Los Presupuestos Sanitarios Individualizados, una nueva estrategia para conseguir un gasto sanitario más eficiente

El Dr. Álvaro Hidalgo, director del Seminario de Investigación en Economía y Salud de la Universidad de Castilla-La Mancha y presidente del Instituto Max Weber, fue el encargado de impartir la conferencia de clausura sobre el “Papel actual del paciente en la toma de decisiones”, con la colaboración de Chiesi, en el marco del II Congreso SEMERGEN de Pacientes Crónicos celebrado en Madrid.

El Dr. Hidalgo durante su intervención expuso una nueva estrategia para reducir el gasto sanitario que en la actualidad se lleva a cabo con éxito en países como Reino Unido: los Presupuestos Sanitarios Individualizados (PSI).

En su opinión, “los PSI tienen por objeto capacitar a las personas sobre el tratamiento y los servicios que reciben, alentándolas a tomar el control sobre cómo se gasta el dinero en su cuidado”. Según el ponente, esta modalidad se podría gestionar de distintas maneras: con un presupuesto delimitado llevado por el médico de familia o por el centro de atención primaria; con un presupuesto gestionado en nombre de la persona por un tercero; o a través del llamado ‘pago directo’, un pago en efectivo que se entregaría al paciente o a su cuidador.

En opinión del Dr. Hidalgo, “el paciente del siglo XXI dispone de grandes conocimientos sanitarios, posee la información necesaria para demandar el mejor cuidado posible. El perfil del paciente actual es más educado, empoderado, más exigente y más impaciente”.

Según explica, “el Sistema de Salud español debe aprovechar esta ventaja para generar nuevos sistemas, como el PSI, y reducir su gasto sanitario, que aunque es muy similar a la media de los países de la OCDE, ya se lleva el 9,3% de nuestro PIB anual. De hecho, se prevé que llegará al 17% en 2030”.

Experiencias exitosas
En los últimos años, la Health Foundation ha identificado 60 estudios sobre PSI, que se están probando en Alemania, Austria, Australia, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Italia, Finlandia, Francia, Países Bajos, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos, aunque no todos tienen como objetivo reducir los costes generales de la atención sanitaria. Según el Dr. Hidalgo, “algunas iniciativas se centran en promoción de la vida independiente, mientras que otras tienen como objetivo mejorar la capacidad de la familia para asumir las responsabilidades del cuidado”.

Por ejemplo, en Bélgica, el objetivo era reducir el uso del cuidado residencial con coste elevado; en Australia, conseguir una mejor atención sanitaria en zonas rurales muy remotas; Suecia se ha estado centrando en adultos con discapacidades físicas; y en Reino Unido, que ya emplea el PSI en pacientes crónicos, ancianos y discapacitados.

Los análisis de la Health Foundation manejados por el ponente aseguran que las personas que utilizan PSI están más satisfechas que las que no lo hacen, exceptuando a la población anciana, que demanda un mayor apoyo. En este sentido, el Dr. Hidalgo comenta que, “los esquemas que tienen más éxito incluyen un buen asesoramiento y asistencia con capacidad de manejo directo del dinero”.

En Alemania, por ejemplo, se ha observado que las personas que reciben cuidados a largo plazo con PSI obtienen los mismos resultados con un 50% menos de coste. En los Países Bajos estas estimaciones son del 30%, encontrándose datos similares para el Reino Unido o EE.UU.

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