Los especialistas aprueban la troncalidad, pero coinciden en la importancia de una práctica clínica informada para la toma de decisiones

La Jornada sobre la troncalidad que se ha desarrollado en el Hospital Clínico que ha organizado y patrocinado la Fundación Uniteco Profesional, en colaboración con la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), y que además ha contado con la participación del Ministerio de Sanidad, permitió un debate entre los estudiantes, el Ministerio y los especialistas.

El objetivo de la Jornada era abrir el debate y compartir puntos de vista e impresiones de este nuevo marco que va a comenzar a regular la formación sanitaria especializada. No obstante ha sido la “doble elección” y el tiempo dedicado a cada periodo formativo los puntos que más debate han suscitado, aunque toda la jornada ha generado mucho interés y ha permitido abordar la troncalidad desde diferentes ámbitos, mostrando la preocupación de los propios estudiantes, muy implicados en este nuevo proyecto del Ministerio.

El Decreto de Troncalidad que regula la especialización troncal y las áreas de capacitación específica se aprobó en 2014, y ha generado mucha controversia por las dudas sobre su aplicación práctica. Por ello, la organización de esta sesión ha estado enfocada en dar visibilidad a todos los agentes implicados en su puesta en marcha, de forma que se han podido exponer sus argumentos y motivos, a favor o en contra de este nuevo modelo formativo, de manera concisa y ordenada. Las tres mesas de debate que ha habido han servido para abordar la posición de los estudiantes frente la elección de especialidad, así como el período formativo troncal y el período formativo específico. Así el evento ha conseguido ofrecer una visión global de las dudas y temores que suscita la nueva norma que, si se cumplen los plazos previstos, comenzará a aplicarse a partir de 2018.
Carlos Macaya, presidente de FACME, ha señalado que esta ha sido “una sesión constructiva que ha reunido a estudiantes, sociedades científicas, tutores, decanos y administración sanitaria, por lo que ha resultado tremendamente enriquecedora. Hemos identificado las fortalezas y debilidades del proyecto de troncalidad y ahora toca trabajar para sacarlo adelante”. Por su parte, Juan Pablo Carrasco, presidente de CEEM, ha resaltado la importancia de la presencia de los estudiantes de medicina y la implicación de éstos a la hora de trabajar en su futuro, ya que “foros como este ayudan a acercar posiciones y son oportunidades de conversar para que, entre todos, podamos limar asperezas y llegar a un punto de entendimiento y vivir la troncalidad en positivo, ya que las decisiones que tomemos hoy afectarán a los profesionales que seremos mañana”.

La importancia de la atención integral: hacia la atención al paciente y no a la enfermedad
El modelo propuesto por el RD de Troncalidad es la evolución del modelo de formación sanitaria especializada mediante el sistema de residencia que comprende dos periodos de formación programada: uno de carácter troncal y otro de formación específica para cada especialidad. De esta forma, la troncalidad es, pues, la adquisición de competencias nucleares y comunes a varias especialidades a través de un periodo de formación especializada de características definidas por los programas de las especialidades que lo integran.
Esas competencias comunes que deben adquirirse ayudarán, según Domingo Orozco, presidente de la Comisión Nacional de Medicina Familiar y Comunitaria, “a ofrecer una atención integral al paciente. Nos encontramos en una coyuntura en la que nuestro Sistema Nacional de Salud reclama cada vez más una visión transversal de la salud del paciente, en contraposición a la actual visión fragmentada y sobreespecializada. Hay que atender a personas y no a enfermedades”, ha destacado. En este sentido, Domingo Antonio Sánchez, vicepresidente de CEEM, ha explicado que “pese a que compartimos la esencia de potenciar y aumentar la formación en habilidades transversales, consideramos que la troncalidad, tal y como está planteada ahora, no es la solución, porque existen incertidumbres y se prevén problemas en su implementación”; por ello cree que lo adecuado sería “que se realice un trabajo en conjunto de todos los agentes implicados para entender las preocupaciones de cada colectivo y trabajar en su resolución”.

