En el último mes y medio seis hospitales han sido atacados con bombas de barril en Siria

Hoy hace una semana que el Hospital de Busra, el único de la provincia de Dara (al suroeste de Siria) quedaba destrozado por el ataque de bombas de barril. Con él, ya son 10 las estructuras de salud que en Siria se han destruido vilmente desde el pasado mes.

Atacaron el edificio sobre las 11 de la noche. Cuatro barriles rompieron puertas y ventanas. Cuando llegamos, oímos los helicópteros que aún sobrevolaban el hospital y evacuamos al equipo médico y a los pacientes. Una hora después, lanzaron otros seis barriles-bomba que hicieron que se perdiera buena parte del equipamiento médico y que destrozaron el edificio” y es que así relata uno de los médicos que gestionaba el centro a Médicos Sin Fronteras (MSF) como en poco más de una hora, el Hospital de Busra que, tenía capacidad para proporcionar servicios de neonatología y diálisis pasaba “a la historia”.

La destrucción de este hospital, el número 10 desde el pasado mes, se produjo apenas cinco días después (10 de junio) de que otro ataque, también con bombas de barril, alcanzara un centro hospitalario apoyado por MSF en Alepo. El explosivo que, detonó fuera de la instalación, deterioró todas las ventanas y puertas del edificio, el equipamiento médico, la farmacia, y la sala de cuidados post-operatorios quedaba fuera de servicio.

Gran parte del personal médico está huyendo del país
Médicos Sin Fronteras alerta de la situación que los profesionales sanitarios están viviendo en Alepo, y es que el número de ataques contra los hospitales de la ciudad más grande de Siria se están incrementando cada vez más. El dato es demoledor, y es que en el último mes y medio hasta seis hospitales han sido atacados, dicho de otra manera, cada 7,6 días un hospital es atacado con bombas.

Los hospitales son el principal objetivo, pero recientemente varias ambulancias también han sido atacadas con misiles. Los centros de salud también”, explica uno de los médicos que trabaja en el hospital apoyado por MSF en Alepo. El ataque del 10 de junio es el tercero que sufre este mismo hospital en el último año, y según el personal que trabaja en él, ha sido el más duro y el que más daños ha causado.

El personal sanitario que se envuelto en un clima así adquiere tintes heroicos, y es que como indica este facultativo, “seguimos trabajando incluso después del ataque”. El miedo está latente entre ellos, pero no es obstáculo para “estar comprometidos a seguir trabajando”, añade.

El coordinador general de MSF en Siria, Carlos Francisco, explica que cuando los hospitales tienen que cerrar por ataques con bombas de barril, “los pacientes se ven obligados a buscar alternativas”, las cuales “son cada vez más limitadas”. Y es que gran parte del personal médico del país “está huyendo al campo o a Turquía y muchos medicamentos no están disponibles”.

Francisco advierte que si esta oleada de ataques contra estructuras de salud no se para, y el mundo continúa “viendo lo que sucede y nadie interviene para protegernos, la mayoría del personal médico que aún resiste en el país acabará por irse también”.

Este médico español pide a las partes involucradas en el conflicto bélico de Siria que respeten a los civiles, a las estructuras médicas y al equipo médico, de acuerdo con el derecho internacional humanitario. “Necesitamos que se nos proteja de estos ataques. Esta situación es muy dura y dolorosa”, concluye.
..Redacción

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