Pablo Malo Segura / Juan León García
El fallo eléctrico registrado en España este lunes 28 de abril provocó la interrupción del funcionamiento habitual de la red de farmacias, que tuvieron dificultades para poder realizar la dispensación de medicamentos. A pesar de ello, según el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (Cgcof), entre las 12:30 y las 00:00 de ayer, se realizaron más de medio millón de dispensaciones de medicamentos en el conjunto del país. La activación de planes de contingencia tanto en el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos como en los Colegios provinciales permitió que los sistemas asociados a la receta electrónica se mantuvieran y que se evitara pérdida de datos de los servidores.
Pese al apagón, se realizaron más de 500.000 dispensaciones de medicamentos entre las 12:30 y las 00:00 del lunes en España
El contraste entre farmacia rural y urbana ante el fallo energético
Dos testimonios relatan de primera mano a iSanidad cómo se vivieron estos momentos en una farmacia comunitaria de Madrid y una farmacia rural de Asturias. «Fue un caos porque no había luz, comunicaciones ni internet», describe Jaime Espolita Suárez, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar) y titular de la farmacia de Amieva (Asturias). Sin embargo, destaca que «las farmacias rurales tuvieron ventaja respecto a las urbanas», gracias a la cercanía física con el centro de salud y la relación directa con los profesionales sanitarios del entorno.
Durante el apagón, que duró en Amieva desde el mediodía hasta las 20:00h, Espolita recurrió a una coordinación presencial con el centro de salud para adelantar medicación urgente. «En mi caso, el centro de salud está situado a 30 metros de la farmacia. Por la mañana podía comunicarme con la médica por Whatsapp, pero cuando se fueron las comunicaciones cada vez que venía un paciente me acercaba al consultorio o viceversa para ver qué medicación quería que le diera. Lo que hacíamos era adelantar esa medicación para no tener que esperar al día siguiente a que pudiera sacarla con la receta o cuando volviera la luz», detalla. También se organizaron entregas a domicilio de forma improvisada para gente de pueblos cercanos.
Respecto a la recuperación de las comunicaciones, resalta que «esta mañana funcionaba todo perfectamente, pero al poco rato a las 10.00 horas se nos ha ido la fibra en toda la zona. Estamos funcionando sin problemas con el auxiliar de 4G, pero en esta zona tiene muy poca velocidad», afirma. El presidente de Sefar señala que su mayor preocupación durante este tiempo es la gente que haya podido tener algún percance o que necesitase medicación urgente y a la que no hayan podido atender debido al fallo eléctrico.
El Consejo General de Colegios de Farmacéuticos activó planes de contingencia para mantener la operatividad de la receta electrónica y evitar la pérdida de datos
En el entorno urbano, donde la digitalización de la farmacia comunitaria está ampliamente extendida, la interrupción del suministro eléctrico supuso un bloqueo de la actividad asistencial. «Se fue toda la luz y estábamos totalmente de manos atadas, no podíamos hacer nada», explica Carolina Fernández-Bujarrabal, titular de la Farmacia La Bañeza número 3 (Madrid). Su farmacia dispone de un robot dispensador y un sistema totalmente informatizado, lo que imposibilitó la atención sin conexión eléctrica ni acceso al sistema del Ministerio de Sanidad.
Esta situación hizo que cerrase temporalmente su farmacia, aunque permaneció pendiente de un posible restablecimiento del suministro. «Estuvimos aquí esperando hasta las 14:00 horas por si se volvía a conectar todo y luego cerramos. Nos pusimos de acuerdo entre las farmacias de la zona para abrir si volvía la luz, aunque todavía no conectase bien con el sistema de Sanidad», expone.
Cuando comenzó a funcionar el sistema informático interno, aunque sin conexión a sanidad, se dispensaron algunos medicamentos a pacientes conocidos. «Sabemos que les hacía falta y que era urgente, les dimos la medicación y se lo metimos en la cuenta. Ahora ya se está funcionando, les hemos llamado y lo hemos solucionado», subraya.
Aunque hubo caos inicial, las farmacias rurales tuvieron ventaja para gestionar la situación por su cercanía a centros de salud y su red de contacto directa
La titular de la Farmacia La Bañeza número 3 (Madrid) resalta la función social de la farmacia. «Los vecinos bajaban a la farmacia para preguntarnos, como si nosotras supiéramos más. El problema es que no podíamos explicar mucho, porque no lo sabíamos al no funcionar ni los móviles ni internet», recalca.
Interrupción de la cadena de frío
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos recuerda la necesidad de consultar con el farmacéutico cualquier duda sobre el uso de medicamentos que pudieran haberse visto afectados por la interrupción de la cadena de frío durante un periodo prolongado de tiempo.
En este sentido, recuerdan que en España hay comercializadas alrededor de 400 presentaciones de medicamentos dispensables en farmacia que deben conservarse en nevera a una temperatura de entre 2 y 8 grados, conocidos como medicamentos termolábiles. «En estos casos, con carácter general, los medicamentos que hayan permanecido guardados en neveras manteniendo el frío residual durante las horas de falta de energía eléctrica no habrán visto alterada su calidad y seguridad. Por otra parte, en ocasiones, si fuera necesario, el medicamento podría conservarse a temperatura ambiente durante periodos prudenciales de tiempo», detallan desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos.
El presidente de Sefar cuenta que en su farmacia ayer no abrió la nevera en todo el día. «Al volver la luz, comprobé la temperatura y no había pasado de 8°C, lo que está dentro del margen». No obstante, advirtió que en otros puntos del país, especialmente zonas con suministro más tardío, algunos compañeros sí superaron el umbral de seguridad y deben revisar producto a producto.
Por su parte, la titular de la Farmacia La Bañeza número 3 (Madrid) comenta que afortunadamente la temperatura no subió mucho, pero tiene que revisar medicamento por medicamento. «Las vacunas, por ejemplo, son muy sensibles. Otros medicamentos como los agonistas del GLP-1, cada vez más solicitados, son muy caros y también se conservan en frío. Si alguno se ha estropeado, estamos hablando de una inversión muy importante. Esperemos que lo cubra el seguro”, manifiesta.
En el caso de las plumas de insulina que ya estén siendo utilizadas por los pacientes, el Cgcof recuerda que deben conservarse a temperatura ambiente, por debajo de 25 a 30ºC, durante un periodo de hasta cuatro semanas. Así, recuerdan que la información sobre conservación está disponible en el prospecto del medicamento, y en caso de duda, se aconseja consultar al farmacéutico. «La red de farmacias, como siempre, está preparada y comprometida para garantizar la continuidad en la atención farmacéutica y proteger la salud de todos los ciudadanos», concluyen.