Motivar al médico, una asignatura pendiente de la Sanidad

La medicina es una actividad vocacional pero sustentada en el conocimiento científico. Y la motivación del médico es imprescindible para que éste se dedique plenamente a su trabajo, concentre toda su atención en la toma de decisiones -a fin de que sea ágil y de calidad-, y se mantenga estimulado para la actualización científica continuada.

Los cuatro elementos de la motivación, esto es, los que la fomentan y mantienen son:

1. Estabilidad y calidad del puesto de trabajo. La inestabilidad laboral trastorna la eficacia y cohesión de los equipos, y desmotiva y mina la moral de los médicos asalariados. Por otra parte, se precisa un entorno de trabajo que permita atender correctamente a los pacientes, con el tiempo apropiado para ello, en instalaciones adecuadas, con el material necesario, acceso permanente a la literatura médica y una cobertura jurídica que evite la medicina defensiva, perjudicial tanto para el paciente como para el sistema sanitario. Se trata, en otras palabras, de facilitar todos los medios necesarios para un trabajo bien hecho y de calidad, materia prima fundamental de la motivación.

2. Retribución adecuada. Es un elemento fundamental de la motivación. La retribución debe ser proporcional al nivel de esfuerzo y responsabilidad del trabajo clínico. Una meta razonable sería alcanzar, al menos, la media de las retribuciones a los facultativos de los países de nuestro entorno, ajustada a P.I.B. per cápita. La productividad debe ser individual y tener en cuenta, sobre todo, el esfuerzo clínico de cada médico, además de otros méritos profesionales.

3. Formación continuada. Los conocimientos médicos avanzan constantemente. Si no se presta atención a la formación continuada, habilitando tiempo para ella en la agenda semanal y destinando recursos para la misma, se estará descuidando el capital humano, piedra angular de la asistencia sanitaria.

4. Gestión eficiente. La gestión sanitaria debe estar profesionalizada, y ser cada vez más independiente de la Administración para atenuar el impacto asistencial de los continuos vaivenes políticos. En la promoción profesional debe imperar la igualdad de oportunidades, evitándose situaciones de agravio comparativo que minan la moral de los médicos. Y los facultativos deben poder influir en la elección de los cargos directivos, para aprovechar su conocimiento de los centros y fomentar la participación en los objetivos de gestión.

Sólo cuidando estos cuatro elementos la Sanidad podrá aprobar la importante asignatura de la motivación del médico que es, en mi opinión, un pilar básico de la asistencia sanitaria
..Dr. Luis F. Villa Alcázar. Reumatólogo. Miembro de AMYTS

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