Nieves Sebastián Mongares
“Sin saber dónde estamos, es difícil diseñar una hoja de ruta”. Bajo esta premisa expuesta por el Dr. Jesús García-Foncillas, presidente de la Fundación para la Excelencia y Calidad en Oncología (Fundación ECO), expertos reunidos en el XIII Foro ECO han puesto de manifiesto la urgencia de contar con un registro a nivel nacional que recopile datos sobre el cáncer en todas sus perspectivas para poder optimizar la asistencia que se da a los pacientes oncológicos.
A este respecto, la Dra. Isabel Rubio, presidenta electa de la European Cancer Organisation y directora del área de patología mamaria en la Clínica Universidad de Navarra, ha expuesto que “en España existe un Plan Nacional contra el Cáncer, pero no está dotado de recursos”. Para la especialista, esto, sumado a la falta de un registro nacional -siendo, como ha expuesto la Dra. Rubio, España y Grecia los únicos Estados miembro que no disponen de uno- son carencias importantes en el abordaje del cáncer.
Gestión de recursos humanos y económicos
Esta falta de datos repercute en diferentes ámbitos. Como han remarcado los profesionales, impide hacer una gestión adecuada de los recursos económicos y humanos y, también, supone un problema a la hora de reducir inequidades y poder derivar a pacientes a aquellos centros en los que puedan recibir un mejor manejo para su caso concreto.
Para el Dr. José María Martín-Moreno, catedrático de Salud Pública en la Universidad de Valencia, avanzar “no es sólo una cuestión de recursos, si no de ver cómo se utilizan de una manera más racional”. Y en esta misma idea ha coincidido la Dra. Eva Ciruelos, oncóloga en el Hospital 12 de Octubre, coordinadora de la Unidad de Cáncer de Mama en HM Hospitales y vicepresidenta de Solti, apuntando que “el sistema es hostil, pero, más que un mayor número de recursos, necesitamos organizar mejor las estructuras”.
También ha coincidido en este punto la Dra. Pilar Garrido, presidenta del Comité Técnico Nacional de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y jefa de Servicio de Oncología en el Hospital Ramón y Cajal, agregando que “actualmente no se sabe con precisión cuántos médicos están en activo ni dónde trabajan”. Asimismo, la Dra. Garrido ha señalado que en ocasiones se utilizan los datos del sistema MIR como fuente de recursos asistenciales, considerando que esta no es fidedigna a la situación por territorios y que un registro sería el método adecuado para hacer una radiografía precisa de la situación.
En el marco de un registro registro nacional homogéneo en cáncer, los expertos llaman a cuantificar el número de expertos y dónde trabajan para obtener una radiografía fidedigna de los recursos asistenciales en oncología
En este sentido, la Dra. Ciruelos, ha puesto el foco sobre el hecho de que en ocasiones no se cuantifican correctamente los recursos adecuados y tienen que recurrir a vías «extraordinarias» o «anómalas» para cubrir las necesidades en recursos humanos y asegurar la atención a los pacientes.
Además, para el Dr. Rafael López, vicepresidente de la Fundación ECO y jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Santiago de Compostela hay dos grandes debilidades: la falta de colaboración y de comunicación. “En España todavía trabajamos en silos, entre médicos o enfermeros, por especialidades, por comunidades autónomas o entre administraciones, y falta comunicación; a esto se suma que tenemos foros de los que sacamos problemas y oportunidades que no sabemos comunicar activamente a la sociedad”, ha lamentado. Y este problema, para la Dra. Rubio también radica en “la falta de datos y de control de calidad de los procesos”.
Unión y ‘presión’ para lograr medidas de calado
Otro de los puntos que los expertos han puesto sobre la mesa es que, aunque el Plan Europeo contra el Cáncer fue “revolucionario” en palabras de la Dra. Rubio, y con unas recomendaciones que aplican a todos los países, la situación es compleja porque cada Estado miembro de la Unión Europea tiene su propia legislación.
