres semanas siguientes. A los seis meses, la cifra llega al 98%, y eso ha cambiado sobremanera. No sólo se trata de curar al enfermo, sino de que viva muchos años y con buena calidad de vida.

“La incontinencia precoz, por lo menos en nuestras manos, ha mejorado de manera espectacular y cerca del 90% de pacientes controlan muy bien la orina en el periodo desde que se retira la sonda a las dos o tres semanas siguientes”

¿Cuáles diría que son los principales desafíos o asignaturas pendientes en el uso de la cirugía robótica en el cáncer urológico?
En principio, se trata de intentar aplicarla en las cirugías que hacemos de manera habitual, y creo que se acabará haciendo cirugía robótica prácticamente en todos los procedimientos a nivel abdominal, como ya sucede también en histerectomías. Pero lo aplicaremos a todo lo que sea posible, y con el tiempo más, porque si los nuevos especialistas no se forman en laparoscopia, llegará un momento en el que todo será con cirugía robótica, ya que no tendrán formación para hacerlo de la otra manera.

Hoy por hoy, quitar un riñón de manera total, una nefrectomía, quien sabe hacer laparoscopia lo hace igual y es más barato, pero si no tiene esta formación en laparoscopia, se hará todo con robot y creo que los urólogos seremos los primeros especialistas o de los primeros que hagamos prácticamente toda la cirugía abdominal con cirugía robótica.

¿Y están trabajando con otras especialidades para transmitir esta formación?
Cada especialidad lleva su camino, pero somos un hospital abierto y viene mucha gente aquí. Esto creo que es el camino, buscar centros con mucha experiencia para la formación, pero ahora mismo hay cirugía robótica en cirugía general, ginecológica, torácica, en otorrinolaringología y ya los equipos son multidisciplinares y muchas veces sirven para muchas especialidades.

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