Síndrome del ojo seco: Diagnóstico y consejos para su tratamiento

La clave para el diagnóstico y tratamiento del síndrome de ojo seco reside en la gestión de la enfermedad con herramientas probadas, dirigiéndose a los síntomas del paciente, y el uso de enfoques basados en la evidencia para el tratamiento. Esto es lo que asegura Anthony Aldave, Doctor en Medicina y profesor de Oftalmología de la Universidad de California, Los Ángeles, que habló sobre este tema en el Simposio anual Walter Wright en Toronto, Canadá, el pasado diciembre.

Fue hace casi 10 años cuando se desarrolló la pauta de tratamiento Panel Delphi para el síndrome disfuncional de la lágrima (ojo seco). El Panel Delphi está categorizado en cuatro niveles de gravedad, cada uno con recomendaciones de tratamiento específicas. Las directrices del Taller Internacional del Ojo Seco (DEWS), que se presentaron en 2007, también se dividen en cuatro niveles de gravedad de la enfermedad.

Ambas herramientas son útiles pero tienen limitaciones. “Ninguna de ellas incorpora el Índice de enfermedad de la superficie ocular (IESO) o medidas para examinar la composición de las lágrimas, como la osmolaridad” dijo el Dr. Aldave.

El IESO es un cuestionario validado, que se emplea para determinar la gravedad del síndrome del ojo seco, y que consiste en realizar 12 preguntas a los pacientes sobre sus síntomas, las tareas típicas que ven perjudicadas por su enfermedad, y exacerbaciones ambientales.

El IESO y la evaluación del ojo seco canadiense utilizan una serie similar de preguntas, y proporcionan mayor precisión que el hecho de hacer preguntas abiertas y no estandarizadas a los pacientes acerca de su experiencia con el ojo seco, dijo el Dr. Aldave.

La utilización del IESO y adhesión a los algoritmos de tratamiento Panel Delphi y DEWS realmente puede facilitar la elección de una estrategia de tratamiento adecuado para el síndrome del ojo seco, así como ayudar a evaluar la eficacia de cualquier tratamiento que se vaya a usar“, comentó.

El Dr. Aldave señaló que también es importante “recordar que la enfermedad de ojo seco – o enfermedad de la superficie ocular o síndrome disfuncional de la lágrima o cualquier término que queremos usar- es una combinación de diferentes trastornos. No es sólo una etiología“.

Herramientas de diagnóstico adicionales
La tinción con verde lisamina y con rosa de bengala ayuda en el diagnóstico, aunque esta última es menos cómoda para los pacientes, dada su tendencia a picar más.

En los ojos que no muestren ninguna tinción de la superficie ocular con fluoresceína, pon uno de estos tintes y, a menudo se observarán algunas manchas, comúnmente en la conjuntiva bulbar nasalLo que esto hace es corroborar los síntomas de síndrome de ojo seco del paciente y te da algo que poder monitorear para juzgar la eficacia de cualquier intervención que se vaya a emplear”.

Mientras que la tinción con fluoresceína es útil para el diagnóstico del síndrome del ojo seco en la mayoría de los pacientes, hay que “asegurarse de que el patrón que estamos viendo es coherente con el síndrome y no otra enfermedad“, dijo.

La prueba de Schirmer se realiza comúnmente por oftalmólogos, pero puede no sea tan útil. “Hay muchas cosas que creo que pueden influir en el resultado de la prueba de Schirmer, y considero que se trata de una medida objetiva del síndrome del ojo seco muy pobre“, apuntó.

Por otro lado, la osmolaridad está demostrando tener resultados menos variables en comparación con la prueba Schirmer y la tinción conjuntival, por lo que debe ser considerada.

Estrategias de gestión
En general, para los pacientes que no están destinados a someterse a cirugía, el énfasis debe estar en hacer frente a los síntomas del paciente. Eso es lo que debería determinar la agresividad del tratamiento – no los resultados clínicos necesariamente, dijo el Dr. Aldave.

En pacientes pre-quirúrgicos, se hace hincapié en reducir la tinción corneal y estabilizar la película lagrimal para obtener una topografía fiable, y para determinar si son candidatos a recibir implantes de lentes intraoculares tóricas.

En términos de gestión del síndrome del ojo seco, el Dr. Aldave se centró en la evidencia para apoyar la eficacia de tres tratamientos: suero autólogo tópico, ciclosporina tópica, y ácidos grasos omega-3 orales.

El suero autólogo ha ido ganando popularidad, sin embargo, aun existe una evidencia de calidad limitada que apoye su uso. Una revisión de Cochrane determinó que “hubo falta de coherencia respecto a los posibles beneficios del suero autólogo en la mejora de los síntomas informados por los pacientes y el tiempo de ruptura lagrimal, y una falta de efecto basado en otras medidas clínicas objetivas“, dijo el Dr. Aldave.

Si los médicos quieren utilizar suero autólogo, “deberían decir al paciente que realmente no hay una buena evidencia que apoye esto, pero por intentarlo tampoco se pierde nada, ya que tiene muy pocos inconvenientes“.

La ciclosporina tiene evidencia sustancial que apoya su uso, pero funciona mejor en los casos en que la inflamación de la superficie ocular juega un papel.

En cuanto a los suplementos de ácidos grasos Omega-3, ha aumentando evidencia que apoya su eficacia y merece la pena utilizarlos para pacientes con ojo seco, dijo.

Chew Hall, Doctor en Medicina y profesor asistente de oftalmología de la Universidad de Toronto, señaló que si bien la mayoría de los oftalmólogos saben acerca de las tres opciones de tratamiento planteadas, muchos de ellos “puede que no sepan cuál es la evidencia respecto a su eficacia“, lo que pone de relieve la necesidad de un mayor conocimiento en este área.

Cuando se trata de la utilización de suero autólogo, comentó que los médicos probablemente no lo usan tan comúnmente como otros tratamientos y que lo reservan para los casos más graves.
..Susana Calvo

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