Dr. Julián Ezquerra: “Los médicos hemos sufrido en estos años una pérdida salarial que ronda el 25–30% de nuestra retribución“

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¿Qué le piden los médicos a los nuevos consejeros de sanidad? El Dr. Julián Ezquerra es el secretario general del Sindicato Médico de Madrid (Amyts), médico de Atención Primaria, compromisario del Colegio de Médicos de Madrid y uno de los principales adalides de la luchas contra la externalización de 6 hospitales de Madrid e un ya lejano 2012. De forma sencilla explica que apenas hay diferencias entre los programas de los partidos, por eso a los nuevos Consejeros de Sanidad hay que pedirles que entiendan que ha llegado el momento de aplicar la cordura, la sensatez y el sentido común. Si se aplica a la política sanitaria estas cosas tan sencillas, seguro que hará que la Sanidad mejore.

Para el Dr Ezquerra, es hora de creer en el Consejo Interterritorial como máximo órgano de control del Sistema Sanitario, al que se debe respetar cuando se toman decisiones, y que no debe seguir siendo un foro sin contenido, sin poder de decisión, y que solo vale para hablar y reprocharse cosas, con nula capacidad resolutiva. O tiene utilidad real, o de seguir como hasta ahora, ahorremos lo que cuesta. El Ministerio debe ser capaz de liderar la Política Sanitaria, y tiene que llegar a liderar un Pacto por la Sanidad, que deje fuera del debate y la disputa partidista algo tan importante como la Sanidad.

¿Son las privatizaciones más importantes para la prensa o para los médicos?, ¿en qué afecta al médico?
Las privatizaciones han dado mucho titular a los medios de comunicación, eso es cierto, pero si ha sido así es por el tremendo malestar que generan entre los profesionales y los pacientes. Somos los que hemos salido a la calle, los que se nos manifestamos, los que hacemos huelgas, recursos judiciales, y todo tipo de protestas, y en consecuencia con ello, los que generan noticias que los medios difunden. Y también es cierto que las noticias relacionadas con la Sanidad tienen mucha repercusión. Todos, tarde o temprano, terminan por estar en manos de los profesionales de la Salud, lo que da aún más trascendencia a las protestas.

Y a los médicos ¿les afectan las privatizaciones? Pues evidentemente sí. Tanto si trabajas en el sector sanitario público como en el privado, afectan. Ver cómo las privatizaciones ponen en riesgo el trabajo, ver cómo se cierran camas, se impide trabajar para hacer jornadas de tarde, o ver cómo pacientes que diagnosticas son derivados al concierto, genera malestar. Y no digo nada si encima los políticos juegan con tu persona y pretenden “pasarte” a depender de una empresa privada a la que no te has presentado, con la que no quieres trabajar, etc. Es tratar al profesional como una mercancía y desde luego eso no lo toleramos.

También estamos viendo cómo los compañeros que de forma “voluntaria” pero derivada de la falta de trabajo público en condiciones no precarias, optaron por los contratos con hospitales de gestión privada, desean abandonar estos trabajos, se presentan a las oposiciones para el sector público y, en definitiva, manifiestan su deseo de incorporarse al modelo tradicional.

¿Qué le ofrece el sistema sanitario a un médico profesionalmente?
Para un médico, trabajar en el Sistema Sanitario, era garantía de poder desarrollarse profesionalmente en un marco de estabilidad, en el que además compaginar las diferentes facetas del ejercicio profesional era posible. La labor asistencial, docente e investigadora era habitual y accesible para todos, aunque esto está cambiando debido a que la presión asistencial, los recortes de plantillas, la presión de las Gerencias, a su vez exigidas por los políticos, hacen que en muchos centros sea ya una quimera pensar en hacer algo más que trabajo asistencial. Los nuevos hospitales y, en buena medida en los tradicionales, las plantillas se están ajustando tanto que casi es imposible desarrollarse profesionalmente más allá de ejercer tu labor asistencial.

Más medios, mas tecnología, equipos de trabajo, son característica habitual de los centros públicos. Sí es cierto que cada vez hay más parecido entre los hospitales públicos y privados, sobre todo los llamados públicos de gestión privada, pero en general entre los grandes centros hospitalarios públicos y los tradicionales privados se mantienen ciertas diferencias.

Incluso la retribución pública es un aliciente, dado que salvo en casos excepcionales de médicos que trabajan solo como privado puro, los salarios son mejores. Contratos por obra y servicios, contratos precarios, y baja retribución son cada vez más frecuentes. Y es cierto que la Pública tiene una altísima tasa de precariedad, de eventualidad, de contratos para guardias, incluso al 50 – 75% de la jornada. Que no todo es blanco o negro.

¿Está la carrera y la actividad profesional marcada por los problemas financieros de las CCAA?
Sin duda alguna. Los problemas financieros, sean reales o no, son la excusa para hacer recortes sin control. Los médicos hemos sufrido en estos años una pérdida salarial que ronda el 25 – 30% de nuestra retribución. La pregunta que debemos hacernos es si esos problemas son reales o ficticios. No cuadran los números, las políticos no recortan de gastos superfluos, no recortan sus privilegios, crean estructuras elefantiásicas, suben impuestos, jubilan personal, “conciertan” con privados y no se demuestra que sea más barato, etc. Y los que sufren las consecuencias son los profesionales y los pacientes.

