Una vez que hay presidente del Gobierno con todas sus funciones, el ámbito sanitario prepara sus reivindicaciones para el nuevo ministro, teniendo en cuenta el proyecto que comparten los 3 principales partidos que han permitido la investidura de Mariano Rajoy.
Tanto PSOE como Ciudadanos pusieron en su acuerdo del mes de febrero, como primer punto, el restablecimiento de la universalidad de la cobertura del Sistema Nacional de Salud, uno de los problemas más calientes tras la aprobación del polémico Real Decreto 16/2012 de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud mientras Ana Mato era ministra de Sanidad. Desde el Partido Popular no han dejado de explicar que no se ha recortado asistencia y que España sigue siendo uno de los países que mayor cobertura tiene para “toda” la población, por eso el primer punto del acuerdo sanitario entre PP y Ciudadanos apuesta por “garantizar la universalidad del Sistema Nacional de Salud, de calidad y gratuito y garantizar la igualdad en el acceso”, seguido de la propuesta de recuperar progresivamente los niveles de gasto público sanitario por habitante.
De manera muy destacada, el pacto PP-Ciudadanos incluye un compromiso específico con los profesionales que dice “Profundizar en el reconocimiento al trabajo de los profesionales sanitarios y en la ordenación de recursos humanos en el sector sanitario. Para ello, entre otras medidas, estudiar, en el marco del diálogo social y de los compromisos de consolidación fiscal del Estado y las CCAA, las medidas necesarias para mejorar la situación contractual de los profesionales al servicio de la Sanidad Pública al objeto de acabar con la precariedad laboral y garantizar su estabilidad. A su vez, se regulará también el acceso de dichos profesionales a los puestos de trabajo, incluyendo mandos intermedios (jefaturas de sección o servicio) mediante procesos de libre concurrencia donde se aseguren los principios de igualdad, mérito y capacidad, eliminándose la libre designación y la libre remoción para estos casos”. También hay una propuesta para asegurar la movilidad geográfica de los pacientes dentro del territorio nacional.
PSOE y Ciudadanos son fuertes defensores la sanidad pública, y lo plasmaron asegurando “reforzar la gestión pública del sistema”, y para ello se comprometieron con “mantener la titularidad pública de centros y servicios sanitarios, sin perjuicio de que el sector privado pueda desarrollar un papel complementario, sometido a criterios de complementariedad, transparencia, exigencias estrictas de garantías de calidad y control, así como una evaluación pública periódica dando prioridad a entidades privadas sin ánimo de lucro”. En este tema no hay confluencia en el pacto PP-Ciudadanos.
Colaboración público-privada, prescripción enfermera y precariedad laboral
Sin embargo hay temas importantes que están en la mesa del nuevo ministro, incluso ante de que llegue:
Colaboración público-privada. Es un tema histórico que no se termina de afrontar. Al ciudadano no le importa mucho si el titular de un servicio es la administración o una empresa, lo que quiere es ser atendido adecuadamente, rápido y con los mejores medios. El aumento de las listas de espera y el “lío” de la Comunidad Valencia con el hospital de Alzira no dejan de ser temas globales que afectan a las comunidades. La sanidad no puede permitirse dejar de utilizar recursos, sean públicos o privados, para dar respuesta a esta necesidad. Mientras se permitan decisiones políticas y electorales por encima de las económicas el problema no estará resuelto.
Prescripción enfermera. Desde enfermería ya se está esperando al nuevo ministro con las “espadas” preparadas. “Si no hay avances, el nuevo ministro se encontrará con un Sindicato especialmente beligerante que pondrá todo su empeño en lograr que se atiendan las necesidades profesionales y laborales del colectivo enfermero”, han dicho desde SATSE. La recuperación de los derechos laborales perdidos, el aumento del empleo enfermero y la modificación de la normativa sobre prescripción enfermera serán los principales asuntos que el Sindicato de Enfermería, SATSE, pondrá sobre la mesa del nuevo ministro de Sanidad después de un año de un “parón”.
Precariedad laboral. La reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia Europeo pidiendo eliminar la concatenación de contratos no ha debido sorprender a los gestores políticos que llevan escuchando ese problema desde hace décadas. La situación económica no puede permitirse que todos los interinos pasen a estatutarios, pero tampoco puede es sostenible la calidad asistencial con una decadente precariedad laboral de los médicos.
Atención Primaria, cartera de servicios, Telemedicina, interoperabilidad, BigData, Troncalidad, copagos, ley de colegios profesionales, recertificación… demasiados problemas acumulados para un ministro que tendrá que trabajar rápido y bien para no “soliviantar” a unas masas que llevan mucho tiempo sin “capitán”.
..Dr. José López Ortega