Remedios Martín Álvarez, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)
La sanidad pública española se enfrenta a grandes desafíos los cuales se han visto agravados a raíz de la pandemia de la Covid-19. La falta de recursos, la escasez de profesionales sanitarios -provocada en parte por la falta de condiciones laborales atractivas- y la sobrecarga asistencial que denuncian los propios profesionales sanitarios, son solo algunos de los problemas que perjudican al sistema sanitario.
Desde la perspectiva de los pacientes, también existe en ocasiones, un descontento provocado, principalmente, por la falta del tiempo que los profesionales pueden dedicar a cada persona, pero sobre todo por la dificultad en la accesibilidad.
Ante esta situación, surge una cuestión fundamental, ¿podemos convertir a la atención primaria en aliada de la sanidad pública para garantizar una salud accesible y sostenible?
La atención primaria es la base de un sistema de salud eficiente y equitativo, presentando un papel clave en el cribado, diagnóstico y tratamiento de patologías comunes, así como en el seguimiento de pacientes crónicos. Los médicos y médicas de familia son el centro sistema sanitario, otorgando a los pacientes una continuidad asistencial e individualizada, adaptada a cada persona y entorno.
La atención primaria es la base de un sistema de salud eficiente y equitativo, presentando un papel clave en el cribado, diagnóstico y tratamiento de patologías comunes
El Día Mundial de la Salud es el escenario perfecto para recordar que el refuerzo de la atención primaria podría suponer un beneficio para los propios pacientes y profesionales sanitarios. De igual manera, permitir una gestión más eficiente de los recursos sanitarios podría conseguir una reducción de la presión en hospitales o en el propio servicio de urgencias.
Lamentablemente, no hablamos de una problemática actual, sino de una situación que se ha alargado en el tiempo y requiere de soluciones actualizadas y reformas estructurales. Resulta necesario revisar la estrategia dirigida a esta especialidad, ofreciendo las herramientas imprescindibles para poder otorgar un servicio asistencial de calidad.
El nuevo plan de atención primaria puede convertirse en un punto de inflexión para garantizar una transformación sostenible del sistema. La puesta en marcha de mejoras en la coordinación entre niveles asistenciales, la incentivación del talento y la dotación de recursos son algunos de los aspectos clave que pueden ayudar a conseguirlo.
Debemos seguir trabajando para impulsar el posicionamiento de la atención primaria como eje vertebrador e imprescindible para una sanidad pública de calidad. Con el compromiso de profesionales, instituciones y de la sociedad en general, podemos construir un modelo de atención primera más justo, eficaz, sostenible y accesible para todos.
