El Colegio de Médicos de Valencia tiene reservada cita en el calendario desde hace décadas en la fecha de su Patrona, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en un día que se convierte en celebración de la profesión médica valenciana. El acto estuvo presidido por la presidenta de los médicos valencianos, Dra. Mercedes Hurtado Sarrió, acompañada por el presidente de la Real Academia de Medicina de la Comunitat, Antonio Llombart, y los decanos de las facultades de medicina de la Universidad de Valencia (Dr. Federico Pallardó), la Universidad Católica (Dr. Germán Cerdá) y la Universidad Cardenal Herrera-CEU (Alicia López).
Medio millar de galenos se reunieron para rendir homenaje a los facultativos de la promoción 1984-1990, quienes alcanzaban 25 años como profesionales, y de la promoción 1958-1965, quienes sumaban cinco décadas desde su licenciatura. En nombre de los primeros su representante, Mª Teresa Izquierdo, recordó las anécdotas vividas en los años de licenciatura, y tomando la palabra de los segundos, Carlos de Paredes.
Fue una velada también para premiar a aquellos compañeros cuyo trabajo ha destacado por su implicación y entrega: la Medalla de Oro del Colegio y nombramiento de Colegiado de Honor se impuso al Dr. Vicente Alapont; Medalla de Oro también para el Dr. Santiago Grisolía; Medalla al Mérito Colegial para el Dr. Francisco Andrés Ferreres.
Asimismo, se reconoció el trabajo con su nombramiento como Colegiados de Honor 2015 a los médicos Armando Barra, Alfonso Mayol, Mariano Marqués, Eduardo Romero, y Francisca Coscollá –esta última a título póstumo-.
El premio a la Mejor Tesis Doctoral 2014 con la calificación de Premio Extraordinario fue para Marisa Iborra Colomino, por su trabajo titulado Impacto patogénico del estrés oxidativo y regulación antioxidante de las células mononucleares inmunes en la enfermedad de Crohn.
Como destacaba la presidenta del ICOMV, Mercedes Hurtado en sus palabras: “Es un día en el que renovamos nuestra ilusión como médicos, renovamos nuestro amor por nuestra profesión y por nuestros compañeros, renovamos nuestra entrega al paciente. Renovamos nuestro juramento hipocrático apostando firmemente por el presente y por el futuro, sin conformarnos con lo conseguido y buscando cada día ser dignos de formar parte de la tradición médica. Dignos sucesores de grandes nombres de la medicina valenciana y dignos ejemplos para las generaciones posteriores“.
En el día a día –añadía la representante de los galenos- es difícil ser conscientes de la trascendencia de nuestra esencia médica, pero recordad todos que cada uno de nosotros conformamos esa abstracción que es la medicina valenciana, que cada uno de nosotros está escribiendo líneas en la historia de la medicina valenciana.
Y más allá de esta entelequia de este concepto tan amplio como la Medicina, recordad de verdad lo primero de todo. Nuestros pacientes. Porque para cada uno nosotros podemos significar consuelo, ánimo, esperanza, para cada uno de nuestros pacientes”.
En definitiva, un entrañable acto de compañerismo, que sirvió como excusa para reencuentros y estuvo amenizada por el Coro del Colegio de Médicos y la Tuna de Medicina.