Redacción
Distintos miembros de la cadena de producción, distribución y dispensación de medicamentos han emitido este jueves un nuevo posicionamiento conjunto contra el sistema de precios seleccionados que recoge anteproyecto de Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios aprobado por el Ministerio de Sanidad y en proceso de audiencia pública hasta el próximo 30 de abril.
Las organizaciones de genéricos y biosimilares, la patronal de la industria innovadora, los colegios de farmacéuticos y la Federación de Distribuidores Farmacéuticos afirman que si se pone en marcha el sistema de precios seleccionados impactaría de forma «muy negativa» en el tejido industrial farmacéutico, agravaría los problemas de abastecimiento y supondría la reducción de oficinas de farmacia.
El posicionamiento conjunto solicita al Ministerio que elimine la regulación del sistema de precios seleccionados del anteproyecto de Ley de Medicamentos y vuelva a reunirse con los agentes del sector para consensuar las reformas
El posicionamiento conjunto solicita al Ministerio que elimine la regulación del sistema de precios seleccionados del anteproyecto de Ley de Medicamentos y vuelva a reunirse con los agentes del sector para consensuar las reformas en el Comité Mixto de la Estrategia de la Industria Farmacéutica que negociaron Gobierno e industria. Señalan que el sistema es contrario al concepto de autonomía estratégica abierta, en el que se basa la Estrategia de la Industria, y advierten de que si se lleva a cabo pueden peligrar las inversiones de la industria. «Conllevaría un impacto negativo sobre las decisiones de inversión y crecimiento económico y del empleo en España», apuntan.
«Este sistema supondría un radical cambio de modelo, con consecuencias muy negativas que no han sido suficientemente valoradas al redactar el anteproyecto», aseguran Aeseg, Biosim, Cgcof, Farmaindustria y Fedifar, firmantes del posicionamiento. El sistema de precios seleccionados implica que las farmacéuticas informen cada seis meses del precio al que van a vender los fármacos que ya no cuentan con patente y son sustituibles por otros, «con base en las ofertas ciegas de las compañías», señalan.
«Este sistema supondría un radical cambio de modelo, con consecuencias muy negativas que no han sido suficientemente valoradas al redactar el anteproyecto de Ley de los Medicamentos»
El sistema establecería una horquilla de precios para estos fármacos, que van desde el medicamento con el precio más bajo, a los que estén dentro de un rango de precios. Fuera de esta agrupación estarían los medicamentos que se vendan por encima de esta horquilla de precio. Todo el sistema cambiaría los precios cada seis meses.
Desinversiones de la industria y aumento de importaciones extracomunitarias
El objetivo del Ministerio es impulsar la competitividad y la entrada de biosimilares y genéricos y, con ello, lograr mejores precios de compra. Para la industria esto supondrá una «bajada continua y acusada de precios» en una fase de vida de los medicamentos en la que las compañías registran «menores márgenes de rentabilidad».
Afirman que el sistema generaría un modelo «poco predecible y volátil» que provocaría un escenario de «inestabilidad e incertidumbre económica» para la industria, que vería «imposible planificar y diversificar los proveedores» para mejorar la cadena de suministro y habría «perdida de empleo».
Creen que se daría ventaja a operadores de fuera de la UE que «no tienen capacidad ni voluntad de suministrar» de forma estable el mercado y peligraría la continuidad de algunas de las plantas de producción en España
Además, creen que si se prima el precio más bajo a cualquier otra consideración, se daría ventaja a operadores que «no tienen capacidad ni voluntad de suministrar» de forma estable el mercado a largo plazo, lo que pondría en peligro la continuidad de algunas de las plantas de producción en España. Pronostican un hundimiento de las exportaciones de medicamentos y aumentarían las importaciones extracomunitarias «en un contexto internacional muy tenso para la industria farmacéutica», apuntan.
Los firmantes del posicionamiento auguran que si se pierden laboratorios que oferten sus fármacos por las bajadas de precios, se agravarían los problemas de desabastecimientos. Tampoco tendrían oportunidad de estimar los «niveles adecuados de stock de los medicamentos» si hay cambios cada seis meses y podría derivar en una mayor dependencia de países de fuera de la unión europea. «Desincentivaría el desarrollo y posterior lanzamiento de nuevos medicamentos genéricos y biosimilares, pues España se convertiría en un país oportunista con alta incertidumbre en los volúmenes de comercialización a precios muy bajos», añaden.
«Tendrían también un importante impacto sobre la red de oficinas de farmacia y el empleo asociado a ellas, dejando numerosas localidades y barrios sin farmacia»
Pérdida de oficinas de farmacia
Las organizaciones firmantes del posicionamiento creen que la implantación del sistema de precios seleccionados reduciría la adherencia a los tratamientos e incrementaría el riesgo de errores de los pacientes y los problemas asociados al haber cambios de fármacos dispensados cada seis meses.
Al mismo tiempo, las farmacias comunitarias tendrían que lidiar con la incertidumbre del resto del sector y creen que se reduciría «drásticamente» las opciones y la disponibilidad de medicamentos en la farmacia, con los problemas de suministros que traería. «Tendrían también un importante impacto sobre la red de oficinas de farmacia y el empleo asociado a ellas, en especial en los entornos más vulnerables, dejando numerosas localidades y barrios sin farmacia, sin sus profesionales y sin acceso al medicamento», afirman.