El ICOMEM ha informado que un total de 61 colegiados han presentado enmiendas a los estatutos que ha presentado la Junta Directiva para que los compromisarios los aprueben. Este nuevo texto redactado por una Comisión de Estatutos fue presentado a dicha Junta Directiva que con sus correspondientes “arreglos” ha hecho llegar a todos los colegiados. El proceso ahora pasa por un periodo de 30 días hábiles para que la Junta Directiva estudie todas y cada una de dicha enmiendas y decida si debe incorporarlas a la propuesta final que se enviará a todos los médicos de Madrid.
Según los estatutos actuales vigentes la Junta Directiva debe estudiar todas y cada una de las enmiendas y decidir si las incorpora al texto final. Es un proceso en el que, además, debe intervenir la asesoría jurídica para determinar la validez de todo lo que se presenta y que no se apruebe ningún artículo que luego pueda ser susceptible de anularse por no ser conforme a derecho, lo que daría lugar a la anulación, seguramente, del proceso completo.
Una vez que se incorporen las enmiendas que la decida la Junta Directiva se convocará un asamblea de compromisarios en la que se podrá aprobar dicha reforma estatutaria. A la asamblea podrán acudir junto a los compromisarios todos los colegiados que hayan presentado alguna enmienda, la cual tienen derecho a defender en un tiempo de dos minutos. Estos colegiados no compromisarios tendrán derecho a voz pero no a voto.
Con los 61 colegiados que han presentado enmiendas la sesión, en la parte de las aprobación de enmiendas, se puede prever muy larga porque hay que leer la enmienda, explicar si procede o no, defenderla con, al menos, un turno de palabra, debatirla, votar y contar los votos. Si cada enmienda tiene 7 ó 8 minutos se necesitará seguramente toda una jornada completa para debatir el nuevo texto.
En realidad es exactamente esto lo que están proponiendo desde diferentes ámbitos que se oponen a esta modificación estatutaria: anular el proceso porque no les gusta el resultado.
Entre las enmiendas presentadas hay alguna que pide rechazar el proceso completo, otras que piden que haya asamblea de compromisarios, que todos los contratos pasen por la propia asamblea de compromisarios, también piden que no haya “amigos ni enemigos” en las distintas comisiones, que no se avise a los médicos de sus obligaciones, modificar los quorum propuestos o cuestiones parecidas. No se han dado conocer todas las enmiendas, pero en el desarrollo del nuevo texto no se ha tenido en cuenta que los médicos sí quieren que haya al frente del colegio una persona con un prestigio profesional reconocido, y que le devuelva a la institución el “color” perdido, tampoco se habla de la necesidad de una comisión científica o de reformar las vocalías.
La desafección de los médicos por su colegio viene, principalmente, por los intereses políticos y económicos que muchos presidentes han demostrado y siguen demostrando actualmente. Eso ha alejado a los médicos de los colegios.
..Alfonso González