Investigadores del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto que entre el 7 y 10% de los ingresos por insuficiencia cardiaca de personas mayores están provocados por la amiloidosis senil, una enfermedad hasta ahora considerada poco frecuente.
Esta enfermedad se produce por el depósito de una proteína denominada transtiretina en el corazón. y los pacientes deben seguir un tratamiento distinto del resto de pacientes con insuficiencia cardiaca
El trabajo que, ha sido publicado en la revista European Heart Journal, analiza a 120 pacientes mayores de 60 años que habían ingresado en el hospital a consecuencia de una descompensación de insuficiencia cardiaca.
Muchas personas mayores de 60 años sufren cansancio y falta de aire y son diagnosticados de insuficiencia cardiaca, y en algunos casos su corazón funciona de forma deficiente debido a algún tipo de daño previo. En cambio, en un número muy alto el corazón bombea la sangre y se contrae de forma normal, y la insuficiencia se produce porque no se relaja suficiente para que se llenen adecuadamente las cavidades.
Todos los pacientes incluidos en el trabajo padecían esta variedad de insuficiencia cardiaca que, denominada insuficiencia cardiaca con función ventricular conservada, es el tipo más frecuente entre los pacientes mayores de 60 años.
Los investigadores pudieron comprobar que hasta un 13,3% de los participantes padecian amiloidosis senil, lo que supondría entre un 7 y 10% del total de ingresos. Los pacientes con esta enfermedad deben seguir un tratamiento distinto del resto de pacientes con insuficiencia cardiaca, por lo que es muy relevante identificar a los que padecen esta enfermedad.
Algunos fármacos para tratar la amiloidosis pueden ser perjudiciales
Para identificarlos, los autores usaron una técnica denominada gammagrafía con tecnecio-difosfonato, que es empleada en muchos hospitales, pero que habitualmente se utiliza para identificar problemas a nivel de huesos y articulaciones.
“Algunos fármacos como la digoxina y el verapamilo, que se usan muy frecuentemente en pacientes con insuficiencia cardiaca, pueden ser perjudiciales en los pacientes que padecen amiloidosis”, alerta Pablo Garcia-Pavia, cardiólogo del Hospital Puerta de Hierro e investigador del CNIC.
Actualmente no existen tratamientos que alarguen la supervivencia de los pacientes con insuficiencia cardiaca con función ventricular conservada pero existen numerosos fármacos en investigación que pueden ser efectivos para tratar la amiloidosis senil.
No obstante, añade Esther González-López, también autora del trabajo, es “muy probable” que se produzcan grandes avances en el tratamiento de la amiloidosis senil en los próximos años que “cambien totalmente” el pronóstico de la enfermedad, por lo que “es crucial poder identificar los pacientes que padecen esta patología”.
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