Así lo ha indicado Ignacio Burgos, miembro del órgano. En la materia formativa también se ha puesto manos a la obra el propio Ministerio de Sanidad. Paloma Casado, subdirectora general de Calidad y Cohesión del departamento que dirige Alfonso Alonso, ha explicado que la Administración está “trabajando con pacientes y sociedades científicas para formar al médico de AP”, con el fin de corregir uno de las mayores complicaciones en enfermedades raras: la falta de un diagnóstico precoz que podría permitir que “el paciente no sufra tanta discapacidad”. Casado añade que también se ha avanzado en otros ámbitos, como en el de los medicamentos huérfanos. Ha asegurado que los tiempos de aprobación de este tipo de productos se han reducido a la mitad. Con todo, ha afirmado que todavía queda trabajo por hacer, sobre todo en el campo de la equidad. De hecho, advierte de que todas las dolencias clasificadas como raras deberían tener incluido cribado en la Cartera Básica de Servicios, aunque según los pacientes esto no se cumple en todas las autonomías. (Redacción Médica)