López Arribas implica a la Consejería de Sanidad de Madrid con sus “argucias” legales

La Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid intenta por todos los medios sacar adelante los proyectos que están en marcha a pesar de las trabas administrativas que tiene por la oposición sistemática de su presidenta, Sonia López Arribas, involucrada en un proceso judicial recientemente admitido a trámite por “una permanente obstrucción al normal funcionamiento del Colegio”.

La última “hazaña” de esta psiquiatra ha sido autoproclamarse representante del Colegio por la Junta Directiva, algo que no ha sucedido y que, de hecho, es contrario a la realidad. La Junta Directiva eligió a otro representante y mandó el nombramiento a la Consejería de Sanidad, seguramente ante la falta de confianza que tienen en López Arribas.

Sin embargo, la Consejería, quizá ajena a las continuas trabas de López Arribas, ha decidido elegir a la presidenta apoyándose en los estatutos del Colegio que dicen que “la representación legal del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, tanto en juicio como fuera de él, recaerá en su Presidente, quien se hallará legitimado para otorgar poderes generales o especiales a Procuradores, Letrados o cualquier clase de mandatarios, previo acuerdo de la Junta Directiva“, pero a su vez saltándose el reglamento del propio Consejo de Administración del Servicio Madrileño de Salud que quieren conformar, que indica que los Vocales serán “nombrados por el Consejero de Sanidad entre profesionales de reconocido prestigio, de los cuales tres serán a propuesta del Colegio Oficial de Médicos…”. López Arribas no tiene reconocido prestigio ni lo hace a propuesta del Colegio de Médicos, sino que es un autonombramiento.

Este nuevo lío que se ha montado ha sido gracias a que López Arribas ha tomado la iniciativa y ha mandado su “autonombramiento” antes de que lo decidiese el Pleno de la Junta Directiva y sin consultarlo con nadie más. La Consejería se ha debido encontrar con dos nombramientos y ha tomado el que la parecía de mayor rango, obviando que ahora cualquier decisión del nuevo órgano puede ser impugnada porque la composición del Consejo es incorrecta.

Quizá López Arribas prefiera pasar más tiempo en los juzgados que en la consulta del Gómez Ulla, y por eso dedica tanto tiempo a “dar guerra” y no resolver ningún problema.
..Alfonso González

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