De un día para otro, por el simple hecho de tener unas elecciones en el horizonte, aumentan los contratos, hacen interinos, convocan oposiciones, anuncian que pagan la extra, o que están pensando reactivar la Carrera Profesional, o pagan casi seguidas la productividad de dos años. Parece un milagro, pero no lo es. Juegan con nosotros, y lo triste es que hay quién aplaude. Entonces en qué quedamos ¿hay o no crisis? Pues evidentemente, depende de la cercanía a las elecciones. Vamos, toda una mentira.

En más de una ocasión he defendido que la Sanidad debe tener presupuestos finalistas, homogéneos, suficientes, y no sometidos a criterio de cada Comunidad. Cartera de Servicios, Calendario de Vacunación, Salud Pública, Centros de Control Epidemiológicos, Alertas Sanitarias, Centros de Referencia, etc. deben ser comunes y no estar los ciudadanos sometidos a diferente trato según su lugar de residencia. Son solo algunos ejemplos, pero hay más..

Todos los estamentos profesionales coinciden en que la Atención Primaria es la base de todo el Sistema de Salud. ¿Qué se puede hacer para potenciarlo?
Lo primero es creerlo. Siempre se dice que la base del Sistema es la Atención Primaria, que es la puerta de entrada, que es más eficiente, que hay que potenciarla, etc., todo palabras bonitas sin respaldo real.

El mayor volumen de consultas, el 90% de los problemas de salud, se resuelven en este nivel asistencial. La capacitación profesional del Médico de Familia y del Pediatra de Atención Primaria es indiscutible. Un sistema de formación mediante residencia, que puede ser mejorable, no lo dudo, pero que ha dado al Sistema Sanitario unos profesionales excelentemente preparados, envidia de muchos países de nuestro entorno, y que hace de ellos cada vez más “burócratas cualificados” no es la mejor forma de abordar un profundo cambio.

La Atención Primaria necesita más inversión, más personal, reducir los cupos, dar tiempo para la atención correcta del paciente, hacer que los médicos sean médicos, no cargar de trabajos burocráticos absurdos a los profesionales, facilitar la autogestión, incentivar a los que trabajan en este nivel, etc. ¿Cómo es posible que entre los Médicos de Familia se de tanta nueva especialización? ¿Qué motiva que los Pediatras no quieran venir a trabajar en este nivel asistencial? Evidentemente, la respuesta es clara, aunque los gestores y políticos no la quieren ver.

¿Hay alguna institución que “realmente” esté representando al médico y sus intereses profesionales?
La representación del médico está fragmentada en diferentes organizaciones. Indudablemente están representados, lo que pasa es que esta fragmentación y los “celos” entre las organizaciones hacen que no se sientan suficientemente representados.

Los Sindicatos médicos, los Colegios Profesionales y las Sociedades Científicas, tienen gran predicamento entre los profesionales. Es cierto que en estos tiempos, tanto algunos Colegios como algunos Sindicatos, están siendo muy cuestionados. Y es posible que sea debido a sus propias carencias. Colegios que están en permanente rencilla interna, a los que muchos médicos desearían no tener la obligación de pertenecer, que defienden intereses inconfesables, o Sindicatos denostados, a los que se desprecia y se les llama de forma peyorativa, Sociedades Científicas que velan por intereses no del todo profesionales, divididas o incluso enfrentadas entre ellas, etc., hacen que el panorama de la representación profesional este pasando por malos momentos.

En más de una ocasión he escrito que me gustaría que antes de jubilarme pueda ver hecha realidad la creación de la Asociación Médica Madrileña, extrapolable al resto de Comunidades y al propio País. La fuerza de una organización de estas características, en las que todos los médicos se vieran representados para la defensa de sus problemas laborales, profesionales o científicos, sería tremenda. No habría administración que osara tomar medidas sin contar con ella. Esta es mi ilusión, mi sueño, y espero que algún día pueda verlo hecho realidad.

¿Por qué no terminan los representantes de los médicos de ser “motores” del cambio del SNS?
Esto se une con lo anteriormente mencionado. La fragmentación y la falta de unión entre los diferentes representantes de los médicos hacen que los cambios sean imposibles. Lo primero es tener un modelo consensuado de cambio, cosa que por ahora no existe. El germen está en la Gestión Clínica propuesta por el Foro de la Profesión Médica, aunque el modelo tampoco tiene un respaldo unánime. Lo componen diferentes organizaciones profesionales, pero cada una de ellas a su vez está compuesta por otras organizaciones autonómicas, que no siempre tiran en la misma dirección.

Y creo, sinceramente, que si los profesionales decidimos nuestro modelo, hacia dónde debe ir el Sistema, cómo se debe hacer el cambio, etc., nadie podrá evitarlo. Los políticos saben de nuestra debilidad, de nuestra falta de unidad, y esa es su fuerza, además y por descontado de la legitimidad de sus votos, pero si los profesionales deciden ir por un camino, los políticos venderán que ese es el camino y lo harán suyo, pues contra los profesionales es imposible cambiar nada. Ejemplo cercano hemos tenido con el Plan de Sostenibilidad, que no solo se paró, sino que también se llevó por delante a un Consejero.

Creamos en nosotros y demostremos que somos capaces de liderar este cambio de modelo. No dejemos que una vez más, los “tecnopolíticos”, los “diseñadores de despacho”, los de siempre, sean los que nos lleven por donde quieran, y nosotros no reaccionemos. Demostremos que somos más, que sabemos más, que podemos hacer las cosas mejor, y que además esto será bueno para los profesionales del Sistema y para los pacientes.
..Alfonso González

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