La doble elección: el eterno debate entre médicos y estudiantes
Durante el debate se ha puesto de manifiesto que uno de los puntos de mayor disconformidad es el de la conocida como “doble elección”. El RD de troncalidad establece que tras terminar el MIR, el estudiante de Medicina ha de elegir uno de los 5 troncos (médico, quirúrgico, diagnóstico, imagen clínica o psiquiatría), completar un periodo formativo de dos años y, después de obtener una evaluación positiva en el mismo, elegir la especialidad en la que se formará durante los siguientes tres años. Esta doble elección (de tronco y de especialidad) es justificada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y por las sociedades científicas, que afirman que la práctica clínica permite una decisión más informada y consciente, mientras que para los estudiantes supone “estar sometidos durante dos años a una inestabilidad e incertidumbre innecesarias, ya que en la Facultad, tras la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y la presencia de un año de rotatorio en la titulación de grado; se obtiene esa visión más global y de conocimiento de la realidad clínica que desmonta la excusa para mantenernos esos dos años con una incertidumbre que se justificaría por esa elección informada. Además la elección en una única fase como defendemos los estudiantes, ayudaría a la compensación de las rotaciones durante el periodo troncal” ha explicado Sánchez, el vicepresidente de CEEM. Este argumento es reforzado por los decanos de las facultades de medicina quienes defienden ese rotatorio presente en las facultades de medicina y quienes comentan que “se podría haber aprovechado para que el último año de la titulación del grado en medicina hubiera sido el primero de la Troncalidad” segúha explicado Juan Antonio Vargas, decano de la Universidad Autónoma de Madrid.

De hecho, el tiempo adecuado que se ha de dedicar al tronco y a la especialidad también ha acaparado parte importante del debate, durante el cual algunas sociedades científicas afirmaron que tres años (el tiempo previsto de duración de la especialidad) es un periodo ostensiblemente corto para adquirir los conocimientos específicos. Por su parte, la administración sanitaria ha apuntado que los tiempos podrían flexibilizarse y adaptarse a las necesidades específicas de cada plan formativo individual.

Necesidad de experiencias piloto
El problema de contar con un marco teórico que aún no está desarrollado es que, inevitablemente, surgen problemas en su aplicación práctica. Así, otra de las criticas que se plantean al nuevo modelo formativo es la falta de experiencias piloto que permitan comprobar de manera práctica cómo funciona el RD de Troncalidad. En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) José Luis del Cura, afirmó que “es imprescindible un pilotaje del proyecto, que tenía que haberse hecho mucho antes”, y expuso el programa piloto realizado en el Hospital de Basurto, en Bilbao, de cuyas conclusiones se desprende que “la implantación de la troncalidad supondrá una disminución muy importante de la capacidad docente”, ya que al aumentar el número de rotaciones se incrementará la carga docente y por tanto, disminuirá la calidad de la educación.
Por su parte, Pilar Garrido, presidenta de la Comisión Nacional de las Especialidades de Oncología Médica y presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) se ha mostrado de acuerdo con del Cura en la necesidad de contar experiencias piloto, explicando que también ha participado en una de ellas, aunque a menor escala, pero gracias a la cual se dieron cuenta de la enorme dificultad de establecer criterios de evaluación. Tras esta experiencia la SEOM ya ha presentado su plan de adaptación por competencias, tal y como establece el RD de Troncalidad, y está publicado en el BOE.

Tutores formados y reconocidos y buenas herramientas de evaluación, claves para el éxito
El papel de los tutores también ha sido motivo de debate. Estos han sido calificados como “figuras clave” en la troncalidad según Pilar Carbajo Arias, subdirectora de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad. Carbajo ha insistido en la necesidad de que “se sepa qué, cuándo y cómo se va a evaluar. Es necesario que las reglas del juego estén claras”. Para ello los tutores han de “tener una formación sanitaria especializada, estar acreditados y ser reacreditados periódicamente”.
Por su parte, Jacinto Fernández, de la asociación de tutores AREDA, ha hecho hincapié en que “los tutores miramos con recelo la troncalidad: creemos en una formación integral, el problema es ver cómo la llevamos a cabo”. Fernández ha recordado también la necesidad de contar con un proceso de acreditación de las nuevas unidades docentes. En este mismo sentido Esperanza Sánchez-Biedma, de la subdirección de Ordenación Profesional, ha explicado que desde el Ministerio se ve la acreditación de unidades docentes como “una oportunidad para hacer una revisión de dichas unidades y crear un proceso sistemático independiente y documentado” mediante el cual reconocer a un centro especifico su capacidad para impartir un determinado programa formativo.

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