Los desafíos en la formación de los higienistas dentales

César Calvo, presidente del Colegio Profesional de Higienistas Dentales de Madrid

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Anuario iSanidadental 2024
César Calvo, presidente del Colegio Profesional de Higienistas Dentales de Madrid
Las recientes reformas legislativas en materia de educación y formación profesional han reforzado el modelo de formación dual para los higienistas dentales, a pesar de la histórica oposición de los Colegios Profesionales de Higienistas Dentales a esta metodología. Si bien la formación dual, que combina el aprendizaje teórico con la experiencia práctica en empresas, puede ser una herramienta eficaz en determinados sectores, no resulta adecuada para las profesiones sanitarias.

La calidad de la formación de los higienistas dentales, quienes desempeñan un papel fundamental en la salud de los pacientes, no puede quedar supeditada a las condiciones y recursos que ofrezcan las empresas privadas. La experiencia ha demostrado que, en muchos casos, no garantizan una formación adecuada en las competencias específicas del higienista dental.

La calidad de la formación de los higienistas dentales no puede quedar supeditada a las condiciones y recursos que ofrezcan las empresas privada

Para que el modelo dual pudiera garantizar una formación de calidad, las empresas u organismos colaboradores en la formación profesional deberían contar con tutores altamente cualificados, con un profundo conocimiento técnico, experiencia en la organización y funcionamiento del sector, competencias pedagógicas y una dedicación horaria suficiente. Sin embargo, la realidad evidencia que muchas empresas carecen de la estructura y los formadores necesarios para proporcionar una enseñanza rigurosa y ajustada a las exigencias del ámbito sanitario.

Además, en numerosos casos, los estudiantes en prácticas terminan desempeñando funciones ajenas a su formación, convirtiéndose en mano de obra gratuita en lugar de recibir un aprendizaje adecuado. Dado que el legislador ha reconocido a la higiene bucodental como una profesión sanitaria, en atención a la importancia del bien jurídico que protege la salud, la formación práctica en esta disciplina debería impartirse exclusivamente en centros públicos, tales como hospitales, centros de salud, geriátricos y universidades, donde se puedan garantizar los estándares de calidad adecuados.

LA EXCLUSIÓN DE LOS HIGIENISTAS DENTALES COMO DOCENTES
Otro problema significativo en la formación de los higienistas dentales es la negativa de la administración educativa a incluir a los propios profesionales del sector como docentes en sus estudios. La higiene bucodental es una disciplina con características únicas, donde el conocimiento práctico y técnico es esencial.

Sin embargo, la normativa actual impide que los higienistas dentales con décadas de experiencia impartan clases en los módulos de su propia especialidad. En su lugar, la docencia se delega en profesionales de otras disciplinas sanitarias, quienes en muchas ocasiones no poseen cono cimientos específicos sobre salud bucodental. Tras casi 35 años de evolución profesional y académica, es indiscutible que los higienistas dentales son los más capacitados para la enseñanza de determinados módulos en su propia titulación.

La normativa actual impide que los higienistas dentales con décadas de experiencia impartan clases en los módulos de su propia especialidad

LA FORMACIÓN NO REGLADA Y EL RIESGO DE INTRUSISMO PROFESIONAL
Otro factor que está afectando gravemente a la profesión en relación con la formación en higiene bucodental es la proliferación de programas de formación no reglada. Desde el Colegio de Higienistas de Madrid se reciben continuamente consultas y reclamaciones de personas que, tras haber cursado este tipo de estudios, descubren con sorpresa que no han obtenido una titulación oficial ni la habilitación para ejercer como higienistas dentales. Muchos centros no advierten explícitamente o de forma clara a los estudiantes que carecen de validez oficial.

Como resultado, quienes completan estas formaciones se encuentran en una situación de indefensión cuando intentan colegiarse o acceder a prácticas en clínicas dentales. Este tipo de formación fomenta el intrusismo profesional, una de las amenazas más graves para la profesión y la seguridad de los pacientes. La realización de procedimientos propios del higienista dental por personas sin la titulación ni los conocimientos necesarios constituye un delito de intrusismo profesional.

Este tipo de formación fomenta el intrusismo profesional, una de las amenazas más graves para la profesión y la seguridad de los pacientes

A pesar de las reiteradas denuncias presentadas por la Unión de Colegios Profesionales de Higienistas Dentales de España, que actualmente preside el Colegio de Madrid, la Administración sigue sin adoptar medidas efectivas de control y sanción contra estas prácticas irregulares.

UNA REFORMA NECESARIA PARA GARANTIZAR LA CALIDAD EN LA FORMACIÓN
En definitiva, mientras la higiene bucodental no se convierta en grado universitario, una de las principales reivindicaciones del sector, es imprescindible que la formación profesional de los higienistas dentales evolucione conforme a la realidad de la práctica clínica actual.

Para ello, deben actualizarse las funciones que actualmente desarrollan y se deben adoptar reformas urgentes que incluyan la eliminación del modelo de formación dual, la incorporación de los higienistas como docentes en su especialidad y un mayor control sobre la formación no reglada.

Solo mediante estas reformas será posible garantizar que la formación de los higienistas dentales en España se ajuste a los estándares de calidad y seguridad que exige el ejercicio de una profesión sanitaria.

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