Publicado en Con Salud Tras la dimisión de Ana Mato como ministra de Sanidad, después de que el juez la señalara como beneficiaria de Gürtel, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, apostaba por Alfonso Alonso para ocupar dicho cargo. Tal día como hoy tomaba posesión de la cartera, de manos de su antecesora. Llegaba en una situación de crisis en el sector, tras las críticas por la gestión del Ébola y el no cumplimiento de lo pactado por Mato con médicos y enfermeros. Las promesas englobaban el Pacto por la Sanidad, una nueva política de recursos humanos y nuevas estrategias para impulsar la gestión clínica. A este panorama se le sumaba otro reto, que ha protagonizado gran parte del mandato de Alonso en este año: el Plan Estratégico de Abordaje de la Hepatitis C. La llegada de fármacos innovadores que curaban esta patología y su incorporación al sistema nacional de salud ha supuesto uno de los principales problemas a los que ha tenido que hacer frente el Ministerio a lo largo de este año. El desarrollo y aplicación del Plan sigue siendo en la actualidad un asunto no acabado, que continúa generando controversias entre los principales partidos en lo que respecta a su financiación y acceso.