Publicado en El Confidencial “¿Que lo ha vuelto a hacer? No me jodas, ¡este hombre tiene un problema en la cabeza!”. La frase, pronunciada por un facultativo que conoce a Víctor Manuel Yeste Felipe (1975) de su infancia en Port de Sagunt, Valencia, resume el sentir general de sus allegados: estupefacción pura, sin cortar. Pocos sabían en su entorno que Yeste ha vuelto a ser detenido esta semana por impostar, una vez más, su condición de médico. En esta ocasión Yeste —doctor Yeste hasta el pasado jueves— tuvo la ocasión de trabajar durante seis meses en el Punto de Atención Continuada (PAC) Ernest Lluch, en Figueras, donde ejercía por las noches y en los fines de semana, tratando normalmente casos de poca importancia. Durante ese tiempo, el Instituto Catalán de Salud (ICS) considera que ha atendido a más de mil pacientes. Ninguno se quejó a las autoridades, que ahora tendrán que revisar uno a uno todos sus diagnósticos para descartar mala praxis. Entre sus compañeros obtuvo críticas y alabanzas, como cualquier otro médico, indican fuentes del centro. Maria Dolors, nombre ficticio de una de sus pacientes, acudió en febrero al PAC por una contusión que le impedía articular la rodilla. Fue atendida por Yeste: “Me recetó unos calmantes contra el dolor y me derivó al traumatólogo.