La actuación en los servicios de Urgencias lleva aparejada una valoración de los síntomas de un paciente lo más precisa posible. Y más cuando se acude de forma reiterada ante la persistencia de un dolor. Una prestación deficiente de la asistencia sanitaria puede llevar, en ocasiones, a un error de diagnóstico con un resultado dañoso difícil de reparar clínica y económicamente. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid ha condenado al Servicio Madrileño de Salud (Sermas) a pagar a una paciente una indemnización de 396.258 euros por mala praxis y daños derivados de graves omisiones reiteradas en el servicio de Urgencias de un hospital público. El fallo considera que la reclamante acudió en “infinidad de ocasiones” tanto a su centro de salud como a Urgencias manifestando los intensos dolores que sufría en la zona lumbar y, pese a todo, no fue valorada adecuadamente. Es más, uno de los informes periciales aportados en el juicio señaló que una de las veces que la enferma acudió a Urgencias aportó una TC que evidenciaba un “compromiso medular” que hubiera requerido una cirugía urgente, que no se hizo. Consecuencia de este retraso han sido las “gravísimas lesiones” que hoy día padece la paciente como “pérdida de fuerza de la cintura pélvica antigravatoria e incontinencia vesical y rectal”. (Diario Médico)