Redacción
A pesar de los avances en el conocimiento de la esclerosis múltiple todavía existe una necesidad no cubierta: contar con herramientas diagnósticas que ayuden a actuar de forma temprana y personalizada. Actualmente, el control de la enfermedad se basa principalmente en la resonancia magnética, considerada el método de imagen de referencia, y en el análisis del líquido cefalorraquídeo, que requiere una punción lumbar. Ambas técnicas, aunque importantes, presentan limitaciones como la baja accesibilidad, la necesidad de desplazamientos, el carácter invasivo y la falta de capacidad para predecir con precisión la progresión de la enfermedad. Durante la reunión del Comité de Innovación del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) miembros de Siemens Healthineers presentaron el valor clínico de los neurofilamentos de cadena ligera (NfL) como biomarcador sanguíneo en esclerosis múltiple.
En concreto, Manuel Nogueira, business manager laboratory diagnostics en Siemens Healthineers España, y María Altarriba Sanpons, responsable de inmunoensayo en Siemens Healthineers, destacaron que los niveles de NfL en sangre se correlacionan de forma sólida con los del líquido cefalorraquídeo y reflejan el daño neuronal asociado a la enfermedad.
Su medición a través de esta analítica se traduce en un seguimiento más accesible, menos invasivo y seriado del paciente, aportando información útil sobre riesgo de recaídas, progresión o respuesta al tratamiento. Además, explicaron que este análisis de NfL en sangre con marcado CE está disponible en las plataformas Atellica IM y Advia Centaur y ayuda a complementar la información obtenida por resonancia magnética y otros parámetros clínicos, facilitando una medicina más personalizada y predictiva.
Desde Siemens Healthineers explicaron que los niveles de NfL en sangre se correlacionan de forma sólida con los del líquido cefalorraquídeo y reflejan el daño neuronal asociado a la enfermedad
La EM es una enfermedad del sistema nervioso central que afecta a más de 2,8 millones de personas en el mundo. Suele aparecer entre los 20 y los 40 años y afecta especialmente a mujeres, con una gran variabilidad en la forma de presentación y progresión. En España, se estima una prevalencia de 1 caso por cada 1.000 habitantes. A pesar de los avances en el conocimiento de esta patología, sigue existiendo una necesidad no cubierta: contar con herramientas diagnósticas que ayuden a actuar de forma temprana y personalizada.
Marta Villanueva, directora general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), destacó que «iniciativas como esta muestran cómo la innovación diagnóstica permite mejorar la eficiencia del sistema sanitario y la calidad de vida de los pacientes. Apostar por biomarcadores accesibles y fiables como los NfL es avanzar hacia una medicina más personalizada, predictiva y sostenible».