Por otra parte, la Dra. Rubio ha echado en falta que en España exista algún grupo de presión que contribuya a que se impulsen medidas de alto impacto para pacientes y profesionales. A este respecto ha puesto un ejemplo de Italia, en el que gracias a la unión de expertos y asociaciones de pacientes se logró que fuese obligatorio que ninguna mujer con cáncer de mama pudiera ser tratada fuera de centros especializados en esta patología. Y es que, como ha expresado la Dra. Ciruelos, “el papel de los pacientes es fundamental, pero no hay una estructura fuerte en España”.
Bajo la perspectiva de la Dra. Rubio, “en España se necesita una estrategia clara y basada en evidencia científica alineada con las recomendaciones europeas”. Sobre esta idea también ha abundado el Dr. Luis de la Cruz, patrono de la Fundación ECO y jefe de Servicio de Oncología en el Hospital Virgen de la Macarena, considerando por su parte que “si no se dispone de un registro nacional de cáncer, será difícil avanzar, ya que cuando el sistema funciona conjuntamente, los resultados son mejores”.
Para avanzar en la asistencia oncológica, los profesionales reclaman una estrategia clara, basada en evidencia científica y alineada con las recomendaciones europeas
“Para avanzar en puntos como la creación del registro nacional de cáncer tenemos que creérnoslo, hacer un grupo unido de presión para conseguirlo, en el que prime una cultura de comunicación y colaboración”, ha concluido la Dra. Pilar García Alfonso, miembro de la Comisión Permanente de la Fundación ECO y jefa de Servicio de Oncología Médica en el Hospital Gregorio Marañón.
Prevención frente al cáncer y concienciación
Otro de los temas que han abordado los expertos ha sido la importancia de la prevención, tanto primaria como secundaria. En este sentido, la Dra. Rubio ha señalado que, hay luces y sombras, ya que por ejemplo “se ha reducido el consumo de trabajo, pero, por otra parte, ha aumentado el uso de cigarrillos electrónicos”. También existen otros datos como los relativos al éxito de las campañas de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y, como contrapunto, los que reflejan un aumento de la obesidad, patología relacionada con el desarrollo de algunos tipos de cáncer. Aquí, el Dr. Marín Moreno ha apelado al componente individual puntualizando que “es importante que la ciudadanía no sea pasiva, pero también que haya condiciones favorables para llevar un estilo de vida saludable”.
También, en términos de prevención y detección precoz, los cribados juegan un papel muy relevante. La Dra. Rubio ha considerado que “existe una desigualdad en la aceptación de los cribados”. Esto se refleja en los diferentes programas que se han puesto en marcha, con resultados de participación dispares tanto entre regiones como por patologías, lo que se refleja en una alta participación en cribados como el de mama y otros con deficiencias como el de cáncer colorrectal. Precisamente sobre este, la Dra. García Alfonso ha señalado que “el cribado colorrectal no está funcionando adecuadamente y falta personal para dar respuesta a la demanda, especialmente en atención primaria”.
Para paliar las desigualdades en la aceptación de cribados, los especialistas llaman a analizar la mejor manera de implementarlos y avanzar en la concienciación sobre su utilidad
En esta línea, el Dr. Pedro Pérez Segura, secretario de la Fundación ECO y jefe de Servicio de Oncología en el Hospital Clínico San Carlos ha resaltado que “hay áreas en las que estamos especialmente bien y otras con margen de mejora, pero nadie duda que existe una escasez de recursos para llevar a cabo las estrategias a implementar, por lo que es necesario analizar el problema y plantear soluciones”.
Así, la presidenta electa de la European Cancer Organisation ha hecho referencia a tres proyectos europeos en este ámbito como son Price, para cáncer de próstata, Tobas para cáncer gástrico o Solace, en cáncer de pulmón, contando los dos primeros con participación española. Sobre este aspecto, la Dra. Rubio ha precisado que más allá de crear programas de cribado “es necesario evaluar cuál es la mejor manera de implementarlos, aspecto que en la mayoría de países no se plantea”. Y, otro punto sobre el que es necesario incidir, según el Dr. De la Cruz es “la sensibilización, que es fundamental en los programas de cribado como puede ser el colorrectal”.