Redacción
El Hospital Universitario Infanta Elena, centro público de Valdemoro (Madrid), ha realizado con éxito su primer procedimiento con un stent biliar extraíble en un paciente con una fuga biliar derivada de una cirugía anterior. La intervención la llevó a cabo por el equipo de radiología intervencionista del hospital, utilizando un dispositivo mínimamente invasivo que permite restaurar el flujo de bilis, aliviar síntomas como la ictericia y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida del paciente.
Este tipo de prótesis está indicado tanto para fugas biliares como para estenosis del árbol biliar, originadas por tumores como el colangiocarcinoma o el cáncer de páncreas. Se trata del único modelo actualmente disponible que puede retirarse de forma percutánea, de manera sencilla y segura, sin necesidad de cirugía compleja y en un plazo de tiempo muy corto.
«El procedimiento se realiza por vía endoscópica o percutánea para colocar el stent en la zona afectada y restablecer el paso de la bilis», explica el Dr. Eduardo Daguer, especialista del Servicio de Radiología Intervencionista del hospital. «Gracias a que esta prótesis incorpora un hilo de tracción, puede retirarse fácilmente, lo que la convierte en una solución ideal en casos en los que se requiere una opción temporal, cuando el diagnóstico no es definitivo o si es probable que haya que cambiar el tratamiento más adelante».
El paciente tratado en el hospital valdemoreño tenía una fuga biliar como consecuencia de una cirugía anterior y, gracias a esta intervención, se ha podido reestablecer el flujo de bilis, aliviar síntomas como la ictericia y, por lo tanto, mejorar su calidad de vida
El dispositivo utilizado, denominado Jengu, es un stent metálico autoexpandible fabricado en nitinol. Está indicado para tratar fugas y estenosis en el tracto gastrointestinal, incluyendo esófago, colon, unión pilórico-duodenal y vías biliares, generalmente de origen tumoral. Su diseño trenzado combina fuerza radial y flexibilidad, lo que facilita su implantación y eficacia clínica.
En su modalidad biliar, este stent ofrece alta conformabilidad para reducir el riesgo de migración, versiones parcialmente recubiertas que equilibran la permeabilidad y la protección frente al tumor, y marcadores radiopacos que permiten una colocación precisa. Todo ello se traduce en mayor seguridad y eficacia clínica, según destaca el Dr. Daguer.
Por último, el especialista subraya que para su correcta colocación es fundamental contar con experiencia en técnicas endoscópicas o percutáneas, así como con conocimientos específicos del sistema de liberación y manejo del hilo de extracción. También es esencial realizar una adecuada selección del paciente, comprender bien la anatomía y dominar la interpretación de imágenes, además de estar capacitado para prevenir y manejar posibles complicaciones.
