Anuario iSanidad 2024
Dra. Cristina Masuet, jefa del Departamento de Medicina Preventiva en el Hospital de Bellvitge
El herpes zóster es una enfermedad en torno a la que en la actualidad sigue habiendo confusión y desconocimiento. El primer contacto con el virus suele producirse en la infancia y queda latente, pudiendo producirse su activación en diferentes momentos de la vida. Por ello, como resalta la Dra. Cristina Masuet, jefa del Departamento de Medicina Preventiva en el Hospital de Bellvitge, es importante aumentar el conocimiento sobre la enfermedad para optimizar su manejo e incidir en la prevención a través de la vacunación para evitar algunos de sus síntomas con mayor impacto negativo.
¿Qué es el herpes zóster (HZ) y cómo se produce?
Es una reactivación del virus de la varicela que se puede producir una vez o más a lo largo de la vida, siempre posteriormente a haber tenido una infección por el virus de la varicela. Esta reactivación se produce cuando baja el sistema inmune celular.
El herpes zóster genera lesiones vesiculares a lo largo de un dermatoma y en un 30% de los casos puede ocurrir una neuralgia postherpética que puede durar mínimo 3 meses, y en dichos casos es altamente invalidante afectando actividades cotidianas y la calidad de vida del paciente.
¿Qué grupos poblacionales tienen un mayor riesgo de padecerlo, así como de sufrir complicaciones derivadas del HZ?
Principalmente las personas con más riesgo de padecer herpes zóster son aquellas que tienen afectado el sistema inmune celular por enfermedad, trata miento o simplemente por la edad. No obstante, toda persona que haya padecido la varicela puede padecer un herpes zóster, por consiguiente, más del 90% de adultos españoles.
Principalmente, las personas con más riesgo de padecer herpes zóster son aquellas que tienen afectado el sistema inmune celular
Uno de los principales grupos de riesgo son las personas mayores de 60 años, incluso mayores de 50; cuanto mayor es la edad, más riesgo. También todos aquellos pacientes con inmunosupresión celular porque tengan una enfermedad hematológica, como puede ser una leucemia, un linfoma de Hodgkin, mieloma múltiple o cualquier enfermedad que afecte a la línea blanca o de linfocitos, o incluso que hayan recibido un trasplante de progenitores hematopoyéticos.
También sucede con otras infecciones como el VIH, que tienen afectados los linfocitos T y pueden tener más riesgo y que presente más complicaciones. Esto también puede suceder en personas que reciben tratamientos biológicos o inmunosupresores, que se pueden dar en pacientes con enfermedades autoinmunes o inmunomediadas (artritis reumatoide, artritis psoriásica, dermatitis atópica, enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, Lupus, Esclerosis múltiple,…) o pacientes con trasplante de órganos sólidos a los que se dan tratamientos de inmunosupresión como micofenolato y tacrolimus; pacientes con tumores sólidos o incluso pacientes con enfermedades crónicas tales como depresión, estrés psicológico, asma, EPOC (bronquitis crónica, enfisema), Diabetes Mellitus, enfermedad cardiovascular o insuficiencia renal crónica.
Actualmente, ¿Cuáles son las recomendaciones de vacunación frente al Herpes Zóster?
La recomendación sistemática, o según el calendario vacunal, indica la vacunación de personas de 65 años, con posibilidad de captar cohortes adicionales entre los 66 y 80 años. Dependiendo de la comunidad autónoma, existen variaciones en función de las cohortes de edad financiadas. También, en función de los grupos de riesgo que comentaba que pueden tener afectadas las líneas celulares del sistema inmune o incluso pacientes con herpes zóster de repetición.
¿Qué datos hay respecto a las coberturas de vacunación frente a HZ y qué importancia tiene que estas sean altas?
Los datos de coberturas a nivel nacional no están publicados, ni tampoco de todos los países. Si nos fijamos en España, hay datos por ejemplo de la Región de Murcia que van publicando en función de las cohortes de edad siendo entre el 22 y 43% con mínimo una dosis; pero en grupos de riesgo desconocido.
En la región de Castilla y León superior al 38% de cobertura según cohortes de edad. También tenemos el caso de la Comunidad de Madrid, donde los últimos datos publicados de coberturas son superiores al 48% (sujetos que al menos han recibido una dosis).
Y, de las dosis administradas en población de riesgo en las que se ha registrado esta condición, la mayoría han sido en personas con VIH (28,0%), seguido de personas en tratamiento con fármacos anti-JAK (20,0%) y personas con hemopatías malignas (13,2%). Por otro lado, existen regiones como Cataluña, donde estos datos no son públicos.
En el caso de trasplantados de órgano sólido, hay variaciones. Por ejemplo, nosotros a nivel de nuestro centro estamos haciendo un seguimiento de más de 3000 pacientes trasplantados de órganos sólidos y por ejemplo en trasplantados cardíacos es del 87%.
“En el caso del Hospital de Bellvitge, en personas con trasplante de corazón la cobertura asciende al 87%”
Fundamental que dichas coberturas sean elevadas en adultos especialmente vulnerables a infectarse y a padecer complicaciones (herpes zóster ocular, encefalitis, neuralgia postherpètica,…) no sólo por el riesgo de infectarse sino que tengan algunas complicaciones.
Se conoce que el herpes zóster en estos pacientes no sólo tienen más posibilidades de infectarse sino de complicaciones y/o repeticiones de episodios de herpes zóster. La vacunación en la edad pediátrica en nuestro país alcanza coberturas muy elevadas.
No ocurre lo mismo con la vacunación en adultos, donde las coberturas vacunales son bastante inferiores probablemente vinculado con una baja percepción de riesgo. Por este motivo, es de vital importancia seguir trabajando para acercar la vacunación y la información de dicho riesgo a los adultos.
¿Qué retos hay en la actualidad respecto a la prevención y concienciación sobre herpes zóster?
Existen dos retos principales y vinculados entre sí. El primero es la educación de la población y/o los sanitarios en la importancia de las complicaciones que se pueden generar, porque estos pacientes que tienen afectadas las líneas celulares del sistema inmune no sólo tienen riesgo de infectarse sino de contraer infecciones más graves.
Dos retos principales: la educación en la importancia de las complicaciones y el de difundir información del riesgo de la enfermedad, de la eficacia de la vacuna
La percepción de riesgo a nivel poblacional y de los propios sanitarios debe ser considerada. Así, el otro reto fundamental en herpes zóster es difundir información del riesgo de la enfermedad, de la eficacia de la vacuna, así como su seguridad y como un incremento de vacunación es una buena inversión en calidad de vida para los pacientes, dada su alta eficacia y larga duración.
Entrevista realizada en colaboración con GSK PM-ES-AVU-JRNA-250003 (v1) 02/2025